Como todos los años, el momento más emocionante fue el desfile de niños con las banderas
El pasado miércoles 30 de abril, el Centro Social Cultural Deportivo y Religioso Hebraica vivió una de las ceremonias más significativas de su calendario anual. En el Anfiteatro Jacobo y Sofía Mishkin se llevó a cabo el acto central de Yom Hazicarón y Yom Haatzmaut 2025, que este año llevó el nombre de “Mariposas de esperanza”.
La Ner Zicarón (llama del recuerdo), junto a la cual se llevaron a cabo las tradicionales guardias de honor desde el día anterior, permaneció encendida hasta darse inicio de la celebración de la independencia
La ceremonia comenzó con el encendido solemne de velas en homenaje a los soldados caídos del Tzáhal y a las víctimas del terrorismo. A través de textos, canciones, imágenes y silencios cuidadosamente elegidos, se rindió tributo a quienes dieron su vida por el Estado de Israel, incluyendo varios que fueron miembros de nuestra kehilá.
David Mishkin, presidente del CSCDR Hebraica, durante su saludo al público
El espacio se llenó de recogimiento y respeto, recordando también a los caídos más recientes, en un contexto especialmente doloroso tras los atentados del 7 de octubre de 2023, y mientras 59 rehenes aún continúan como rehenes en Gaza.
Varios jóvenes del movimiento Noar Le Noar fueron los presentadores del evento
Uno de los momentos más significativos fue el encendido simbólico de antorchas, inspirado en la ceremonia nacional del Monte Herzl de Jerusalén. Cada llama, representando a una de las 12 tribus de Israel, fue encendida por integrantes del movimiento juvenil Noar Le Noar, reflejando la continuidad generacional y el compromiso con el futuro de Am Israel. Este gesto rindió homenaje a figuras judías de todo el mundo que encarnan los valores, la diversidad y la fuerza de nuestro pueblo; y marcó la transición entre los actos de Yom Hazicarón y Yom Haatzmaut, del duelo a la esperanza, de la memoria al orgullo, y encendió la luz que dio inicio a la celebración.
Intervención musical de Pedro Stern, con acompañamiento musical de Harold Vargas y el coro de adultos de la kehilá
A partir de ese instante, la atmósfera cambió profundamente. La solemnidad dio lugar a la alegría y el canto, con una escenografía colorida, rikudim, banderas ondeando y el entusiasmo de cientos de participantes que celebraron los 77 años de la independencia del Estado de Israel.
Participación de uno de los grupos infantiles de rikudim de Hebraica
El programa artístico, también protagonizado por los jóvenes, ofreció un recorrido emotivo y vibrante por momentos clave de la historia israelí, destacando los valores de resiliencia, identidad y unidad y el tradicional cierre con la entonación del Hatikva, que se cantó de pie, con orgullo y emoción compartida.
El público acompañó con entusiasmo los números musicales
Posteriormente, el público pudo disfrutar de comidas típicas y actividades familiares en los espacios de la institución.
Este evento fue fruto del trabajo conjunto de los distintos departamentos de Hebraica y demostró, una vez más, que el vínculo con Israel es una parte esencial de nuestra vida comunitaria.
Entre lágrimas y sonrisas, Hebraica reafirmó su compromiso con la memoria, la identidad judía y el futuro de Am Israel.
Karina Anidjar, Departamento de Comunicaciones e Información del CSCDR Hebraica, y Redacción NMI.
Fotos Juan Carlos Sarli y Nuevo Mundo Israelita.
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