David Horovitz
Jpost.com
01/04/2011
Notas del Editor: Saul Singer, coautor del re definidor de Israel «Start Up Nation», insta, a Israel y a sus partidarios, a internalizar cuán profundamente nuestra fenomenal capacidad para la innovación puede mejorar este planeta.
Para nuestro considerable pesar en The Jerusalem Post, nuestro súper inteligente, implacable cuestionador, intuitivo editorialista, Saul Singer, dejó el diario hace tres años para escribir un libro. Para gran beneficio, y aún en desarrollo, del Estado de Israel, ese libro fue “Start Up Nation: La Historia del Milagro Económico de Israel”.
Junto con el coautor Dan Senor, radicado en Nueva York, el jerosolimitano Singer se dispuso a responder a la pregunta de cómo nuestro diminuto país ha logrado, casi privado de recursos naturales y en medio de una constante lucha por la supervivencia física, sin embargo, a aventajar a todas las demás naciones de la Tierra, en términos de innovación de alta tecnología.
Los dos respondieron a esa pregunta con tanta convicción y estilo, como para convertir su libro en un best-seller, con más de 100.000 ejemplares impresos en su edición en idioma Inglés, y numerosas traducciones en lengua extranjera que van surgiendo en todo el mundo. Además, tan convincente fue su diagnóstico, que el libro está transformando gradualmente la percepción de Israel – por lo menos en algunas partes del mundo de la tecnología global. Start Up Nation, informa Singer, está siendo leído, en algunas economías, como una especie de manual “para” cómo orientar su economía para maximizar su talento para la innovación, con la experiencia de Israel considerada ejemplar.
Pero, como su libro deja en claro, y como Singer lo explicó en una entrevista esta semana, replicar el modelo israelí no es tan simple. Existen, no hace falta señalarlo, características únicas de este país. Y los aspectos de su realidad geoestratégica, de su capacidad para absorber inmigrantes, de su necesidad de colocar inmensas responsabilidades sobre los hombros de los jóvenes en el ejército, son fundamentales para su capacidad de prosperar tan notablemente en el ámbito de la innovación.
Esa capacidad de innovación, dice Singer, ha transformando gradualmente la economía israelí durante las últimas tres décadas, pero tiene el potencial de lograr mucho más. Ya nos permite servir, realmente, como una «luz para las naciones,» sostiene Singer – salvar vidas, mejorar el mundo. Tikun Olam en la práctica.
Entre los ejemplos que cita Singer, tenemos la empresa pionera de automóviles eléctricos Better Place de Shai Agassi y el nuevo, espectacular y pionero enfoque de la enseñanza de Time To Know, que revoluciona el aula. (Se ha informado ampliamente, para dar un ejemplo más revelador, que la vida de la Congresista Gabrielle Giffords se salvó, después de recibir un disparo en Arizona en enero, porque el equipo médico de emergencia aplicó un vendaje elástico revolucionario, desarrollado en Israel, que crea presión para restañar rápidamente heridas en la cabeza).
Ahora, nosotros mismos, tenemos que internalizar el potencial más profundamente, dice Singer, mantener nuestra vanguardia, y comenzar a construir relaciones más profundas y más amplias en todo el mundo, para promover nuestro impacto positivo.
Cuando dejó el Post hace tres años, debo agregar, la mayoría de nosotros conocía a Saul como alguien tranquilo y subestimado, casi modesto – un colega que se articulaba con mayor eficacia en su escritura. El Saul de 2011 es un extrovertido con una causa, ensalzando la innovación israelí y su potencial todavía sin explotar, con pasión casi evangélica.
En ambas encarnaciones, debo enfatizar, Saul siempre ha sido amable, gracioso e impecablemente simpático. Pero un pequeño y encantador argumento secundario, es que escribir su libro sobre la transformación de la alta tecnología de Israel, e internalizar su impacto, muy evidentemente transformó también a Saul Singer. Comencemos con algunos conceptos básicos de Start Up Nation.
¿Cuándo fue publicado el libro?
En noviembre de 2009.
¿Y de dónde vino?
Surgió de una idea que Dan tuvo cuando era un estudiante en Harvard Business School en 2001. Encabezaba un grupo de estudiantes en un viaje a Israel – el primer grupo de ese tipo. En su mayoría no-estadounidenses.
Quería darles un libro sobre la innovación empresarial de Israel. No había ninguno.
Así que, años más tarde, decidimos escribirlo.
Habría sido difícil, para un nativo israelí, escribir, por sí solo, un libro como éste. Incluso yo, un olé (inmigrante) de más de una década y media de estar aquí, estaba demasiado cerca de algunas de las cosas. Se necesitaba un neoyorquino para reconocer lo que estaba siendo logrado aquí. Yo estaba adentro, era un periodista sobre ese tema. Yo estaba acostumbrado a quejarme de la economía. Él, como uno de afuera, se maravillaba con el escenario de emprendimientos.
