El Jurista Alan Baker, del Centro Jerusalén de Políticas Públicas, ex asesor legal de la Cancillería y ex embajador en Canadá envió hoy una carta oficial a los dirigentes de Naciones Unidas y la Corte Penal Internacional de la Haya, “en respuesta al dictamen de la Fiscal de investigar a Israel por su accionar durante la Operación Margen Protector”. En la misiva, Baker desataca su contexto, entre otros, como Jurista del Departamento Legal de Naciones Unidas, como miembro de la delegación israelí a la Convención de Roma, sobre el tema de la Corte Penal Internacional y a la Comisión que trató la redacción de la legislación para la Corte y explica que, el pedido, surge debido a su involucramiento, profundo conocimiento de la Corte y su identificación plena con sus objetivos.
Baker menciona que la idea de la creación de la Corte Penal Internacional surgió como consecuencia de los horrores de la Segunda Guerra Mundial y la Shoa y que, desde los tempranos años 50, Israel y las comunidades judías del mundo fueron parte y activas en el desarrollo de la visión y contenido de esa legislación.
Con máximo pesar, sostiene Baker, se apoderaron de la Corte agendas políticas que impidieron a Israel ser miembro. Baker argumenta en la carta, citando con amplitud fuentes jurídicas, el por qué los dictámenes tomados hace poco, por el Secretario General y la Fiscal, son tendenciosos. Baker explica por qué, según la ley internacional, el pedido palestino debía ser rechazado de inmediato.
Baker termina con un pedido a los dirigentes de la ONU y la Corte Penal, a evaluar, otra vez, la resolución a fin de proteger el status de la Corte Penal Internacional como institución legal, despojada de agendas políticas, leal a sus principios y a la visión que rige en sus bases.
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