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| jueves marzo 6, 2025

Los rehenes se aferraron al judaísmo para sobrevivir

Iehudit Litvak para Aishlatino.com


Omer Shem Tov y sus padres Foto IDF

Los rehenes recientemente liberados dijeron que reconectarse con su fe y con la observancia judía les dio fuerza para sobrevivir las duras condiciones del cautiverio.

Mientras estuvo cautivo en Gaza, el rehén estadounidense-israelí Keith Siegal comenzó a decir el Shemá, “simplemente para conectarme con Dios,” explicó en un video en las redes sociales. Nacido y criado en Chapell Hill, Carolina del Norte, Keith se mudó a Israel hace más de 40 años, donde conoció y se casó con su esposa Aviva. Vivían en el Kibutz Kfar Aza, donde criaron a sus cuatro hijos. Durante esas décadas, Keith no tuvo muchas ocasiones de recordar la liturgia judía que había aprendido de niño en la sinagoga conservadora de su familia.

El 7 de octubre, los terroristas de Hamas secuestraron a Keith, de 65 años, y a Aviva, de 63, de su casa en Kfar Aza y los llevaron a Gaza. Aviva fue liberada en noviembre del 2023, en el primer acuerdo de rehenes. Keith permaneció cautivo durante 484 días. Durante aproximadamente medio año estuvo solo, en una habitación cerrada.

En una manifestación en Tel Aviv, Aviva describió los horrores que vivió su marido en cautiverio: la mayor parte del tiempo, estaba «tumbado en un colchón en el suelo de una habitación muy pequeña, hambriento, y la única comida que conseguía eran pitas mohosas o quemadas, no aptas para el consumo humano. Un día, el terrorista que estaba con él se acercó, lo pateó con todas sus fuerzas en las costillas, lo escupió y le llamó ‘perro’, sin motivo, sólo porque quiso. Otro día, el terrorista le apuntó con una pistola y le dijo: ‘Ahora te voy a disparar para matarte'».(1)

Keith bajó 30 kg en cautiverio. Sufrió malos tratos físicos y psicológicos y fue trasladado de un lugar a otro 33 veces. Él no creía que fuera a salir vivo de Gaza.

Keith Siegal es abrazado por su esposa Aviva al ser liberado de los terroristas de Hamás.

Bajo circunstancias tan inimaginables, Keith encontró fuerza y consuelo reconectándose con su judaísmo. «Comíamos pan de pita en cada comida, era lo primero que comía después de decir la brajá [bendición]», dijo Keith. La bendición del pan era la única que recordaba. Más tarde, vio un programa de la televisión israelí que habían encendido sus captores. El episodio mostraba buenos lugares para comer en Tel Aviv, y una de las personas del programa dijo la bendición «boré minei mezonot», que se recita sobre la pasta y los productos horneados. Cuando Keith oyó la bendición, decidió recitarla antes de comer otras cosas que no fueran pita. «Me pareció apropiado», dijo. «Pero era la única que conocía».

«En ese infierno, recordó que es judío y que su pueblo y su lugar de origen tienen un significado. Eso le dio mucha fuerza».

Cuando Keith regresó de su cautiverio, Shir le preguntó qué le gustaría para la primera cena de Shabat que pasarían juntos como familia. Ella pensó que le pediría un plato especial. En cambio, Keith le dijo: «Lo que más quiero es una kipá y una copa de kidush».

Shir se sorprendió. Ella reflexiona que especialmente cuando nuestros enemigos nos obligan a abandonar nuestras tradiciones, recordamos cómo vivieron sus vidas nuestros padres y decidimos seguir sus pasos. En Gaza, los terroristas habían intentado hablar con Keith sobre el islam y convencerlo de que era la religión verdadera. Keith se negó a escucharlos. En lugar de eso, se aferró a su propia religión.

Omer Shem Tov y el Shabat

Incluso antes de que Omer fuera liberado tras 505 días en cautiverio, ya se había hecho famoso como el rehén que hacía kidush los viernes por la noche. Secuestrado en el festival de música Nova, Omer, de 22 años, fue retenido originalmente junto con su amigo Itay Regev, que fue liberado en el primer acuerdo de rehenes en noviembre del 2023.

A su regreso, Itay les dijo a los padres de Omer, Shelly y Malki, que Omer había comenzado a observar el Shabat en cautiverio. Aunque la familia Shem Tov no observaba plenamente el Shabat, siempre cenaban juntos los viernes por la noche, y Omer siempre hacía kidush. Mientras estaban en Gaza, Itay y Omer hablaron de lo mucho que echaban de menos los viernes por la noche en casa.

«¡Creador del universo, gracias por estar conmigo en todo momento!».

Poco después, los terroristas que los retenían les dieron una botella de jugo de uva. Itay y Omer se aseguraron de llevar la cuenta de los días de la semana. Guardaron el jugo de uva para Shabat. Cuando recibían galletas saladas, le quitaban la sal y también la guardaban para Shabat. Los viernes por la noche, se cubrían la cabeza con trozos de papel higiénico en lugar de una kipá, y Omer recitaba el kidush. Luego bendecían por una pita y la sumergían en la sal de las galletas.