¿Y cuán maravilloso es en realidad?
Verdaderamente increíble. Israel tiene el mayor número anual de nuevos emprendimientos (Start ups) en relación a cualquier país, fuera de EE.UU.,. No per cápita. En esto es el mayor. Punto. Tenemos alrededor de 500 por año, y toda Europa tiene 600-700. Nuestros 7,5 millones de habitantes en comparación con los 700 millones de habitantes de ese continente entero.
No hay sentimientos involucrados en la asignación de capital de riesgo para financiar nuevos emprendimientos. No le importa a dónde va. El capital de riesgo busca «la próxima gran cosa» – el próximo Microsoft o Google. E Israel recibe dos veces y media el capital de riesgo, per cápita, que Estados Unidos y 30 veces que el de Europa.
El porcentaje de nuestro PBI que se destina a investigación y desarrollo es del 4,8 por ciento. El promedio de la OCDE es del 2,5%, y el de EE.UU. es aproximadamente el mismo. Así que Israel está muy por delante en I&D civil.
¿Cómo explica el fenómeno? ¿Cuál es el secreto del emprendimiento israelí?
Eso nos lleva a la naturaleza de la innovación. Hay una diferencia entre ideas y nuevos emprendimientos. En general, si se pregunta, «¿Por qué Israel es exitoso?» La respuesta que se obtiene es que «hay un montón de gente inteligente aquí».
Pero esa no es realmente la respuesta.
Israel es el N° 1 mundial en patentes de dispositivos médicos por habitante. Pero no somos el Nº 1 en patentes por habitante en general. Hay cinco o seis países que están delante de nosotros, incluyendo a Corea, Japón, EE.UU., tal vez Suecia. Y esos países, con excepción de EE.UU., no tienen tantos nuevos emprendimientos. Por lo tanto, no proviene simplemente de la cantidad de ideas y del número de personas inteligentes.
¿Cuáles son los factores reales?
Hay otros dos factores: energía y voluntad de asumir riesgos. Israel tiene más, de esas cualidades, que otros países.
¿Y por qué es eso?
En el libro hablamos de siete u ocho razones. Dos de las más importantes se refieren al ejército y a la inmigración.
Existe la idea errónea que el ejército desempeña un papel central en la creación de nuevos emprendimientos israelíes, a través de varias unidades de alta tecnología de las FDI y a través de I&D militar. De hecho, la principal influencia militar es cultural. Así que muchos israelíes pasan por las FDI, aprenden habilidades de liderazgo, aprenden a trabajar en equipo, improvisación, sacrificio para un objetivo más amplio – éstas son cosas que no se aprenden en la escuela o en los negocios. Es una especie de tercera etapa en la vida.
Cuando la gente, en el extranjero, caracteriza aquello que es exclusivo acerca de la innovación israelí, se escuchan los dos mismos términos, una y otra vez: madurez y razón de ser. Y ambos proceden de la experiencia militar. Razón de ser proviene también del hecho que el propio Israel es un emprendimiento. Todos crecimos con la historia del país – con la determinación y el riesgo involucrados en su fortalecimiento. Cada generación mantiene esa determinación y disposición para asumir riesgos, para seguir fortaleciendo el país a su propia manera.
Para esta generación de emprendimientos aquí, no se trata sólo de ganar dinero y encontrar una salida. Está motivada por el deseo de contribuir para el país – sionismo del siglo 21 – y para el mundo. Ésta es la nueva forma de ser pionero. Nuestros abuelos drenaron los pantanos. Esto – innovación – es lo que hacemos nosotros.
La creación de nuevos emprendimientos es muy difícil de hacer. Cuando se tiene una gran idea, tienden a suceder dos cosas: Una, todo el mundo dice que estás loco. Dos, todo el mundo te recuerda que la mayoría de los nuevos emprendimientos fracasan.
Y eso es cierto. Así que se necesita mucha determinación y hay que estar preparado para asumir riesgos. Bueno, muchos israelíes encaran ambos desafíos.
¿Y dónde encaja la inmigración?
Casi todo el mundo aquí es un inmigrante, hijo de inmigrantes o nieto de inmigrantes. Eso, por su propia naturaleza, requirió determinación; refleja la voluntad de asumir riesgos.
Acaba de aparecer un estudio, en EE.UU., que mostró que la mitad de las empresas en Silicon Valley fueron fundadas por inmigrantes.
Este es el país más pro-inmigrantes de la Tierra. Aquí tenemos políticos que hacen campaña para tener más inmigrantes. ¡Tenemos un Ministerio de Absorción! Seguro, nos quejamos acerca de cómo funciona. Pero otros países vienen aquí a aprender de nosotros acerca de cómo absorbemos inmigrantes.
