El PM Benjamin Netanyahu hoy (domingo 8 de junio), hizo las siguientes declaraciones a comienzos de la reunión de Gabinete

“Durante el fin de semana, líderes de Hamas reiteraron su intención de destruir al Estado de Israel. Quien esperaba que la unidad palestina entre Fatah y Hamas moderaría a Hamas, está equivocado. En lugar que la Autoridad Palestina tome el control de Gaza, se están viendo más y más signos que está ocurriendo justo lo contrario, por ejemplo que Hamas está incrementando su control en zonas de la Autoridad Palestina en Judea y Samaria (Margen Occidental). Por lo tanto, se debe aplicar presión internacional sobre Abu Mazen (Presidente de AP, Mahmoud Abbas) para disolver la sociedad con Hamas. Esto toca las raíces del conflicto y las raíces de una solución en la que la paz sea lograda entre nosotros y los palestinos. En todo caso, Abu Mazen prometió mantener todos los compromisos anteriores, y el primero de éstos es honrar el compromiso de desmilitarizar las zonas bajo el control del gobierno palestino, incluyendo – por supuesto – la Franja de Gaza.

Durante el fin de semana además escuchamos una interesante declaración del gobierno de Australia de un tenor que no siempre escuchamos. Simplemente decía que Jerusalén Oriental no es territorio ocupado; lo mínimo es que es un área en disputa. Para decirlo sostenidamente y con tal claridad y, diría, coraje, es refrescante dado el coro de hipocresía e ignorancia, ignorancia no sólo de la historia antigua, sino de la historia reciente y actual. ¿Qué es lo que ha pasado realmente aquí? ¿Quién invadió a quién? ¿Quién ocupó qué? ¿Cuál es el tema de negociación? ¿Cuál es la zona en disputa? Esas son nuevas cosas. Ciertamente valoro esta postura por parte del gobierno australiano y estoy seguro de que todos quienes quieren ver un acuerdo aquí basado en la paz, la justicia y la verdad – y es imposible construir la paz en base a mentiras históricas – acordarán. Hay una verdad y debe ser tomada en cuenta. Requiere muchas pero muchas conclusiones y medidas, pero ciertamente no requiere de la santificación de las mentiras.

CIDIPAL