B’H
Levítico 12:1-15:33
La parashá Tazría continúa con la discusión de las leyes de pureza e impureza ritual.
Una mujer que da a luz debe pasar por un proceso de purificación, que incluye la inmersión en una mikve (una pileta de agua reunida naturalmente) y traer ofrendas al Templo. Todos los varones que nacen deben ser circuncidados en el octavo día de vida.
Tzaráat es una plaga sobre natural, que también puede afectar ropas. Si aparecen manchas blancas o rosas en la piel de una persona (rosa o verdosas en las ropas), un Cohen es llamado. Juzgando los diferentes signos, como un incremento en el tamaño del área afectada luego de una cuarentena de siete días, el Cohen pronuncia la mancha como impura o pura.
Una persona afligida con tzaráat debe vivir sola fuera del campamento (o la ciudad) hasta curarse. El área afligida en una ropa debe ser removida y, si la tzaráat reaparece, toda la ropa debe ser quemada.
La sección Metzorá comienza a describir el proceso a través del cual el metzorá recuperado es purificado por el Cohen con un procedimiento especial que incluye dos palomas, agua de un manantial, una vasija de barro, un pedazo de madera de cedro, una cinta de color púrpura y un ramo de mirto.
Una casa también puede ser afectada por la tzaráat a través de la aparición de manchas rojizas o verdosas en las paredes. En un proceso que dura como mucho diecinueve días, un Cohen determina si la casa puede ser purificada o debe ser demolida.
La emisión de una descarga seminal u otra en un hombre y la menstruación u otra descarga de sangre en una mujer indican un estado de impureza ritual que necesita de un proceso de purificación a través de la inmersión en una mikve – baño ritual
¿Por qué es que la persona no tiene lo que desea?. Es porque no quiere lo que tiene. Si desearía solamente lo que posee, tendría entonces todo lo que quiere.
¿DÓNDE ESTÁ EL PECADO?
Dice en nuestra Parashá que la mujer que daba a luz debía presentar un sacrificio ¡por expiación! ¿Acaso es pecado tener un hijo? No, el pecado por el que debía expiar era otro: ¡Por jurar en falso! ¿Cómo se explica esto? La mujer durante el embarazo siente muchas molestias, se siente pesada, enferma. Vienen los dolores del parto, unos dolores terribles. En ese momento la mujer jura y perjura que su esposo no volverá a tocarla. Pero… cuando le traen al bebé recién nacido, lo abraza, comienza a alimentarlo, siente el calorcito de su cuerpo, todo el sufrimiento y las molestias quedan en el olvido, y quiere tener más hijos. Y ahí viene el problema. Hay un juramento en falso que debe ser anulado y eso sólo se puede hacer mediante un sacrificio de expiación
Palabras al viento
Por Eli Levy
En esta semana leemos dos Parashot, Tazría y Metzorá, en las cuales hablamos de la enfermedad de Tzaarat, esta enfermedad se manifestaba en las ropas, casas y en la piel de la persona.
El origen espiritual del Tzaarat era el Lashon Hara, el hablar mal de otros. Muchas veces no somos cuidadosos de lo que decimos de otras personas, y no nos damos cuenta de la gravedad de nuestra acción.