Hemos convertido un problema potencial en un activo.
¿Hubo factores claves que pusieron en movimiento este notable fenómeno de emprendimientos?
Los economistas hablan de «nodos» – ambientes donde una industria se desarrolla y crece. En Silicon Valley, el «nodo» constó de una empresa clave, Hewlett Packard, una gran universidad, Stanford, y un hermoso clima. En eso consistió. Israel tuvo los clásicos elementos del “nodo”. Intel vino aquí. Ésta fue su primera presencia de I&D fuera de Estados Unidos. Dov Frohman [el huérfano del Holocausto, criado en Israel, ex vicepresidente de Intel, que fue pionero en la investigación israelí de alta tecnología] había planeado venir en 1973, pero tuvo que posponerlo debido a la Guerra de Yom Kipur. Intel inauguró sus instalaciones aquí en 1975, que fue increíblemente temprano en términos de alta tecnología. Recuerda que, incluso en la década de 1980, había que apelar a algún ministerio del gobierno para obtener una línea telefónica. Éste no era el lugar más fácil para moverse, pero Frohman tenía la determinación y la energía. Hubo también grandes empresas pioneras israelíes, como Elron de Uzia Galil, que fue fundada en 1962. Teníamos grandes universidades. Y nosotros, también, teníamos un hermoso clima. Ese fue nuestro nodo.
Todo eso fue impulsado por el programa Yozma de la década de 1990, que creó un sector de capital de riesgo de la nada. Estableció una asociación de tres vías: fue proporcionada financiación gubernamental, fueron creados fondos locales de capital de riesgo e ingresaron fondos de capital de riesgo estadounidenses. El gobierno asumió parte del riesgo del sector privado. Y esa asociación financió todos los grandes emprendimientos de la década de los años 1990 – ICQ, Chekpoint, Comverse, Amdocs y muchos otros.
Yozma fue el programa gubernamental más exitoso de la historia. Llegó en el momento justo. Funcionó. Cumplió su función. Desapareció. El sector privado compró la parte del gobierno.
Así que había una especie de «tormenta perfecta» positiva en la década de 1990: Estaba Yozma. El proceso de Oslo, desde 1993, aligeró el aislamiento económico de Israel. La gente se olvida cuán fuerte era el boicot árabe, antes de eso. No había automóviles japoneses; un montón de otras asociaciones y presencias de personas, que ahora damos por sentado, no existían. Entonces se dio el crecimiento global de la economía mundial. EE.UU. estaba disfrutando de su auge de alta tecnología – la burbuja de Internet.
Y, por supuesto, estaba la enorme afluencia de los inmigrantes rusos. Nosotros fuimos los destinatarios, los beneficiarios, de gran parte del talento de una nación de 200 millones de personas – nosotros, en nuestro país de seis millones de habitantes. Fue una increíble inyección de capital humano. Y lo usamos muy bien. Había, por ejemplo, un gran número de ingenieros civiles y mecánicos, y lo que necesitábamos eran ingenieros eléctricos. Bueno, por $2.000 por persona, capacitamos ingenieros que se convirtieron en un valor de $200.000. Fue un retorno de 100 veces la inversión.
Ahora bien, en el año 2000, todas esas condiciones favorables se vinieron abajo. Apenas hay inmigrantes rusos. Oslo había terminado. Comenzó la segunda intifada. La burbuja de Internet estalló y la economía mundial se fue al sur. Así que el fenómeno de emprendimientos israelí debería haberse marchitado y derrumbado. Había sido quitada la alfombra que había debajo.
Y no lo fue ¿Por qué?
Israel obtuvo más capital global de riesgo en 2005 que el que obtuvo en 2000. En realidad avanzó durante esos años.
¿Cómo es eso?
Los emprendimientos israelíes han transformado la adversidad de todo tipo en una fuente renovable de energía creativa.
Observa todos los obstáculos que los emprendimientos enfrentan aquí. No tienen un mercado local lo suficientemente grande. No tienen fácil acceso al mercado regional, debido a la hostilidad. Israel está bajo ataque constante y bajo la presión constante del boicot. Todas estas adversidades han sido convertidas en activos.
Y esa energía creativa no sólo se ha centrado en la innovación de alta tecnología. También se ha canalizado hacia emprendimientos sociales. En las artes. La creación de nuevas empresas es sólo una parte de esto.
Así que la recesión económica mundial fue sólo un factor más con el que lidiar. Nuestra economía ha sufrido sólo un trimestre de crecimiento negativo desde que golpeara la crisis económica de 2008, y no sólo un año completo de crecimiento negativo. Nuestro mercado de valores fue el primero en recuperarse. El Banco de Israel fue el primero en elevar las tasas de interés – ¡lo que mostró que aquí existía la preocupación acerca de demasiada recuperación!
