El ex periodista de The Associated Press, Matti Friedman, escribió el martes una mordaz crítica del informe publicado recientemente por la ONG Rompiendo el Silencio sobre la conducta de los soldados israelíes durante la guerra de Gaza del pasado verano.
En un extenso mensaje de Facebook, Friedman criticó fuertemente el informe, y al mismo tiempo trató de colocarlo en contexto.
Friedman comenzó abordando los testimonios presentados por soldados israelíes en el informe, en el sentido de que el cumplimiento de las leyes de la guerra fue mucho más laxo de lo que debería haber sido. Señaló que «La guerra es horrible» y «la gente vuelve sintiéndose molesta por las cosas que han visto y hecho. Algunos observadores son fiables, y otros no lo son». Dijo que «Algunas de las cosas que se describen en el informe, sin duda sucedieron como fueron descritas. Otras no. Los soldados de infantería de menor graduación, a menudo, no entienden lo que están viendo o las razones de lo que están haciendo, y estoy hablando por experiencia».
Según Friedman, aquellas órdenes que podrían parecer demasiado agresivas en el terreno, tendrían más sentido a medida que se sube en la jerarquía militar.
«Por ejemplo, las regulaciones para abrir fuego en un momento determinado podrían parecer demasiado agresivas dada su limitada comprensión de dónde se encuentran». Pero, dijo, «Si usted tiene toda la información a su disposición – y ningún soldado la tiene – podría entender el por qué».
Sin embargo, las cosas son diferentes para los escalafones militares superiores que, por la naturaleza de sus posiciones, tienen una mejor comprensión y visión del campo de batalla total. «Un objetivo bombardeado por razones desconocidas para usted, podría haber sido bombardeado por una buena razón después de todo. O no. Usted no lo sabe, y en muchos casos (pero no en todos) es un error pensar que sí lo sabe».
Debido a la incapacidad inherente para entender el campo de batalla total, Friedman dice que, «es irresponsable sacar conclusiones generales acerca de la práctica militar israelí de ‘testimonios’ de este tipo».
También tuvo críticas para los periodistas que informaron sobre las conclusiones del informe de Rompiendo el Silencio y asignaron credibilidad a su contenido. «Espero que las personas más inteligentes hayan dejado de tomar demasiado en serio la cobertura de la prensa internacional sobre Israel», dijo Friedman.
También criticó su metodología. «Los periodistas profesionales que observan este informe e informes similares, deben preguntar… ¿Comparado con qué? Las regulaciones de las FDI para abrir fuego son laxas – ¿comparadas con qué? La cantidad de víctimas civiles es alta – ¿comparada con qué? ¿Comparada con EE.UU. en Falujah? ¿Los británicos en Irlanda del Norte? ¿Los canadienses en la provincia de Helmand?»
Añadió que, «‘Laxo’ y ‘alto’ son términos relativos. Si Israel está siendo comparado con otros países en situaciones similares, tenemos que saber cuál es la comparación. De lo contrario, más allá de los detalles de los casos individuales, la crítica amplia no tiene sentido».
Respecto de Rompiendo el Silencio, Friedman señaló que si bien alguna vez fue una organización formada por veteranos de las FDI que trataban de «exponer a los israelíes la naturaleza del servicio en los territorios ocupados con el fin de tener un impacto político en la sociedad israelí», ya no era tal organización.
«Ahora es otra cosa», dijo Friedman, porque sus fondos provienen en gran parte de donantes europeos, haciendo que sea una organización «que sirve principalmente para proporcionar a los periodistas internacionales con los ejemplos escabrosos de infracciones israelíes que ellos anhelan».
Debido al hecho de que Rompiendo el Silencio ya no está tratando de dirigirse a la sociedad israelí, debe sospecharse de sus motivos e informes, dijo Friedman. Y mientras actúe en interés de poderes extranjeros, en lugar de israelíes, «los israelíes continuarán viviendo sin la fuerte izquierda que necesitamos – una que provenga de Israel, sea parte de Israel, y se preocupe por el mejoramiento de nuestra sociedad, no posando para un público del extranjero cuya hostil obsesión con nosotros no tiene nada que ver con nosotros en absoluto», dijo Friedman.
Friedman llamó la atención el verano pasado por una extensa crítica de la cobertura de la AP de Israel, publicado por la revista Tablet.
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
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