UNRWA, parte del problema

En realidad, la UNRWA nunca fue neutral ni parte de la solución al conflicto entre Israel y los palestinos; al contrario, durante 75 años, UNRWA ha perpetuado la situación palestina: desde 1949 ha rechazado poner en práctica las normas establecidas para lograr un arreglo permanente, tal como lo hace ACNUR, la agencia internacional dedicada a todos los refugiados en el mundo. Por ello, ha mantenido la falsa ilusión del «retorno», lo que en la práctica significa la preservación entre la población palestina de la obsesión por la destrucción de Israel.

De forma permanente, la UNRWA ha sido responsable de publicar textos escolares con gran contenido antisemita, instigación al odio, promoción de la yihad y rechazo contundente a cualquier acuerdo de paz. De esta manera, la UNRWA siempre alentó la radicalización de los niños desde sus escuelas.

Por otro lado, se han descubierto infinidad de casos en los que, en las instalaciones de la UNRWA, ya sean colegios, parques, hospitales e incluso sus propias oficinas, servían de almacenamiento de armas y espacios para lanzar cohetes hacía ciudades israelíes. Sin duda, todo ello constituye crímenes de guerra en los que están seriamente implicados funcionarios de dicha agencia de la ONU, que deberían ser juzgados.

Israel ha exhibido múltiples pruebas que indican que trabajadores de la UNRWA, simultáneamente, son terroristas de Hamas, Yihad Islámica palestina u otros grupos terroristas. De hecho, las investigaciones muestran que el 7 de octubre de 2023, empleados de la UNRWA entraron al sur de Israel y perpetraron crímenes, incluyendo el secuestro de personas que, al día de hoy, aún se encuentran cautivas en Gaza.

Resulta imposible confiar en la UNRWA, la cual evidencia que su disposición coincide con los propósitos de Hamas. Precisamente, sus capacidades no se enfocan en construir un verdadero desarrollo para los palestinos, sino en continuar eternizando el conflicto. Lo que no se entiende es el nulo interés de la ONU en corregir esta nefasta situación.