Eylon Levy dirige Spokesoffice, una iniciativa de la sociedad civil para defender a Israel y al pueblo judío en los medios internacionales Foto instagram
Durante los primeros seis meses de la guerra contra Hamás fue el rostro de Israel desde la oficina del primer ministro, antes de ser despedido de forma “poco ceremoniosa”. En esta entrevista reflexiona sobre el reto que enfrenta el Estado judío en una guerra mediática que lleva perdida
En los meses posteriores a la masacre perpetrada por Hamás el 7 de octubre de 2023, Eylon Levy, nacido en el Reino Unido, se convirtió en uno de los rostros más reconocidos como portavoz clave del Estado de Israel.
Con títulos de las universidades de Oxford y Cambridge, Levy, quien emigró a Israel en 2014 y sirvió en las FDI, se desempeñó anteriormente como portavoz internacional del presidente israelí Isaac Herzog, tras una carrera como presentador de noticias de televisión.
Actualmente, Levy dirige Spokesoffice, una iniciativa de la sociedad civil para defender a Israel y al pueblo judío en los medios internacionales. Además, es traductor profesional y recientemente trabajó en el bestseller del New York Times, Hostage, las conmovedoras memorias de Eli Sharabi sobre su cautiverio en manos de Hamás.
Hablamos recientemente con Levy para tratar sobre la guerra de información que enfrenta Israel. Esta entrevista ha sido editada y condensada para mayor espacio y claridad.
¿Por qué Israel no ha logrado transmitir su mensaje durante estos dos años de guerra?
Ante todo, debemos ser sinceros: Israel está luchando en un campo de batalla desigual. Las probabilidades están totalmente en nuestra contra, debido a la demografía mundial, las tendencias ideológicas a largo plazo de izquierda y derecha, y al funcionamiento de los algoritmos de las redes sociales.
Uno de los problemas que hemos encontrado en esta guerra es que mucha gente realmente quiere creer lo peor sobre los judíos e Israel. Por lo tanto, la batalla a menudo no es un debate entre bandos bien intencionados. Algunos tienen el objetivo claro de presentar a Israel como peor que la Alemania nazi, para legitimar su eventual destrucción.
Esto debe tratarse como una guerra de información y una amenaza a nuestra seguridad nacional, pero Israel nunca ha definido la batalla por la opinión pública mundial como un asunto de seguridad nacional. Históricamente, este frente ha estado subfinanciado y ha sido saboteado a la menor oportunidad, sin mencionar la total falta de disciplina en los mensajes del gobierno israelí y de los políticos, que hacen declaraciones dirigidas a sus propias bases y que terminan causándonos un daño tremendo a nivel internacional.
En definitiva, se trata de una combinación de factores: una guerra de información despiadada y premeditada contra Israel, diseñada para deslegitimarlo, y un aparato estatal que prácticamente ignora la amenaza y no le ha dedicado los recursos necesarios.
Y todo esto debe situarse en un contexto que se vuelve cada día más difícil, porque la opinión global ha estado en contra de Israel.
¿Qué papel juegan las imágenes y las fake news y la inteligencia artificial?
Cuando analizo lo que está envenenando a la opinión pública mundial, no tiene nada que ver con la revolución tecnológica, sino con la clásica guerra de información política librada por personas que tienen una agenda.
¿Cómo pueden los influencers de las redes sociales contribuir a difundir eficazmente el mensaje de Israel?
Detesto el término influencer. Creo que es mucho más preciso decir, como Elon Musk, «Ahora ustedes son los medios». La gente recurre cada vez más a personas de confianza como fuentes de información, no necesariamente a organizaciones del establishment.
Uno de los problemas que hemos encontrado en esta guerra es que mucha gente realmente quiere creer lo peor sobre los judíos e Israel. Por lo tanto, la batalla a menudo no es un debate entre bandos bien intencionados. Algunos tienen el objetivo claro de presentar a Israel como peor que la Alemania nazi, para legitimar su eventual destrucción
Se puede usar esto con diferentes efectos, y cada influencer tendrá diferentes habilidades. Algunos predicarán a los ya convencidos, pero eso es crucial porque estos, la base, la audiencia proisraelí, están ávidos de información y de saber cómo refutar las acusaciones que se hacen contra Israel. Quieren disponer de temas de conversación e ideas, y ahí es donde la gran cantidad de podcasts y creadores de contenido son cruciales.
