No Les Alcanzó…

Los musulmanes empobrecidos buscaron los países desarrollados para anclar.

Con sus maletas llegaron al Primer Mundo. Se maravillaron con el modernismo y fuentes de trabajo.. Lo que quizá hay que explicar es que la mayoría vive según sus costumbres y religión. No se conforman con ser aceptados y respetados. Han emigrado a países de alto nivel económico para trabajar y progresar, pero eso no les alcanzó.

La mayoría establece su religión, obedece, el temor a no hacerlo es más grande que la Fe y en la multiplicidad de mezquitas que construyeron en Europa se los adoctrina para atacar a los enemigos del Islam bajo la práctica del terrorismo.

Sus ejecutores fanáticos han esgrimido que los infieles ofenden a Mahoma, que ellos son discriminados y que el enemigo debe pagar con su muerte su enfrentamiento.

Ya han encontrado lugar en los países de Europa que tanto detentan por su nivel de vida.
Su mano de obra barata ha hecho crecer sus economías, su masiva presencia ha impuesto reglas a sus anfitriones.
Ya han llegado a atentar como una guía de turismo del terrorismo lo que tanto envidian: Nueva York, Madrid, París y es como si se burlaran… lo que no es para ellos tampoco será para los demás.

Someten al mundo a sus reglas religiosas con bombas humanas, explosiones y sangre.
Sus ideólogos y asesinos han desprestigiado su presencia y convertido a gente común de religión musulmana en la mira de la sospecha y recelo en la convivencia. Del mismo modo lo hicieron en otras partes del mundo.
Los árabes de hoy fuera de sus países han perdido la tolerancia.

Son objeto de controles y requisas. Han logrado construir un mundo aparte y de desconfianza.
Ninguna otra comunidad extranjera ha exigido tanto sometimiento a la sociedad general como por ejemplo la musulmana a la francesa para que sus pautas culturales fueran respetadas, pero ellos no se integraron con la local.
Si comparamos la historia de la diáspora judía no se halla ninguna imposición al lugar de afincamiento sino la práctica de sus tradiciones sumadas a la de los países a los que llegaron para fundar sinagogas, escuelas, bibliotecas, cementerios y educación doble entre la local y la religiosa.

Acabo de presentar un film documental sobre la colonización judía en la Argentina en el que una parte está dedicada a las escuelas en el campo y allí aparece cómo estaban impresos los libros de estudio en idish y castellano para que las nuevas generaciones supieran sobre la cultura judía y argentina.
Remarco este dato porque en los libros de enseñanza palestina Israel no figura en el mapa y la educación es irasciblemente antisemita y antisionista.

En Israel se enseña árabe para entender a los árabes.
El no adaptarse al medio trae aparejado la no inclusión, el separatismo, el integrismo y la discriminación.
Lo sucedido en Francia es una declaración de guerra a la intolerancia y al deseo de dominar para imponer a su religión como única verdad.

Cuando hace años viajando con El Al a Israel los feligreses que iban a Tierra Santa a hacer sus peregrinaciones se quejaban de las esperas en los aeropuertos por la minucioss revisaciones a sus equipajes yo les decía que tenían que agradecer que así fuera, que era por su seguridad.

Si los que ayer se abrazaron en un marcha en París lo hubieran hecho antes se hubieran ahorrado tragedias, pero claro se trataba de judíos.

Ahora todos son Judíos y eso es reconocer lo que significa serlo ayer y hoy.