La sección de Nitzavím (firmes) contiene algunos de los principios más fundamentales de la fe judía:
La unión del pueblo judío: «Todos ustedes se encuentran hoy firmes ante Di-s, su Di-s, los jefes de sus tribus, los ancianos, los oficiales, todos los hombres de Israel; los niños, las mujeres, el extraño que vive con ustedes; desde el leñador hasta el aguatero».
La futura redención: Moshé advierte sobre el exilio y la desolación de la tierra que ocurrirá si el pueblo abandona las leyes Divinas. Sin embargo luego profetiza que, al final, «Retornarás hacia Di-s… Aunque tus desterrados estén en el extremos del cielo, también de allí te reunirá Di-s… y te traerá a la tierra que tus padres poseyeron».
La practicidad de la Torá: Porque este mandato que te prescribo hoy no está más allá de ti, ni está lejos. No está en el cielo… No está del otro lado del mar… Por el contrario, es muy cercano a ti, en tu boca, en tu corazón, para que lo lleves a la práctica».
El libre albedrío: «Mira, pongo ante ti hoy, la vida y lo bueno, la muerte y lo malo… Y elegirás la vida».
La sección de Vaiélej (y él fue) recuenta los eventos del último día de la vida terrenal de Moshé. «Tengo ciento y veinte años hoy,» dice Moshé al pueblo, «y no puedo salir y entrar más». Moshé transfiere el liderazgo a Ioshúa, y escribe (o concluye la escritura de) la Torá en un rollo que deja en manos de los Leviím para ser guardado en el Arca del Pacto.
El precepto de Hakel (reunir) es dado: cada siete años, durante el festival de Sucot del primer año del ciclo de Shmitá (año sabático), todo el pueblo judío, hombres, mujeres y niños, deben reunirse en el Templo de Ierushaláim, donde el rey debe leer de la Torá frente a ellos.
Vaielej concluye con la predicción de que el pueblo judío se apartará del pacto con Di-s, causando que Di-s se oculte, pero también con la promesa de que las palabras de la Torá «no serán olvidadas de las bocas de tus descendientes».
LA TORA ES DE TODOS
Nuestra parashá comienza diciendo: «Todos ustedes se encuentran hoy firmes ante Di-s, su Di-s, los jefes de sus tribus, los ancianos, los oficiales, todos los hombres de Israel; los niños, las mujeres, el extraño que vive con ustedes; desde el leñador hasta el aguatero». Y acá surge un interrogante, si ya dice “Todos ustedes” ¿por qué es necesario especificar “los jefes de sus tribus, los ancianos, los oficiales, todos los hombres de Israel; los niños, las mujeres, el extraño que vive con ustedes; desde el leñador hasta el aguatero»? Es que la Torá no tiene un dueño en particular, sino que es de todo el pueblo judío, sin que importe su nivel de sabiduría ni el lugar que ocupa en la sociedad. Como se dice comúnmente: “El cerebro es el órgano mas elevado del cuerpo humano, pero necesita del simple pie para trasladarse”.
Existe esa persona vanidosa, que no habla de sus aptitudes. Se comporta con delicadeza, como corresponde a la persona modesta. Pero en su fuero íntimo pondera sus atributos personales, se aprecia exageradamente y se lamenta pues no es venerado como merece.
¿Por que Di-s no escucha mis plegarias?
Di-s creó el mundo para que podamos trabajar en él y para que seamos creativos
Por Zalman Nelson
Estimado Rabino:
La familia de una amiga mía está atravesando un momento muy duro. Ella pasa la mayor cantidad de tiempo en su casa orándole a Di-s para que su situación mejore, pero nada cambia. Trata por todos los medios de mantener la fe, pero cuanto más le ora a Di-s, más se enoja con él. ¿Debería aconsejarle que deje de orar para que no se moleste tanto con Di-s? ¿O debo aconsejarle que siga orando, aunque eso la lleve a enojarse aún más?
Respuesta:
Muchas gracias por la pregunta. Tu amiga es muy afortunada por tener una amiga como tú que se preocupa y ocupa por su bienestar.