Omer también se abstenía de realizar acciones prohibidas en Shabat. Itay contó que en el lugar donde los tenían cautivos la luz desaparecía todas las tardes a las 17:00 horas. Los rehenes recibieron linternas para su propio uso. En Shabat, Omer se negaba a encender la linterna y permanecía en la oscuridad.

La familia de Omer no escatimó esfuerzos para lograr su liberación. Su madre, Shelly, también se sintió inspirada para reforzar su conexión con el judaísmo. Exactamente un año antes de la liberación de Omer, Shelly asistió a un Shabat para familias de rehenes organizado por el movimiento Kesher Yehudi, donde por primera vez en su vida celebró el Shabat en su totalidad. «Fue un Shabat que nunca olvidaré», escribió Shelly en una publicación en las redes sociales el viernes antes de la liberación de su hijo.(2) «Ese día decidí cuidar el Shabat. Desde entonces, he guardado el Shabat durante un año, y más que cuidar el Shabat, el Shabat me ha cuidado a mí. Si Dios quiere, este Shabat abrazaré mi Omer, exactamente un año después. ¡Es increíble!».

 

Cuando Omer fue liberado y se reunió con su familia, sus padres contaron que se volvió más fuerte durante su cautiverio, a pesar de haber perdido mucho peso. Durante gran parte de su estadía en Gaza, permaneció solo en un túnel y sufrió abusos, privación de alimentos y humillaciones. No obstante, conservó su optimismo y su sonrisa contagiosa.

Shelly agradeció públicamente a Dios que respondiera a sus plegarias y devolviera a Omer a casa. Ella también expresó su gratitud al difunto Ori Danino, que salvó la vida de Omer en el festival Nova, también fue tomado como rehén y fue asesinado en cautiverio. Shelly dio las gracias al gobierno israelí, a las Fuerzas de Defensa de Israel y a todos los que participaron para que su hijo pudiera regresar a casa.

En su primera publicación en las redes sociales después de su liberación, Omer escribió:(3) «¡Creador del universo, gracias por estar conmigo en todo momento!». También agradeció a Ori Danino y a las FDI. En la foto, tenía puestos tefilín y un talit.

Omer al reunirse con sus padres

Ohad Ben Ami y la Havdalá

Cuando Ohad Ben Ami, un rehén germano-israelí de 55 años, fue liberado del cautiverio de Hamás, quiso aprender a hacer Havdalá, la ceremonia que se realiza al finalizar el Shabat. En Gaza, había participado en la Havdalá dirigida por otros rehenes y se había acercado al judaísmo.

Ohad, padre de tres hijos, fue secuestrado en el kibutz Beeri junto con su esposa Raz, que fue liberada en un anterior acuerdo de rehenes en noviembre del 2023. Tras la liberación de su esposa, Ohad fue retenido junto con otros cinco rehenes en una minúscula habitación de 6 metros cuadrados. Regresó a Israel demacrado y frágil.

Yulie, la hija de Ohad, declaró en una conferencia de prensa: «Mi padre ha perdido mucho peso, pero no su espíritu. Mi padre es muy fuerte y lo admiro mucho. Sobrevivió al infierno».

«Me hice más fuerte en el cautiverio», dijo Ohad en las redes sociales, en una filmación en la que se lo ve realizando la Havdalá en casa. «Realmente sentí que había Alguien Arriba velando por mí, y necesitaba ser fuerte».

Ohad con tefilín

En otra grabación en las redes sociales, Ohad, con tefilín, dijo: «Lo que nos une es la fe en Dios. A nivel personal, me fortaleció y me salvó. Gracias a Dios estoy aquí ahora, después del cautiverio… Nuestra fe nos da fuerza en momentos en que nos sentimos aplastados».

Havdalá en el Hospital Belinson

Tras ser liberados en Shabat, los ex rehenes Omer Shem Tov, Eliya Cohen y Omer Wenkert fueron trasladados al Hospital Belinson. Al concluir el Shabat, se reunieron en torno al abuelo de Eliya, Aharon Rabi, mientras él dirigía la Havdalá.

Fue una ceremonia emotiva, en la que todos los presentes rezaron por el éxito del gobierno israelí y de las FDI y por el bienestar de los rehenes, y desearon a todos una buena semana.

 

Los rehenes liberados, finalmente bajo el abrazo de sus familias, tienen un largo camino por delante. Sin duda, su fe y su conexión con el judaísmo los apoyarán en este camino, inspirándonos a los demás a acompañarlos.


Artículo relacionado: La fe y coraje de Agam Berger durante su cautiverio en Gaza

  1. Aviva Siegel revela: El terrorista apuntó a Keith con un arma y amenazó con matarlo. Israel National News, 18 de febrero 2025. Disponible en https://www.israelnationalnews.com/news/404086, consultado el 25 de febrero del 2025.
  2. אם החטוף ששוחרר: «לפני שנה בדיוק התחלתי לשמור שבת. Disponible en https://www.bhol.co.il/news/1687186, consultado el 25 de febrero del 2025.
  3. עומר שם טוב בפוסט ראשון, מודה לאורי דנינו שנרצח בשבי: «מלאך, בזכותו אני כאן» Disponible en https://www.ynet.co.il/news/article/s1oyues5yx, consultado el 25 de febrero del 2025.
 
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