Netanyahu se disculpa ante los árabes israelíes por sus comentarios en la jornada electoral

• El bloque árabe de la Lista Conjunta rechaza las disculpas de ‘Bibi’ y le acusa de racista
• Barack Obama se suma a las críticas a Netanyahu y agrava así su pésima relación

«Sé que las cosas que dije hace unos días hirieron a algunos ciudadanos árabes de Israel. No tuve intención de hacerlo y me disculpo por ello. Mis hechos como jefe de Gobierno, que incluyen inversiones enormes en los grupos minoritarios, demuestran lo contrario«, ha afirmado el primer ministro, Benjamin Netanyahu, en una reunión en su casa celebrada este lunes con representantes del sector árabe israelí.

De esta forma, se disculpa y desmarca de sus polémicos comentarios sobre el voto árabe pronunciados y filmados en las horas críticas de la jornada electoral del pasado martes. Unas elecciones que ganó de forma clara al obtener 30 de los 120 escaños de la Knésset contra los 24 del líder laborista, Isaac Herzog.

Ese día, en un claro intento de movilizar al voto de la derecha, Netanyahu colgó en Facebook un vídeo en el que afirmaba: «Los votantes árabes están acudiendo en masa a las urnas. Organizaciones de izquierdas les transportan en autobuses». El Likud sigue manteniendo que desde el extranjero hubo intentos para evitar su victoria el 17 de marzo. «Ninguna autoridad externa debe inmiscuirse en el proceso democrático de Israel. Me veo como primer ministro de cada uno de vosotros, de todos los ciudadanos israelíes, sin distinción de religión, raza o género», ha dicho este lunes Netanyahu a los invitados árabes en su residencia oficial de Jerusalén.

Durante la campaña electoral, el Likud acusó a la Lista Conjunta (bloque árabe que supone hoy la tercera fuerza política israelí) de «extremista contraria a Israel como Estado judío y democrático». El partido árabe ha rechazado las disculpas de Netanyahu. «El racismo de Netanyahu y su Gobierno no empieza ni finaliza con esta ofensiva declaración que incita al odio contra un importante sector del país», ha declarado el líder de la formación árabe, Ayman Odeh.

El líder del Likud, que este lunes ha obtenido oficialmente el apoyo de 67 de los 120 diputados para formar su tercer Gobierno consecutivo, es consciente del enorme daño que provocaron sus palabras. No sólo entre los árabes de Israel (20% de la población), que afirmaron sentirse humillados, sino también de amplios sectores israelíes. Herzog definió el tramo final de la campaña de Netanyahu como «un cúmulo de mentiras y calumnias basado en el discurso del miedo y la división». En la derecha reconocieron que no fue una «intervención acertada», pero niegan que Netanyahu buscara ofender o discutir el derecho de voto de los árabes.

El presidente estadounidense, Barack Obama, no lo tiene tan claro. Este fin de semana se sumó a las críticas, agravando aún más su pésima relación con Netanyahu. La Casa Blanca tampoco ha aceptado de forma inmediata las aclaraciones del primer ministro israelí reiterando su apoyo a la fórmula de los dos Estados. Horas antes del inicio de la jornada electoral, ‘Bibi’ declaró que durante su mandato no se crearía un Estado palestino «ya que las condiciones en la zona han cambiado», en alusión al caos regional y al Gobierno de unidad palestino pactado por Al Fatah del presidenteAbu Mazen y el grupo islamista Hamas.

http://www.elmundo.es/internacional/2015/03/23/551074a8e2704e870a8b456d.html