El profesor Hestroni no es, desdichadamente, el único en Israel en encontrarse a disgusto con el carácter plural y levantino de sus conciudadanos, que se sienten más cómodos a la derecha que a la izquierda del espectro político. Debería mudarse a la Corea comunista o a Cuba, en donde los idealistas de su calaña mantienen al país en el paleolítico superior y no a Francia o Canadá, donde se come bien y hay licencia gratis para insultar al prójimo. De cualquier modo no debería preocuparse ya que como es tan inteligente y brillante le ofrecerán trabajos a su altura.
El problema principal de la izquierda es que aún no ha despertado de su pesadilla utópica ni digerido el fracaso en el que ha sumido a los países en los que tiene las asentaderas bien posadas, lo cual no significa-ni mucho menos-que la derecha sea la panacea, pero da la impresión de que es más sincera con la verdad. Creo que fue Churchill el primero en advertir que la izquierda suele gastar el capital producido por los liberales y la derecha, pero es incapaz de crearlo.
En las últimas elecciones celebradas en Israel triunfó el pensamiento segregado por millones de personas que no piensan como Hestroni, un pensamiento valiente y dispuesto a defender su patria de los incontables peligros que la acechan. Desde luego, Bibi y su equipo no son lo mejor del mundo, pero son más fiables que la señora Livni, cuyas divisas ideológicas cambian con la meteorología.
Nuestra percepción actual de lo que es bueno o malo está, como es natural, muy influenciada por la tecnología y sus vehículos y medios, guiados por un criterio de eficacia que debería ser, también, el de las administraciones, que sin embargo continúan lastradas por las ideologías, muchas de las cuales son más siglo XIX que siglo XXI. Hay gobiernos de izquierda como los de Brasil y Chile llenos de corruptos y malversadores de fondos públicos, y hay gobiernos de derecha, o de centro, como el de Colombia, que intentan sacar al país del mal ciclo, del desgraciado ciclo de la guerrilla y sus oponentes, un gobierno que apuesta por la libertad y el pluralismo, todo eso en medio del enrarecido, temible clima del narcotráfico.
Israel, qué duda cabe, es una democracia llena de defectos, entre ellos el de la tremenda desproporción que existe entre sus logros científicos y sus lastres sociales, entre el genio para innovar con la mente y la falta de sensibilidad para con los más desfavorecidos. Una start up más no es mejor que una sensible y generosa seguridad social. De hecho, se podría innovar también en la sociología de la vida cotidiana además de hacerlo en nanotecnología, para lo cual habría de dirigir el flujo de energía hacia las partes más débiles del entramado comunitario. Claro que eso no lo haría el profesor Hestroni con su larga cabellera nazarena que, si la llevara en forma de coleta, nos recordaría al líder español de Podemos, otro profesor de tercera.
Lo que las largas décadas de comunismo hicieron con Rusia es sembrarla de mafiosos y burócratas, dejándole tics en lugar de buenas conductas. Uno de esos tics lleva el nombre de imperialismo, pero como ése es un insulto para otros, no nos damos cuenta del reciclaje de la vieja ambición eslavófila y nos quedamos tan tranquilos mientras Putin sus soldaditos se manducan lo que habían vomitado. Deberían invitar a Hestroni a dar un curso sobre la política y sus máscaras en el Oriente Medio. Les halagaría la vanidad.
estos aduladores de netanyahu………. este sitio web debe de estar financiado por el likud……..dan risa……..defiendan Israel, no los intereses del likud……perdedores