¿Por qué ocurrió todo eso? Por un lado, una economía centrada en nuevos emprendimientos, es menos vulnerable a una recesión mundial. No tiene montones de clientes, por lo que una caída en la cantidad de clientes tiene menos importancia. Por otra parte, un período de recesión es un buen momento para iniciar nuevos emprendimientos. La gente está sin trabajo. Están buscando algo nuevo. No se necesita demasiado dinero para hacer que un nuevo emprendimiento se mueva.
También, se está más dispuesto a tomar riesgos, porque hay menos que perder. ¿Cuán centrales son para nuestra economía general los nuevos emprendimientos de Israel?
Hay un gran debate sobre la importancia relativa de los nuevos emprendimientos y de las grandes empresas. Como lo dice Shimon Peres en el libro, los israelíes y los judíos tenemos una tendencia a estar insatisfechos. Eso fue efectivamente cierto en el sector de alta tecnología. Teníamos envidia de Nokia. La gente se preguntaba: «¿Dónde está nuestro Nokia? Si Finlandia puede hacerlo, ¿Por qué no podemos nosotros?» La gente ya no dice tanto eso, ahora que Nokia no está en tan buena forma. Pero todavía hay algunos que dicen que tenemos que erigir grandes empresas.
A lo cual yo digo, sí, pero eso tiende a minimizar la importancia de los nuevos emprendimientos. Somos y debemos seguir siendo una economía centrada en los nuevos emprendimientos. Esa es nuestra ventaja comparativa. ¿Envidiamos a las grandes empresas de otros países? Bueno, ellos envidian nuestros nuevos emprendimientos. Vienen aquí para aprender. Otros están pendientes de nosotros para la innovación.
El mundo necesita, más que nunca, innovación. El ritmo de cambio en el mundo está aumentando. Hace veinte años, ¿Quién sabía cómo se vería el mundo? ¿Qué edad tenía Mark Zuckerberg, seis años? [Diste en el blanco, Saúl cumplió siete años en mayo de 1991]. No existía Google. No existía Facebook. Apenas una Internet.
Veinte años a partir de ahora, se habrán producido aún más cambios. En un mundo como éste, el beneficio por la innovación sólo va para arriba. Es un mundo de oportunidades para los nuevos emprendimientos. Si nuestros nuevos emprendimientos se convierten en grandes empresas, está bien. Pero nuestro desafío para el futuro es producir crecientes cosechas de nuevos emprendimientos innovadores.
Probablemente debería haberte preguntado esto antes: ¿Cómo defines un emprendimiento?
Un nuevo negocio construido en torno a algo innovador. No necesariamente tecnología. Israel ofrece, cada vez más, tres tipos de innovación. En este momento, es mayormente en tecnología. Pero ya hay más «innovación en modelo de negocios» y «globalización».
Better Place de Shai Agassi es un ejemplo de ese segundo tipo de emprendimiento, la innovación de modelo de negocio. Su esencia es que Agassi reconoció que los automóviles eléctricos ya eran más baratos que los automóviles a gas si se incluyen los costos del combustible. Construyan automóviles e infraestructura para sustentar baterías intercambiables y, de repente, los automóviles eléctricos son más baratos, más convenientes y tienen el mismo infinito alcance que los automóviles a gas. Y esto está sucediendo ahora. Seré capaz de comprar un automóvil sin tubo de escape este año y conducirlo por todo el país. Esto no era tecnología revolucionaria, aunque había mucha innovación. La innovación clave estuvo en el modelo de negocio.
Lo mismo se aplica a los Strauss, que ahora están vendiendo café en Brasil. ¡Una compañía israelí de venta de café en Brasil! Encontraron una mejor forma de vender café. Un modelo de negocio más innovador.
En cuanto a la globalización, un ejemplo reciente es la empresa china que acaba de comprar Makhteshim, la empresa de fertilizantes israelí. No lo compraron por su tecnología. La compraron porque trabaja en 120 países. Eso significó globalización instantánea para los chinos.
Somos buenos en globalización. ¿Por qué? ¿Porque somos genios? No, debido a los problemas particulares que enfrentamos aquí. Una empresa francesa vende primero en el mercado interno francés, luego a Europa y luego al mundo. Las empresas israelíes tienen que pensar de manera global desde el primer día.
Volviendo a mi pregunta: ¿Cuán centrales son los nuevos emprendimientos para la economía israelí?
Si observamos un gráfico de las exportaciones israelíes a lo largo de las décadas, se verán «naranjas» rodando a lo largo de la parte inferior. Y entonces entra en acción la alta tecnología y envía el gráfico hacia arriba.
La mitad de nuestras exportaciones provienen de la alta tecnología. Y somos una economía impulsada por las exportaciones.
