¿Qué o quién es Mahmoud Abbas? Ya lo sabemos. Presidente vitalicio de la Autoridad Palestina desde 2009, tiene casi 90 años y dobles y triples discursos que lo han dejado junto a sus estructuras aliadas en un definitivo callejón sin salida. Hoy, no ha cambiado nada de aquel que a la sombra de Arafat llegó a tener el poder absoluto en la AP. Hoy, aunque muchos crean que es la solución para el pueblo palestino, en realidad es parte esencial de un problema insoluble, al menos por ahora.
El Fondo de los Mártires de la Autoridad Palestina es un programa financiero operado por la AP. Funciona a través de dos canales principales: la Fundación para el Cuidado de las Familias de los Mártires, que proporciona apoyo financiero mensual a las familias de palestinos que murieron, resultaron heridos o fueron detenidos en relación con actos de violencia terrorista contra israelíes; y el Fondo de Prisioneros, que realiza pagos a los palestinos actualmente recluidos en cárceles israelíes por comisión de actos de terror. El gasto anual, o sea, lo que se entrega a las familias de los asesinos asciende a 330 millones de dólares, equivalentes al 7 % del presupuesto por año de la AP. Estos premios astronómicos por matar o intentar matar ha fomentado y amparado el terrorismo. Y los donantes, bajo nombres de empresas diversas que en realidad entregan fondos de países islámicos en su mayoría, no tienen y nunca tendrán prurito alguno en seguir pagando para que maten judíos.
El 10 de febrero de este año 2025, el presidente de la Autoridad Palestina volvió a mentir por enésima vez, algo que forma parte de su ADN, y para ver si lograba complacer al nuevo presidente de Estados Unidos dijo públicamente que había firmado un decreto para poner fin al Fondo de los Mártires. Obviamente no lo ha cumplido. Primero, porque no tiene intenciones de hacerlo, y segundo, porque si siquiera lo disminuyera para mostrar que no es un mentiroso contumaz, tiene legítimo temor de que su vida correría peligro.
A los efectos de seguir desentrañando quien o qué es Abbas ahora, avancemos en las fechas de este semestre. A fines de abril, el presidente de la Autoridad Palestina dijo en una reunión en Ramallah que Hamás había dado “excusas” a Israel para continuar con sus ataques contra Gaza y agregó que Hamas “debe liberar a los rehenes y terminar con esto”. Además, calificó a Hamás como “hijos de perros” y exigió que Hamas se desarme y entregue el control de Gaza para poner fin a la guerra con Israel. En el islam, los perros se consideran ritualmente impuros. Esta idea se inspira en una larga tradición que considera que la mera visión de un perro durante la oración tiene el poder de anular las súplicas de un musulmán piadoso.
Fueron los comentarios más duros de Abbas contra Hamas desde hace 18 meses cuando se perpetró el pogromo del 7/10/23. Un terrorista que hizo de vocero de Hamas condenó lo que llamó el “lenguaje despectivo” de Abbas hacia “una proporción significativa… de su propio pueblo”. Algún ingenuo, si es que existe, podría pensar que Abbas mutó y ahora está dispuesto a enfrentar al terrorismo de Hamas. Sería peor que ingenuo pensar eso, porque Abbas financia terrorismo, y no hace 18 meses.
Así que en esa reunión de lo que llaman el Consejo Central Palestino, Abbas agregó: “Hamás ha dado a la ocupación criminal excusas para cometer sus crímenes en la Franja de Gaza, siendo la más destacada la toma de rehenes. Hijos de perros, liberen a quienes tengan retenidos, dejen de lado sus excusas y entreguen la responsabilidad sobre Gaza y sus armas a la Autoridad Palestina y conviértanse en un partido político”. O sea, a Abbas no le molesta el pogromo del 7/10, más bien lo contrario, no tiene intenciones algunas de cumplir con sus discursos vacíos y mentirosos sobre la paz con sus vecinos, a quienes califica de criminales, simplemente quiere el poder absoluto que nunca pudo tener en Cisjordania y Gaza y cree que puede darles órdenes a los restos de Hamas. Esta ecuación cierra sin problemas con las palabras de uno de los miembros de Hamas Bassem Naim acusando a Abbas de tratar a “una significativa parte del pueblo palestino de forma muy despectiva y pretende culparnos por los crímenes de la ocupación”. Aunque la AP y Hamas se insulten y hasta se odien, no llegan al final del camino porque para ambos el enemigo es la nación judía y exterminarla es bien visto por los dos. Y esto último tuvo nuevamente comprobación hace 10 días cuando Abbas volvió a mostrar su rostro verdadero. Le dio una entrevista al diario oficial de la AP Al-Hayat Al-Jadida y señaló: “El 7 de octubre de 2023 Hamas logró importantes objetivos. El ataque hizo temblar los cimientos de la entidad israelí. El operativo dejó en claro que la entidad israelí no tiene un ejército invencible sino con muchas flaquezas. No pudieron descubrir lo que Hamas había planificado ni pudieron evitar el ataque y las pérdidas que tuvieron. Pero por más importantes que hayan sido los logros de Hamas, eso no es comparable con las pérdidas que sufren los residentes de Gaza”. Mahmoud Al-Habbash, asistente de Abbas presente en la entrevista, comentó que el ataque del 7 de octubre fue “legítima resistencia y de ninguna manera ataques terroristas”.