Una famosa anécdota ejemplifica perfectamente la magnitud de nuestras palabras. Una persona después de hablar mal de otros, le preguntó arrepentido al rabino como hacer teshuvá, como resarcir la mala acción cometida. A lo que el rabino le pidió que traiga una almohada de plumas, la corte y que tire las plumas al viento. Luego de hacerlo el rabino le dijo que recorra el pueblo buscando y recolectando las plumas hasta rellenar la almohada exactamente como estaba antes. Después de intentarlo el hombre volvió diciéndole al rabino que era imposible. A lo que el rabino le contestó: “Cuando hablamos lashon hara, una vez que nuestras palabras salen ya no las podemos recuperar más”. (www.es.chabad.org)
Dejar la impureza de Egipto
Rav Yehonatan Gefen
En Pésaj celebramos la salida de Egipto, pero incluso después de salir de Egipto el peligro de ser afectados por esa nación corrupta seguía siendo muy real. En consecuencia, la Torá nos ordena: “No practiquen las costumbres de la tierra de Egipto en la que habitaron…”(1) Rashi escribe que Egipto era la nación moralmente más decadente y en particular las partes en las que habitaron los judíos eran las peores secciones de ese país. ¿Por qué Dios colocó deliberadamente al pueblo judío en el lugar más corrupto de la Tierra?(2)
Rav Eliahu Dessler(3) observa que una sociedad negativa puede tener un efecto muy perjudicial sobre una persona. Sin embargo, la persona es suficientemente fuerte como para que las influencias negativas no la afecten, entonces en realidad puede fortalecerse en su desarrollo espiritual. Al enfrentarse al mal circundante, fortalece su aprecio por el bien. Rav Dessler dice que esto explica por qué Dios colocó deliberadamente al pueblo judío en los lugares más degenerados de la Tierra. “Cada vez que era necesario que una persona justa ascendiera a un nivel extremadamente alto, esa persona era arrojada a los ambientes más bajos y degenerados para que pudiera aprender de ellos la bajeza del mal y fortalecerse en el bien hasta el extremo opuesto”.(4)
Dios colocó deliberadamente al pueblo judío en Egipto para que pudieran desarrollar un intenso odio por su impureza, lo cual, escribe Rav Dessler, fue su verdadera motivación para clamar a Dios para que los liberara de ese terrible lugar. Este intenso disgusto les permitió elevarse rápidamente desde el nivel 49 de impureza hasta llegar al nivel de poder recibir la Torá. Si se hubieran encontrado en un ambiente menos inmoral, no habrían podido ascender a un nivel tan alto.
Esto también parece explicar por qué el pueblo judío tuvo que ir a una tierra igualmente aborrecible, la de Canaán. Ver el comportamiento altamente inmoral de las naciones cananeas tenía la intención de intensificar su disgusto por el mal y, a su vez, aumentar su aprecio por la moralidad de la Torá.(5
El principio de Rav Dessler nos ayuda a entender algunos aspectos importantes de Pésaj. Comenzamos la Hagadá hablando de nuestros antepasados que adoraban ídolos. Rav Dessler pregunta cómo está esto conectado con la historia de la salida de Egipto. Él responde que, al estar rodeado de tal negatividad, Abraham alcanzó un nivel de santidad tan elevado que su poder nunca sería anulado. La redención de Egipto brotó directamente de esta santidad. Por lo tanto, hablamos de nuestros antepasados idólatras para resaltar que fue directamente como resultado de su impureza que Abraham surgió para alcanzar un nivel tan increíblemente alto y a la vez fue su grandeza la que plantó las semillas para el Éxodo de Egipto.
Ahora podemos comprender más profundamente por qué la Hagadá hace un gran esfuerzo por hablar de las influencias negativas que incluyen a nuestros antepasados idólatras, los egipcios y Laván. Tal vez esto sea para despertar nuestro disgusto por esas personas inmorales y, a su vez, aumentar nuestro aprecio por Dios por habernos liberado de ellos y habernos dado la Torá.
En el mundo actual, la prueba de influencias perjudiciales es inevitable. Por supuesto, es muy recomendable esforzarse por reducir su influencia tanto como sea posible, no obstante, es imposible eliminar completamente cualquier exposición a ellas. El principio de Rav Dessler puede ayudarnos a medirnos con estas influencias y, tal vez, incluso usarlas para el bien.
1 Levítico 18:3
2 La única otra nación que parecía rivalizar con la inmoralidad de Egipto era la de Canaán.
3 Mijav MeEliahu, Volumen I, págs. 157-160
4 Ibid. pág. 158
5 Por supuesto que el pueblo judío tenía libre albedrío respecto a elegir rechazar completamente las costumbres de los cananeos o aceptarlos como vecinos y, en consecuencia, ser influenciados negativamente. La historia muestra que no destruyeron por completo a sus vecinos y, con el tiempo, se vieron influenciados negativamente por los cananeos.
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