Y sin embargo, las cosas aquí están lejos de ser perfectas económicamente…
Rotundamente no. Cuando una parte de la economía corre hacia adelante, y la restante es dejada atrás, como ha sucedido aquí, se obtienen amplias brechas sociales. Pero la solución no es quejarse de la alta tecnología. Sin la alta tecnología nos habríamos quedado en las naranjas. La solución es elevar el resto de la economía. Tomar ventaja del sector de alta tecnología. Aprender de ella. Y, concretamente, introducir al resto de la economía en los factores clave que han impulsado a la alta tecnología.
¿Por ejemplo?
La alta tecnología ha prosperado con bajos impuestos, baja regulación y alta competencia. El resto de la economía es lo opuesto – altos impuestos, altas regulación y bajo nivel de competencia, por lo que no es de extrañar que el resto de la economía no vaya tan bien.
Ahora bien, hay problemas reales, en particular la baja participación en la fuerza laboral de enteros sectores demográficos – los hombres ultra ortodoxos y las mujeres árabes. Y luego están los problemas familiares con nuestro sistema educativo.
Y sin embargo, toma un lugar como la Universidad de Tel Aviv. A pesar de todos los problemas de la educación superior, la Universidad de Tel Aviv ocupa el puesto 11º en el mundo en citas por miembro de la facultad – cuán frecuentemente las personas son citadas por sus colegas académicos. Ese es un número con el que no se puede jugar. La UTA está detrás de la Universidad de Harvard y del MIT, pero por delante de Oxford, Cambridge y Yale. Así que tenemos tanto un sistema educativo de clase mundial como uno cayendo.
Tenemos que lidiar con la caída de los puntajes de las pruebas en nuestras escuelas. Tenemos que lidiar con la fuga de cerebros de nuestras universidades. Pero también hay algunos destacados académicos aquí que argumentan, creo que con cierto sentido, que deberíamos estar haciendo mucho más para alentar a académicos extranjeros a venir aquí. No sólo judíos e israelíes que vuelven. Cada vez más estudiantes están estudiando en el extranjero. Debemos tomar ventaja de esto.
Volvamos al libro por un momento. ¿Cómo le ha ido en términos de ventas e impacto?
Alcanzó el N° 5 en las listas de best-seller de negocios, tanto en The New York Times como en The Wall Street Journal. Desde que salió, ha sido el libro en Inglés Nº 1 aquí en Steimatzky. Ha sido un bestseller de negocios en la India y un bestseller general en Singapur. Está en su quinta edición en Corea desde agosto. El gobierno de Corea y Samsung compraron cientos de ejemplares.
Ya salió o está por salir en traducción en China, Taiwán, Corea, Rusia, portugués en Brasil, francés, alemán, hebreo, Bulgaria, la República Checa y Turquía.
Saldrá pronto en árabe. Será publicado por el Instituto de Estudios Estratégicos de los Emiratos Árabes Unidos. Ya está circulando entre las élites árabes en inglés. Un amigo mío estaba justamente en una conferencia en Marruecos.
Todos ellos lo habían leído. El Primer Ministro de la Autoridad Palestina, Salam Fayyad, sabe todo sobre el libro.
Fareed Zakaria en CNN lo hizo el libro de la semana y dijo que todo hombre de negocios árabe y todo político debería leerlo.
Estoy particularmente satisfecho con la versión turca. Ahí, un instituto económico líder ayudó a encontrar un editor y está organizando un evento de lanzamiento. Existe un «conflicto» por un lado, y el libro por el otro. Hay mucho interés en la economía israelí en el mundo árabe y musulmán.
También recibí mi primer e-mail de Mongolia. Ahí una escuela quiere traducirlo. Se lo dije a la Embajada de Israel en China. Así que podríamos tener una edición mongola.
¿El Israel oficial se dio cuenta de su potencial?
He hablado en varias conferencias organizadas oficialmente, en Bruselas, en Berlín. Sé que muchos embajadores y encargados de negocios lo están utilizando.
¿Cuántos ejemplares impresos en total?
En la edición de EE.UU., alrededor de 100.000. Y la edición en rústica saldrá este año.
¿Están planeando una continuación?
Dan y yo estamos hablando acerca de otro libro. No será una continuación. Será un libro de negocios que se basará en Nación Emprendimiento, pero que no será sólo sobre Israel.
Ahora vamos a hablar un poco acerca de las implicancias más amplias del hecho que Israel sea la Nación Emprendimiento y, especialmente, cómo deberíamos hacer más para internalizar y usar ese hecho.
Tenemos que actualizar nuestra narrativa. La narrativa judía ha cambiado a lo largo de los años. Tenemos que entrar en la era 3.0.
