Por qué no se ven en Israel escenas como las de Gaza
Esta es la historia que pocas cámaras muestran
A quien quiere comprender la verdad de lo que ocurre en Israel en medio de la guerra, ni exagerar ni subestimar la problemática con la que lidia la población, le recomendamos modestamente leer esta nota.
Pero primero, la noticia de hoy.
A la casi diaria rutina de alarmas detonadas en amplias zonas de Israelpor la detección de misiles lanzados desde Yemen, se agregó este martes el disparo de cohetes desde Siria, por primera vez en mucho tiempo, lo cual activó las alarmas en los Altos del Golán aledaños a la frontera con Siria. E ejército comunicó a través del portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel, que respondió al juego en el frente norte, atacando los sitios desde los que se había registrado el ataque.
Hay que entender algo clave, más que nada teniendo en cuenta que el mundo está expuesto a las fuertes imágenes de la destrucción en la Franja de Gaza, y que ve mucho menos de lo que se vive en Israel.
La razón por la que no hay en Israel escenas de destrucción de esa envergadura, es que mientras los terroristas usan a su propia población como escudos humanos, Israel dedica enormes recursos a proteger a su gente. Esto se traduce en varios elementos de un mosaico que hace la diferencia entre la vida y la muerte:
– El sistema de defensa anti aérea de Israel, compuesto por varias capas que se activan de acuerdo a la entidad de la amenaza en camino, es el más desarrollado del mundo, Está concebido para poder lidiar con diferentes tipos de misiles que llegan desde distintos punto y a alturas variadas. No es hermético, pero tiene altos porcentajes de éxito. Esto significa que la enorme mayoría de los misiles y cohetes lanzados hacia Israel, son interceptados a tiempo y destruidos en el aire.
Esto no es mera teoría. Se traduce en un resultado muy práctico. Si no existiera la defensa anti aérea , que requiere una enorme inversión de seguridad, cada misil lanzado impactaría en tierra, causaría estragos y podría matar a cientos de personas. La única razón por la que eso no sucede es que Israel dedica constantemente esfuerzos a impedirlo en forma activa, lo cual quita por cierto presupuesto para otras cosas necesarias. Pero primero, la vida.
– Otra pieza esencial en ese mosaico es el sistema de alarmas que alerta a la población, le da tiempo a resguardarse y refugiarse. Ultimamente se le ha vuelto a perfeccionar, agregando en el caso de los lanzamientos desde Yemen-que por la distancia llevan más tiempo hasta llegar a Israel- una “pre-alerta” que suena unos pocos minutos antes de la alarma y advierte que pronto llegará la alarma. Da algo más de tiempo a la gente para organizarse. Es clave para quien está conduciendo, quien tiene que bajar al refugio en su sótano y no tiene en su departamento, quien tiene que mover a sus niños de una habitación a la pieza más segura.
– Evidentemente, los refugios mismos y el esfuerzo que hace el comando de Defensa Civil para explicar a la población cómo actuar en cada caso, es de enorme importancia.
A todo esto se suma otro elemento, que va más allá del tema de la destrucción que se logra evitar en general.
El israelí promedio es resiliente y trata de aferrarse al mensaje de la continuidad de la vida. Cuando hay un atentado, podrá haber placas recordatorias o monumentos, pero no se deja el sitio destruido perpetuado para que sirve de memorial de sufrimiento. La ciudadanía entiende que debe empujar hacia adelante para poder seguir viviendo. Si hubiera caído ante los continuos intentos de diversos enemigos de destruirle, ya nada podría funcionar.
Todo esto no significa ni que el daño del 7 de octubre del 2023 haya sido pequeño-en víctimas y en daños materiales- ni que todo se haya podido solucionar rápidamente.
Claro está que las vidas no volverán. Ni los asesinados el día de la masacre ni los más de 450 soldados más que cayeron en combate.Hubo miles de heridos, sigue habiendo en combate, y para muchos, la vida cambió para siempre.
Cerca de 130.000 habitantes fueron evacuados del norte y el sur o se fueron por su iniciativa ya que la vida era insostenible en las condiciones impuestas por la guerra y los ataques constantes desde Gaza y Líbano. Del norte, unos 20.000 aún no han podido volver. Del sur, el número es un poco menor. Hay gente cuya casa ha sido destruida, otros que no son emocionalmente capaces de volver al lugar en el que perdieron a sus seres queridos. A nivel de comunidad, todas han sido afectadas.
Israel opta por seguir adelante y apostar por la vida, porque no tiene otra opción.
Compararán algunos entre las escenas de tanta gente desplazada en Gaza y las que se ven en Israel. Pero lo que aparece en pantalla muestra sólo una pequeña parte.En Gaza, lo que explica lo que se ve, no es sólo que Israel atacó y destruyó edificios. La razón central de lo que ha sucedido es que Hamas impuso una guerra, con su ataque del 7 de octubre, a la que Israel debía responder. Y que emplazó sus estructuras militares en medio de los civiles. Y que destinó su dinero a infraestructura armada terrorista, no a refugios para su gente sino sólo túneles para sus hombres.
Sin todo eso, no habría habido ni un muerto en Gaza.
Las imágenes muestran sufrimiento, es indudable, y las que cuentan son las reales, no las muchas inventadas que los palestinos hacen circular. No muestran todo el sufrimiento que se habría ahorrado, si los terroristas no hubieran lanzado un ataque salvaje contra Israel.
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