Y luego está el uso de las redes sociales para atraer también a una audiencia global más amplia: personas que no están necesariamente convencidas, pero que están siendo bombardeadas con información por todos lados.
¿Queda alguna legitimidad en los medios más consolidados, los llamados medios tradicionales?
Los medios tradicionales son cruciales, porque las personas pueden ser sus propios medios de comunicación, pero eso no las convierte en periodistas. No están comprometidas con los estándares básicos para analizar una historia y obtener las respuestas necesarias. Los influencers son activistas; por lo tanto, el contenido de la historia de los medios tradicionales que se publicará en el New York Times, por ejemplo, tiene un gran peso y, por sí mismo, tiene valor probatorio, porque ha pasado por ese proceso y ha sido examinado por todos esos pares de ojos, y no depende de lo que un influencer decida imponer en X/Twitter.
Por lo tanto, es importante que llegue a los responsables políticos y sustente sus decisiones, y no puede descuidarse en favor de las redes sociales. Hay que apelar a ambos.
¿Cuál es la manera efectiva de defender el caso de Israel?
Tenemos que explicar que Israel está librando una guerra. Este enfoque es absolutamente crucial. En el mundo existe la impresión de que el 7 de octubre fue tan solo un ataque terrorista, aunque quizá uno de gran magnitud, y que, a continuación, Israel declaró una guerra contra fantasmas o contra la población inocente de Gaza.
No comprenden que el 7 de octubre fue un acto de guerra premeditado por un ejército terrorista yijadista, que tiene una política abierta de sacrificar a sus propios civiles en el campo de batalla, ni de que el 7 de octubre fue un genocidio en sí mismo, fue el pistoletazo de salida de un conflicto regional destinada a arrastrar a los aliados de Irán a una guerra de aniquilación.
Tenemos que explicar que Israel está librando una guerra. Este enfoque es absolutamente crucial. En el mundo existe la impresión de que el 7 de octubre fue tan solo un ataque terrorista, aunque quizá uno de gran magnitud, y que, a continuación, Israel declaró una guerra contra fantasmas o contra la población inocente de Gaza
Por lo tanto, es importante recordarle a la gente el panorama general de lo que está sucediendo y por qué está sucediendo, ayudar a comprender las imágenes que ven, y a culpar a Hamás por la destrucción causada por la forma en que luchan.
Ahora creo que Israel se encuentra en la posición de diplomática pública más sólida en dos años, porque su mensaje es que exigimos la plena implementación del plan de paz estadounidense que todo el mundo ha firmado. No se trata de Israel contra el mundo. Es Israel instando al mundo a actuar y a cumplir con sus propias políticas.
¿Cuál es el objetivo de Spokesoffice?
Desde que me expulsaron de forma poco ceremoniosa de la oficina del primer ministro, he liderado esta iniciativa de la sociedad civil para que los defensores más destacados de Israel y del pueblo judío aparezcan en los medios internacionales.
Desde principios de este año hemos publicado más de 700 entrevistas en medios globales, ya sea mías o de un talentoso elenco de exfuncionarios que ofrecen su tiempo para defender a Israel en los medios internacionales, porque lo consideran su deber cívico.
Sabemos que hay muchos canales de noticias donde se habla de Israel, a menudo sin una perspectiva israelí, y estamos tratando de salir y conquistar el tiempo en pantalla del pueblo judío para asegurarnos de que las mentiras contra nosotros no queden sin respuesta.
Y, con eso, las redes sociales también son cruciales, ya que tengo muchos seguidores que me consideran una de sus fuentes de información sobre cómo defendernos.
*Periodista y escritora.
Fuente: The Jerusalem Report.
Traducción Sami Rozenbaum, Nuevo Mundo Israelita




















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