1.0 fue la era de la Biblia. De lo que nosotros los judíos nos ocupábamos entonces era del propósito. Y nuestro propósito era transformar el mundo pagano – el mundo de los sacrificios de niños y de la extrema inmoralidad. Junto con el cristianismo y el Islam, tuvimos éxito en difundir el mensaje de un sólo Dios y de la ética. El mundo pagano se transformó. Misión cumplida. Y crecimos como pueblo. Pero entonces nos enfrentamos a la destrucción del Templo y al exilio.
Y eso nos llevó a la era 2.0.
2.0 fue la era de la supervivencia. De ese modo, de lo que los judíos nos ocupamos fue de la supervivencia y del sueño de un retorno, y del mesianismo. Teníamos la esperanza que estaríamos por ahí para ver el futuro. Este período 2,0 duró 2.000 años.
¿Y hoy en día?
Hoy en día, todavía tenemos esa narrativa: Intentaron matarnos, nosotros ganamos, comamos. Así es como seguimos pensando nuestra narrativa.
¿Divertido, pero no suficientemente bueno?
Esa es una narrativa de supervivencia. Ese no es nuestro propósito. A menos que se considere a la supervivencia como un propósito.
¿Lo que ustedes no consideran?
Por supuesto que no. Debemos actualizar la narrativa a: Intentaron matarnos, nosotros ganamos, ¡Ahora estamos cambiando el mundo! Eso nos lleva a la palabra «milagro» en el subtítulo del libro. Cuando me mudé aquí, hace 16 años, pensamos que el sueño de ser una luz para las naciones, probablemente, debería esperar a que hubiera paz. Estábamos ocupados sobreviviendo.
Ese desafío sigue todavía ahí. Pero lo que aprendimos escribiendo este libro es que el sueño de luz para las naciones ya está sucediendo. Estamos salvando vidas por medio de la medicina – a través de la innovación médica.
Better Place está mostrando al mundo entero cómo librarse del petróleo. Casi toda la tecnología a la que se mira – computadoras, teléfonos celulares, Internet – tiene un pedazo de Israel adentro. Casi todas las principales compañías de tecnología están haciendo algunas de sus investigaciones aquí. Estamos teniendo un impacto y éste puede aumentar espectacularmente. Hay un enorme potencial para que crezca.
Y, de alguna manera, este impacto positivo tiene que ser integrado en nuestra narrativa: lo que hemos logrado, lo que podemos hacer.
Sin embargo, eso no es de lo que hablamos cuando hablamos de Israel. No es lo que mostramos cuando traemos gente a Israel. No está integrado en la forma en que pensamos acerca de nuestro propósito como un pueblo en el mundo. No todavía.
¿No hemos internalizado lo que estamos logrando aquí?
Eso es correcto. Esta es la era 3.0. Esto debería afectar nuestra forma de hablar, pensar y actuar. Debería afectar la forma en que habla, piensa y actúa el mundo judío sobre Israel.
¿Puede esto también tener un impacto positivo en el constante desafío de la supervivencia?
Sí, definitivamente. La forma en que actualmente lidiamos frente a las amenazas y los desafíos de deslegitimación y de boicots es defensiva. Pero no se puede ganar estando a la defensiva. «Ganar», con esa estrategia, no es más que pasar del terreno negativo a cero, en el mejor de los casos. De esa manera no se fomenta el pensamiento positivo hacia Israel.
La verdadera manera de luchar contra la desinversión es la inversión. La manera de luchar contra la desconexión y el boicot es con la conexión.
Toma a cualquiera, en cualquier parte del mundo. Están interesados en su trabajo, su negocio, su comunidad. En todas estas áreas y en otras, hay algo que está ocurriendo en Israel que les puede ayudar. Pueden mejorar su mundo con una asociación con Israel y producir algo que beneficie a todos.
Es lo mismo en Europa. Es lo mismo en EE.UU. Ésta es la manera de combatir el aislamiento – mejorar el mundo a través de cooperación y energía creativa. Esto no es sólo acerca de negocios. Es acerca de gente.
Hace poco estuve en el Hospital de Niños de Cincinnati. Había sido invitado a la zona por la Federación Judía de Cincinnati. El hospital cuenta con un presupuesto de investigación de $130 millones. Vi sus laboratorios. Si hicieran algunas de esas investigaciones junto con Israel, sería más eficaz. Una vez más, no porque seamos genios, sino porque estamos acostumbrados a presupuestos pequeños. Hacemos más con menos. Ellos podrían beneficiarse y también nosotros.
La comunidad judía apenas ha comenzado a movilizarse en esta dirección.
¿Quieres decir en fomentar este tipo de asociaciones? Entonces, ¿qué debería hacerse?
Conectarse al nivel empresarial y al nivel sin fines de lucro. Empresas y universidades. La comunidad judía de la diáspora es el lugar natural para conducir ese tipo de esfuerzo, pero no tienen por qué ser sólo judíos.
