Ari Shavit
Haaretz.com
2.06.11
No habrá paz con los palestinos. No este año, no esta década, tal vez no en esta generación. Incluso si Ehud Olmert se convirtiera en primer ministro de nuevo, no habrá paz con los palestinos. Incluso si Tzipi Livni reanudara las negociaciones con Ahmed Qureia, no habrá paz con los palestinos. Incluso si Yossi Beilin fuera a Ginebra y se encerrara con Mahmoud Abbas a orillas del lago, no habrá paz con los palestinos.
En los próximos años, los palestinos no transigirán sobre el derecho de retorno. No reconocerán al estado nacional judío. No le darán la espalda a Hamas. Incluso antes de la primavera árabe, no había muchas posibilidades de una paz duradera con los palestinos. Pero debido a la primavera árabe, incluso esa débil posibilidad se ha perdido.
La democratización en el mundo árabe es maravillosa, pero ha causado la muerte de la paz. En los próximos años ningún líder palestino moderado tendrá la legitimidad necesaria para hacer el histórico acuerdo de 1948 con Israel a cambio de 1967. En los próximos años ningún líder palestino moderado será capaz de enfrentar a los refugiados y persuadirlos de renunciar a sus hogares y aldeas. Ningún Anwar Sadat palestino surgirá en un futuro próximo y no habrá paz palestino-israelí.
Así que la pregunta realmente importante es diferente – ¿habrá paz con el mundo?
Ehud Barak, tiene muchos defectos. Pero al ir a Camp David en el año 2000, Barak se aseguró de que el mundo estuviera de pie al lado de Israel en la segunda intifada. Ehud Olmert también tiene algunos defectos. Pero al ir a Annapolis en 2008, Olmert se aseguró que el mundo estuviera al lado de Israel en la Operación Plomo Fundido.
Tanto Barak como Olmert demostraron al mundo, con acciones, que el conflicto no se trata de los asentamientos, sino de la supervivencia. Tanto Barak como Olmert demostraron al mundo que Israel no es una potencia ocupante, sino un estado judío democrático que quiere poner fin a la ocupación.
Estos dos impopulares hombres sirvieron a Israel, no actuando para lograr la paz con los palestinos, sino para lograr la paz con el mundo. Gracias a ellos, cuando Israel tuvo que ejercer la fuerza, tuvo el derecho y la capacidad para hacerlo. De ese modo, Israel derrotó a Yasser Arafat y disuadió a Hamas. De ese modo, Israel ganó años de calma, prosperidad y creciente fuerza.
Pero hay otra pregunta, no menos importante – ¿habrá paz con nosotros mismos?
Camp David 2000, hizo que la izquierda sionista se ubicara detrás la operación «Muro Defensivo» en la primavera de 2002. Annapolis de 2008 mantuvo a la izquierda sionista sin criticar a la Operación Plomo Fundido a principios de 2009. Las movidas de largo alcance de Barak y Olmert fallaron en relación a los palestinos, pero tuvieron éxito en relación a los israelíes. Sanaron a un pueblo desgarrado, dividido. Restauraron una sensación general de reivindicación. Crearon una paz interior entre los israelíes.
La disposición, en la última década, de dividir al país, ha unido a la nación. Se creó una cierta armonía ideológica que nos permitió mantenernos unidos frente a difíciles desafíos externos. Unió a la sociedad y fortaleció al estado. Camp David y Annapolis no nos dieron la paz con nuestros vecinos, pero nos trajeron la paz con nosotros mismos.
Hay un alto riesgo de que estalle una guerra en el otoño. Todos esperamos que sea sólo una guerra diplomática. Pero es importante prepararse para la posibilidad de que, tarde o temprano, la lucha diplomática asumirá una dimensión popular o militar. Será más difícil que en la Operación Plomo Fundido. Podría ser tan difícil como en la primera o segunda Intifada. Pero la situación será peor, porque esta vez iremos a la batalla sin el apoyo internacional y sin unidad israelí. Sin paz con el mundo y sin paz con nosotros mismos.
A diferencia de Barak y Olmert, Benjamín Netanyahu no ha preparado el terreno para la esperada campaña. No ha dado el paso diplomático necesario para asegurar la victoria. No es la paz con los palestinos lo que Netanyahu está perdiendo. Netanyahu está perdiendo la próxima guerra de los israelíes.
http://www.haaretz.com/print-edition/opinion/there-will-be-no-peace-with-the-palestinians-1.365453
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
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