Orar: parte de un todo
La pregunta anterior se vincula con un falso concepto respecto de cómo funciona la relación con Di-s, muy común entre las personas. Algunos creen que deberíamos orarle a Di-s, pedirle aquello que necesitamos y queremos, y ahí se termina todo. Creen que orar y tener fe en Di-s es suficiente para que, mágicamente, nos lleguen las bendiciones y los cambios que solicitamos.
Sin embargo, lo cierto es que deberíamos ser como el granjero fiel, que le ora a Di-s pidiéndole éxito y luego, convencido de que lo conseguirá, se avoca a la tarea de sembrar el campo.
Di-s creó el mundo para que podamos trabajar en él y para que seamos creativos. Sí, esta es una tarea difícil. Es posible que quedarse en casa sea más fácil, pero eso no es lo que Di-s pretende de nosotros en este mundo. Debemos construir el receptáculo para poder recibir las bendiciones. Dicho receptáculo no debe ser solo físico, sino también espiritual. Y solo podremos conseguirlo si aumentamos nuestra observancia del judaísmo. A través de estos canales, Di-s nos concede sus bendiciones. La plegaria debería acercarnos a Di-s y hacer que aceptemos con alegría aquello que Él quiere que hagamos en este mundo. Una vez que tu amiga ore de esta forma, podrá determinar qué cosas están a su alcance y puede modificar, y entonces, lo hará.
¿Qué es la plegaria?
La plegaria nos acerca a Di-s y nos recuerda que Él nos acompaña tanto en los momentos difíciles como en los momentos felices, y nos permite entender que Di-s todopoderoso realiza actos que no comprendemos. A través de la plegaria, podemos entender que todo aquello que excede nuestro poder, pertenece al ámbito de Di-s, y que nuestros deseos personales no necesariamente se corresponden con lo que es mejor para nosotros. Así como un padre no siempre cumple con todos los deseos de sus hijos porque comprende las distintas situaciones con otra perspectiva, así también, nosotros debemos confiar en el juicio de Di-s, quien hace lo que es mejor para nosotros. La plegaria nos conecta con Di-s, nuestro Creador. Las plegarias judías se relacionan con la grandeza del Di-s infinito, quien creó toda la realidad y continúa siendo una parte muy activa en cada detalle de la vida cotidiana del ser humano, que es finito.
Por medio de la plegaria, también, podemos contemplar y reconocer las bendiciones que, literalmente, llueven sobre nosotros. A menudo, ni siquiera extendemos nuestras manos para tocar las gotas que caen del cielo. No nos detenemos a contemplar la creación de Di-s ni siquiera a percatarnos de cuán afortunados somos por estar vivos, en movimiento, rodeados de familiares y amigos. Cuando ponemos el foco en lo que queremos, pero que no estamos recibiendo, solo conseguiremos frustración, y crecerá en nosotros la sospecha de que Di-s no nos quiere. Una de las formas más nobles de caridad es la de ayudar al prójimo a encontrar una ocupación que lo construya como un ser autosuficiente. Al ayudar a tu amiga a concentrarse en aquellas cosas que sí puede controlar o cambiar y al remarcarle con gentileza los aspectos positivos de su vida, estarás haciendo una gran obra de caridad. (www.es.chabad.org)
Vivir una existencia para Di-s, rebasa con mucho el espácio sinagogal, para adentrarse en lo mas intimo de quienes a ÉL decidan entregar sus vidas … No se trata tanto del cumpliento puntual de una serie de preceptos (los cuales tienen su tiempo y su porque) como de percibir en cada uno de nosotros, el llamamiento a observar una vida santa (apartada para Di-os de la «mundanalidad») y ofrecer a los demas,testimónio vivo de los dónes recibidos, para Gloria de Aquel a quien todo pertenece
En estas fechas previas a Rosha ha Shana y Kipur, bueno es meditar acerca de ello, hacer balance personal del año transcurrido, y proponernos orientar debidamente desde ahora, nuestra relacion espiritual con Di-os , y por ende nuestra conducta con los demas, de acuerdo con el mandamiento recibido …
Quiera El Eterno bendecirnos e iluminar en tal sentido nuestro camino … «Amen»