Como están las cosas, la comunidad judía les está hablando a los tímidos conversos. La primogenitura amplió esa comunidad. Pero tenemos que llegar a las personas que no tienen ningún tipo de conexión judía. Y lo que es significativo para todo el mundo es innovar y crear un mundo mejor.
China y Mongolia no están interesados en Israel porque es el estado judío, sino porque es innovador y creativo. Esa es la conexión judía con los no judíos.
¿Qué hay acerca de nuestra hostil región?
La semana pasada conocí a una mujer israelí que fue muy crítica de Israel, muy activa contra algunas de las cosas malas que hacemos en relación a los palestinos. Pero dijo que la hizo sentir orgullosa el darse cuenta de lo que Israel está haciendo en el campo de la innovación. No le hizo olvidar las cosas que no le gustan. Pero le hizo sentirse orgullosa.
¿Y cómo eso se extiende hacia el mundo árabe?
Nuestra capacidad de innovar no puede, por sí misma, tener un impacto espectacular. Pero el componente clave es la élite – las élites que se vincularían con nosotros si la situación lo permitiese. Esto [el fenómeno emprendimiento] no puede crear una nueva situación [en términos de nuestras relaciones con el mundo árabe]. Pero constituye un incentivo más para lograr un cambio.
¿Y muestra, ciertamente, otro lado de los israelíes?
Sí, y eso ayuda.
¿Cuánto más puede crecer el sector israelí de nuevos emprendimientos?
El potencial es enorme. Más del 80% de la Inversión Externa Directa (IED) en Israel viene de EE.UU. Eso no tiene sentido. ¿Por qué menos del 20% del resto del mundo? Sí, las empresas de EE.UU. están orientadas a la tecnología. Pero eso, todavía, no explica esas proporciones. Claramente, existe la posibilidad de construir relaciones más amplias con Europa y con Asia. Las empresas que compiten con IBM, Microsoft e Intel, ¿Por qué no están aquí? Estas empresas de EE.UU. se han inyectado dentro de nuestra fuerza: la innovación.
No somos buenos en todo. Estamos luchando cuando se trata de ampliarnos. El CEO de General Electric, Jeff Immelt, les dijo a las empresas de aquí, en una visita el mes pasado: tráigannos sus innovaciones, los ayudaremos a ampliarse. Ese también es un modelo para una asociación natural con otras partes del mundo.
Ahora, por supuesto, ellos también pueden innovar y nosotros, también, podemos mejorar en la ampliación. Pero nuestra ventaja comparativa está en la innovación. Y ese es un gran nicho en donde estar. Desde luego, no deberíamos quejarnos de estar en ese nicho. De hecho, mejor asegurémonos de permanecer en él. Mejorar en él. No demos por seguro nuestro liderazgo en el mismo. Otros se acercan.
Hay mucho espacio en la vanguardia y, si nos mantenemos en la vanguardia, vamos a estar bien.
Pero no podemos darnos el lujo de retroceder. Si no nos mantenemos en la vanguardia, no tenemos nada que ofrecer. Otros países lo harán.
No debemos estar satisfechos con nuestro lugar como fenómeno de nuevos emprendimientos. Y eso significa que no podemos ser complacientes acerca de la educación.
¿Y te preocupa que estemos volviéndonos complacientes?
Éste es un momento clave. Podemos tomar uno de dos caminos. Si nos volvemos complacientes y fracasamos en hacer frente a nuestros problemas de educación, perderemos nuestra ventaja. Espero que realizaremos nuestro potencial – que haremos crecer el sector de nuevos emprendimientos, al mismo tiempo que construimos grandes empresas. Lo que hemos logrado hasta ahora es sólo el comienzo.
Y el elemento geoestratégico de esto es que la economía israelí puede convertirse en un factor que otros países deben tener en cuenta en este mundo de alta tecnología. No lo hacen en este momento. Sólo el 1% de las exportaciones de Europa van a Irán, pero aún esa relativamente minúscula relación comercial impacta en el pensamiento de Europa sobre Irán. Los factores económicos afectan el pensamiento político de los países.
Ahora, ciertamente, no podemos competir en términos de conseguir que un gran número de países estén de nuestro lado en las votaciones de la ONU. Pero podemos competir en términos de importancia económica. Podemos crear una situación en la que no resulte gratuito moralizar a expensas de Israel. Nuestra economía es ya mayor que las economías combinadas de nuestros cuatro estados vecinos – Egipto, Jordania, Siria y Líbano.
Sólo expliquemos un poco el potencial específico para una mayor expansión del sector de nuevos emprendimientos.
Shai Agassi lo dice muy bien. Describe a Israel como «un país Beta» – un campo de pruebas para probar soluciones para la economía global. Innovar aquí, para ver si funciona y, después, ampliarlo para la aplicación global – exactamente como lo está haciendo Better Place.