Estas declaraciones donde se legitima por Abbas y sus esbirros la barbarie del 7/10 no le ha movido un pelo ni a Francia ni a Arabia Saudita que han convocado para la próxima semana una reunión en la ONU para subir el estatus internacional de la AP. Es que precisamente Abbas sigue con dobles discursos, que en realidad es uno solo. Glorifica el pogromo de octubre, paga por matar judíos, hace que se pelea con Hamas, pero sólo pretende el poder absoluto a costa de lo que sea. Y aunque Estados Unidos haya hecho públicas advertencias a Macron sobre la convocatoria a una reunión ridícula, peligrosa (por premiar al terrorismo), Francia también marca sus posturas históricamente desequilibradas (y peor) en relación no al Estado de Israel, sino a toda la nación judía. Como si fuera poco, Abbas decidió enviar una carta a Macron y hacerla pública, y en la misma mentir 8 veces, a ver si logra avanzar en lo que realmente piensa cuando en la nota periodística que hemos mencionado, Israel es una “entidad” o un “criminal”. Abbas siempre quiso la paz, pero la de los sepulcros.
La carta a Macron dice con mucho caradurismo: 1. “Condenar el ataque (así lo llama) del 7/10 y que Hamas devuelva a los secuestrados; 2. “Desarme total de Hamas y establecer que nunca más tendrá rol alguno de gobierno”;3. “Crear una fuerza internacional árabe que proteja a la AP y mantenga el cese del fuego”;4. “Que solo la AP sea quien gobierne Gaza”;5.” Hacer reformas en la AP con un nuevo sistema de seguridad social; reforma educativa, transparencia económica y más participación de los jóvenes y las mujeres”;6. “Elecciones en un año”;7. “Acuerdo de paz con Israel”; 8. “Supervisión internacional que impida y sancione los discursos de odio”. ¿Condena o no condena el 7/10? ¿Reformas? ¿Piensa que nadie sabe lo que se enseña en la AP sobre destrucción de Israel? ¿Transparencia después de más de dos décadas de robar miles de millones delante de las narices de los donantes europeos y árabes y de usar 300 millones de dólares anuales para premiar crímenes contra los judíos? Hace 18 años que se esperan elecciones, y ahora las convoca para dentro de un año. Perverso y repugnante. ¿Impedir la incitación cuando hace una semana habla de los logros de Hamas perpetrando un pogromo? Independientemente de tanta retórica falsa que no conduce a nada (lamentablemente), en la Francia que aplaude esta carta tragicómica, la semana pasada fueron objeto de vandalismo el memorial del Holocausto de París, tres sinagogas y un restaurante del centro de la capital. Los actos antisemitas representan más del 60 por ciento de la violencia en Francia, y el año pasado 2024, Francia registró 1.570 actos antisemitas en comparación con 436 en 2022.
La máquina del terrorismo no la va a frenar Macron ni aún queriendo e incluso creyendo los dobles y triples discursos de Abbas. Pero quizás, por una vez en la historia, pudiera hacer algo para que el centro de la violencia antisemita de Europa no sea Francia como sucede desde hace muchos años y especialmente desde hace 18 meses.
Minucia. Nunca entenderé que se califique a los árabes de Israel como… palestinos, teniendo en cuenta que los judíos son «palestinos» originarios muchos siglos antes de Mahoma.