El ruido de aviones nos da la bienvenida. En las afueras del Aeropuerto de Ben Gurion se encuentra la sede central de la industria Aeronáutica israelí. IAI (Industria Aeroespacial de Israel) se especializa en tecnología punta para fines militares y civiles.
El amplio y protegido hangar de su departamento de aviones no tripulados (MALAT) tiene estos días sus pensamientos puestos en Madrid. En la Meca israelí de los drones, hay expectación ante la decisión de Defensa. En el marco del proyecto MALE (Media Altitud Largo Alcance, en sus siglas en inglés) destinado a la vigilancia estratégica, España debe elegir en los próximos días entre pesos pesados en este sector: el Heron TP de IAI, con la participación de la empresa española Indra o el MQ-9 Reaper de General Atomics (EE.UU) que tiene a Sener como socio nacional.
El Ejército del Aire espera tenerlo operativo en el 2017. El concurso está valorado en unos 400 millones de euros. Los directivos de IAI consultados no hablan de cifras y se centran en las ventajas que , su juicio, supondría para España adquirir los cuatro Heron TP, dos estaciones terrestres de control ( fija y móvil) y sus sistemas.
«La oferta norteamericana es cerrada mientras la nuestra permite a los españoles mayor acceso al sistema, tener independencia en el tratamiento y responder a todo tipo de retos. Nuestra propuesta, que viene con la prestigiosa empresa Indra, garantiza miles de puestos de trabajo en España y la promoción de las tecnologías españolas«, señala Orna Shemesh, directora comercial de MALAT.
Según cuenta, «el dron puede ser muy útil para fines civiles, por ejemplo para el uso de la Guardia Civil y la Policía. Dada la geografía de España, el Heron TP da respuestas a sus retos marítimos con un radar especial».
Tras pasar exhaustivas medidas de seguridad, entramos en la sede de IAI que parece una pequeña localidad. Accedemos a un pabellón a prueba de espionaje industrial. Son las entrañas de los aparatos no tripulados. Aquí se fabrican y mantienen modelos operativos en Israel y otros 50 países.
Como España que adquirió en su momento el Searcher para misiones de vigilancia y apoyo a sus tropas en Afganistán. Al igual que el MQ-9 Reaper (comprado por varios países europeos), el Heron TP pertenece a otra liga.
«Aquí puede ver drones del tamaño de una mano y otros como el Heron TP que llega a los 27 metros», cuenta Shemesh mientras nos enseña el hermano pequeño, el Heron. Entre potentes sensores y cámaras, uno piensa en «El Gran Hermano». El pájaro que lo ve y filma todo.
«El Heron TP está equipado con sistemas automáticos de despegue y aterrizaje, capacidad de vuelo completamente autónoma, emplea la comunicación por satélite. Opera de día y de noche en misiones de largo alcance y en duras condiciones climatológicas», explica Dan, teniente coronel en la reserva, a ELMUNDO.ES.
«El radar naval de alta calidad del sensor electro-óptico permite la cobertura de una extensa zona y al mismo tiempo centrarse en cualquier objeto en el mar», añade este oficial en la reserva con mucha experiencia en drones.
Tecnología israelí
El hangar rezuma tecnología. Parece una base aérea pero también una Startup.
Un aparato abierto está siendo «operado». Procede de la Fuerza Aérea alemana. Un pequeño y arcaico avión cuelga del techo. Es el Scout, el primer dron en la historia de Israel. Nació como respuesta de Inteligencia al trauma causado por el ataque árabe que sorprendió a Israel en 1973. «Uno de los problemas que debíamos solucionar era la falta de información en tiempo real», cuenta.
El Scout es hoy una reliquia. «Por necesidad, Israel fue el primer país en desarrollar y operar los drones. EE.UU aprendió de nosotros y luego con sus enormes medios desarrollaron un gran mercado», comenta el teniente coronel.
IAI, que el año pasado celebró su 60 aniversario, es clave para explicar el nivel tecnológico militar de Israel y su liderazgo mundial de los drones. En los últimos 30 años, Israel es el principal exportador del mundo con una cuota del 60% del mercado. Le siguen EE.UU y Canadá.
La sofisticada tecnología, la flexibilidad del producto (acepta adaptaciones de de los países compradores) y 40 años de experiencia son las bazas de Israel. La mala imagen que arrastra en muchos lugares y el conflicto con los palestinos pueden ser el enemigo para una empresa israelí. «Creemos que debe ser una decisión 100% profesional, comercial, tecnológica y operativa. La política no debe entrar en el planteamiento sino qué es lo mejor para el comprador. Nos oponemos a los boicots ya que perjudica el diálogo», señala Shemesh.
En 2010, el Heron TP ingresó en la Fuerza Aérea israelí. «Es uno de los drones más grandes del mundo y puede volar más de 1500 km de distancia a una altura relativamente baja. Tienen misiones terrestres y marítimas. Y una capacidad de filmación en tiempo real de alta resolución con sensores diarios nocturnos y láser simultáneos», añaden en IAI.
No confirman ni desmienten que puede llevar misiles. En cualquier caso, España no compra el dron israelí o estadounidense para fines ofensivos sino para la llamada «vigilancia estratégica».
ISR (Inteligencia-Vigilancia-Reconocimiento, en sus siglas en inglés) es uno de los términos más usados en este hangar donde se desea una respuesta afirmativa de España. El mismo deseo que tienen en EE.UU.
http://www.elmundo.es/economia/2015/06/22/5587b4fae2704e870b8b456d.html
Debes estar conectado para publicar un comentario. Oprime aqui para conectarte.
¿Aún no te has registrado? Regístrate ahora para poder comentar.