Te voy a dar otro ejemplo, otro emprendimiento israelí: Time To Know, que tiene un sistema para reinventar el aula.
El aula se ha mantenido sin cambios durante cientos de años. Ellos lo están rehaciendo. Una laptop para cada niño; tal vez un IPad pronto. Y los profesores están libres para enseñar a muchos niveles a la vez. No hay necesidad de pruebas, porque hay una retroalimentación, en tiempo real, de los niños a los maestros, a los directores, a los padres.
Ya está siendo utilizado en algunas escuelas en Tel Aviv. Acabo de visitar una. Ellos dicen que sería «impensable» volver a las formas en que estaban antes. El programa también ha estado funcionando desde hace un tiempo en Texas. Y ahora ha comenzado en Nueva York.
No es la panacea de la educación. Se necesita mucho más para arreglar la educación. Pero este es un ejemplo de innovación para hacer frente a un problema mundial.
Si en Israel podemos resolver nuestros problemas de educación, cosa que debemos hacer, podemos tomar esas soluciones y difundirlas, y convertir una desventaja en una ventaja.
Podemos hacer lo mismo respecto del cuidado de la salud. Podemos hacer lo mismo cuando se trata de la gestión del agua.
A veces nuestros propios emprendimientos saltean a Israel. Es bueno cuando no lo hacen. Es bueno cuando se ponen a prueba las ideas en Israel.
Veo una multitud de maneras en que la creatividad en este país puede tener un enorme impacto. Como ya he dicho, podemos encontrar, probar y demostrar soluciones para los problemas del mundo. Podemos ser, somos, una parte clave del motor dentro de grandes empresas.
Y tal vez podamos empezar a construir grandes empresas nuestras. Tal vez el próximo Facebook pueda salir de aquí. Si lo hace, provendrá de un nuevo emprendimiento.
Esa es una razón más por la que estoy tan emocionado porque el libro haya salido, hace dos meses, en hebreo. No creo que los israelíes, en general, aprecien lo suficiente la ventaja comparativa que tenemos aquí – lo que tenemos para ofrecerle al mundo.
Hay mucho que arreglar aquí. Pero primero tenemos que darnos cuenta de cuáles son nuestras fortalezas. Eso nos permitirá arreglar las cosas con mayor eficacia.
La mayor parte de nuestro enfoque, en este país, está en la política. Pero tenemos que centrarnos en hacia qué estamos trabajando. Este libro llega a la esencia de nuestro potencial, y no es sólo en la economía. Podemos ir hacia cualquier cosa. Emprendimientos sociales de nueva creación. Tal vez aplicar algunas ideas innovadoras para el gobierno…
Dime más.
Bueno, para empezar, claramente los gobiernos deben hacer un mejor trabajo interactuando con sus electores. Se necesitan mejores mecanismos de retroalimentación.
El gobierno debe ser más sensible.
Ciertamente hay campo para la innovación.
No conozco a nadie aquí que esté trabajando en ello, pero la necesidad está.
Pero quiero terminar reiterando mi convicción central sobre los nuevos emprendimientos y su potencial para transformar el estado judío. Nuestro propósito, el propósito del pueblo judío, no es sobrevivir. El propósito de sobrevivir es tener un impacto positivo. Se da la circunstancia de que la innovación, y el resolver los problemas del mundo, es el principal medio por el cual hemos estado teniendo un impacto positivo hasta ahora, y ofrece potencial para un impacto aún mayor en el futuro.
Pero más allá de eso, una vez que se empiece a pensar en términos del impacto positivo que podemos tener, y no sólo en términos de nuestra supervivencia, esto tiene implicancias en todos los ámbitos, no limitadas a la perspectiva de Start Up Nation. Esto tiene implicancias para todo, desde lo macro a lo micro, desde nuestra estrategia de política exterior hasta la manera como nos comportamos en las dotaciones de los controles carreteros.
La verdad es que aumentar nuestro impacto positivo en el mundo ya ayuda a la supervivencia de muchas maneras, pero eso no debería ser aquí la fuerza motriz. Algunas de las mejores empresas del mundo son impulsadas por algo más que los beneficios, por un imperativo creativo, de mejorar el mundo, pero eso, en realidad, las hace mucho más rentables. Este país está siendo impulsado, y necesita ser impulsado más, por un imperativo creativo para mejorar el mundo. Estoy convencido de que, realmente, nos hará más exitosos en todo sentido, incluyendo en la lucha por nuestra supervivencia.
http://www.jpost.com/Opinion/Columnists/Article.aspx?id=214670
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
Noosotros los Judios que vivimos en Venezuela, estamos pasando malos ratos, con el rompimirnto de relciones entre este pais e Israel. Esperamos que a partir de las elecciones de 2012 haya un reencuentro entre los dos paises. y podamos libremente ayudar a Israel en todos los sentidos Hag samEAH