Por Israel


Defendemos un ideal no a un gobierno
Síguenos en Facebook Twitter Twitter YouTube RSS Feed
| jueves junio 26, 2025

Las quimeras no tapan la realidad


Esta semana se inició con un posteo presidencial desde Washington señalando que los combates entre Israel e Irán llegaban a su fin. Mientras el mundo intentaba descifrar si el posteo era cierto, Irán asesinaba civiles en Beersheva e Israel bombardeaba Teherán. Desde Estados Unidos, el presidente ordenó que ambos países cesaran el fuego y no lo hizo de buen talante. Pero dicho alto al fuego que hoy está vigente no se sabe qué es. ¿Un documento con firmas responsables o un posteo al que hay que atenerse como sea?

Primero, para Irán es obviamente una hudna, que en idioma, cultura y aplicación árabe es “un cese de las hostilidades que no implica el fin del conflicto, por lo que a menudo se traduce como alto el fuego.” Segundo, no hay posibilidad de que sea otra cosa que una hudna, porque mientras sigan en el poder los Ayatolas, la fatwa (el dictamen y orden) del Ayatola Khomenei de 1979 de que Israel debe ser exterminado, sigue plenamente vigente. O sea, un alto al fuego para rearmarse y no importa cuanto demore, volver al objetivo marcado por los medios más contundentes que consigan. Tercero, Israel sabe muy bien cómo han sido los altos al fuego, o sea, hudnas, con los terroristas creados y armados por Irán, Hamas, Hezbola, Yihad Islámica.

Desde la presidencia de EE. UU. hubo multiplicidad de llamadas con Israel muchas horas antes que la Casa Blanca dijera que se había terminado la guerra. Simultáneamente hubo conversaciones telefónicas entre Qatar e Irán. Otra vez Qatar, ¿verdad? Ahora fue, o así nos lo presentan, el gran mediador entre Estados Unidos e Irán, para que el gobierno de los Ayatolas aceptara cesar el fuego. ¿Qué se conversó en tantas llamadas? Probablemente no se sepa nunca.

Sí sabemos que Irán dejó de asesinar civiles e Israel tuvo que detener su ofensiva para terminar con las lanzaderas de misiles, entre otras cosas, que quedaron en el camino. El presidente norteamericano dijo que es un cese del fuego para siempre. No hay hudnas para siempre. Y en este caso lo confirmaron varias autoridades iraníes cuando de inmediato declararon que nadie impediría que retomaran su carrera nuclear. Tienen suficiente uranio y bien escondido. Por lo tanto, el “para siempre” es una declaración muy bien intencionada, pero difícil de aplicar. Ese uranio en manos de Irán limita todas las declaraciones de estos días. Apenas Irán diga más abiertamente qué hará con el material, para Israel y quizás para Estados Unidos la hudna puede convertirse en una quimera.

Hamas, Hezbola, Yihad Islámica y los hutíes con muchos misiles en su poder no intervinieron durante los 12 días de guerra entre Israel e Irán. En las conversaciones cruzadas entre Israel y EE. UU. y Qatar e Irán, no parece haberse incluido estas situaciones latentes. Y no lo parece porque la guerra en Gaza no se detuvo ni un instante, porque Israel atacó durante la guerra con Irán, posiciones de Hezbola en el Líbano, porque Yihad Islámica retiene varios de los secuestrados. Faltaría saber dónde quieren y pueden llegar los hutíes, hoy ya sin poder lograr más apoyo de un Irán muy disminuido por sus enormes pérdidas de hombres y armamento. Pero no es un contexto ajeno, todo el contexto en Medio Oriente forma parte del mismo tablero de ajedrez.

Y los secuestrados israelíes siguen secuestrados. No hay alto al fuego si Israel no los recupera. Y para lo que queda de Hamas, que no es poco, inmolarse e inmolar a los millones de palestinos en Gaza no les preocupa, porque eso no es parte de su ADN. Irán sintió la pérdida de apoyo cuando China expresó sin levantar la voz que el estrecho de Ormuz (por el que le llega el flujo de petróleo del propio Irán) no podía cerrarse ni un segundo. Rusia miró para el lado de Ucrania y siguió matando civiles ucranianos. Le quedó Maduro, Lula y Petro.

Poco para impedir su derrota militar. Pero Hamas es diferente. Ni Rusia ni China ni sus cómplices latinoamericanos lo abandonan, todo lo contrario. Y eso hace que además de terroristas, les siente cómodo ser terroristas suicidas.

Producido el alto al fuego entre Israel e Irán, se reunió el Consejo de Seguridad poniéndole un pomposo título a la sesión: “estudio de los recientes acontecimientos relacionados con la implementación de la resolución 2231 del 2015 sobre un plan amplio de acción conjunta para monitorear el programa nuclear de Irán”. Las declaraciones de Irán en la reunión confirmaron que apenas hay una hudna. Las de Israel fueron tajantes. Los demás confirmaron que la ONU no está en decadencia sino algo peor, o sea, un espacio vacío de contenido e incapaz de hacer nada que no sea escuchar planteos discordes que quedan en actas que quizás alguien lea.

Irán dijo que rechazaba tajantemente todas las acusaciones de terrorismo y que quedara en claro que no había iniciado la guerra. Empezó mintiendo, ya que como dijimos en esta columna la semana pasada, Irán declaró hace 46 años que su gran objetivo era exterminar a la nación judía. Allí empezó la guerra. Que niegue las acusaciones de terrorismo es obvio en un mentiroso que es el mayor patrocinador y ejecutor de bestiales actos de terrorismo y apoyo a grupos terroristas en todo el mundo. Pero Irán fue más claro aún en el Consejo:” Las fuerzas armadas de Irán están preparadas para repeler cualquier violación al alto el fuego. Los que creyeron que nos rendiríamos incondicionalmente y abandonaríamos nuestro programa nuclear para fines pacíficos se han equivocado. No hay ninguna prueba que estuviéramos intentando fabricar una bomba nuclear”. Todo el Consejo de Seguridad sabe que enriquecer uranio a más del 60% es una acción con fines muy lejos de lo pacífico. Irán lo hizo a la vista de todos, pero nadie en esta reunión ni en los 20 años previos lo detuvo.

Dany Danon, embajador de Israel, dijo:” Israel es una nación pacífica, rezamos por la paz tres veces por día. Vamos a responder con toda nuestra fuerza a cualquier violación del alto al fuego y a cualquier amenaza contra nuestra existencia. Si hubiera un Premio Nobel al engaño, el régimen de Irán lo ganaría todos los años. Mientras la diplomacia conversaba, Irán construía; mientras se negociaba, Irán enriquecía uranio; cuando la diplomacia tenía alguna esperanza, Irán mentía. Teherán ha violado la resolución 2231 impunemente desde que existe esa resolución, pero este Consejo, una y otra vez ha rehusado a verlo y menos a admitirlo. Ahora la comunidad internacional sabe lo que Israel sabía hace mucho tiempo, o sea, que Irán trabajaba cómodamente en instalaciones escondidas para hacerse de un arma nuclear protegido por la impunidad. Se nos dice una y otra vez que hay que darle una oportunidad a la diplomacia. Se dieron incontables oportunidades y fracasaron estrepitosamente. Estados Unidos y nosotros hemos hecho nuestra parte. Ahora el mundo deberá hacer la suya”.

El representante ruso no escatimó esfuerzos para mostrar dónde obtuvo Irán uno de los apoyos para su historia de impunidad. Rusia condenó a Estados Unidos e Israel por la violación de la Carta de Naciones Unidas, de resoluciones del Consejo de Seguridad, y de la Organización Internacional de Energía Atómica e “Irán está amparado por el Tratado de no Proliferación de Armas Atómicas para poder usar energía nuclear.” No se ruborizó y nadie sonrió, porque no es gracioso que a ese nivel uno de los países con veto en el Consejo se atreva a amenazar de esa manera. El mayor violador de la Carta de la ONU a la cual la ha convertido en papel picado acusa a otros Estados. Mientras él hablaba, otra vez, y al mismo tiempo Rusia estaba matando civiles ucranianos. Ya no le interesa pelear una guerra que él mismo desató, sino que además sólo busca terminarla con el exterminio de civiles que están en sus casas. Y además dice que Irán sólo quiere usar energía nuclear para fines pacíficos. La amenaza es clara. Irán cuando pueda va a reiniciar su carrera nuclear y ya sabe desde antes de ayer quien es una de las potencias que le dará, otra vez, impunidad.

Lo que sucedió el 7/10/23, y el antisemitismo mundial desatado inmediatamente, debería hacernos entender que lo que el presidente de Estados Unidos llamó la guerra de los 12 días, fue una etapa, quizás primera, de un futuro con más interrogantes que respuestas. Israel derrotó a Hamas y a Hezbola y ahora a Irán. Pero la supervivencia en paz no es un tema de victorias, sino que quienes tienen como objetivo la aniquilación de la nación judía no puedan seguir intentándolo. ¿Por qué podrían tanto Irán como sus tentáculos hacerlo? Porque siguen existiendo con impunidad. Irán en una mesa de negociaciones, jamás cumplirá ninguna decisión. Israel lo sabe, a los demás no les importa más allá de sus intereses. Y allí está la quimera sobre hacer paz adentro de un volcán y la realidad de que la fatwa de Khomeini sigue en pie

 
Comentarios

Aún no hay comentarios.

Deja un comentario

Debes estar conectado para publicar un comentario. Oprime aqui para conectarte.

¿Aún no te has registrado? Regístrate ahora para poder comentar.