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| sábado noviembre 23, 2024

Parasha Jukat


A Moshe se le enseña las leyes de la Vaca Roja, cuyas cenizas purifican a una persona que fue contaminada al ponerse en contacto con un cadáver.

Luego de 40 años de viajes a través del desierto, el pueblo de Israel arriba al desierto de Zin. Miriam fallece y el pueblo sufre la falta de agua. Di-s dice a Moshe que hable a una piedra y le ordene proveer de agua. Moshe se enoja con los rebeldes Israelitas y golpea la roca. Fluye agua, pero Di-s dice a Moshe que ni el ni su hermano Aarón ingresarán a la Tierra Prometida.

Aarón fallece en Hor HaHar y su hijo, Elazar, lo sucede en el puesto de Sumo Sacerdote.

Serpientes venenosas atacan el campamento Israelita luego de otra erupción de descontento en la cual la gente «habla contra Di-s y Moshe»; Di-s ordena a Moshe colocar una serpiente de cobre sobre un palo alto, y todo el que la observe será curado. El pueblo canta una canción en honor al pozo milagroso que les proveyó agua en el desierto.

Moshe lidera al pueblo en las batallas contra los reyes emoritas Sijón y Og (que buscan impedir el paso del Pueblo Israelita por sus territorios) y conquista sus tierras, que se encuentran al este del río Jordán.

LIDERES HASTA EL FIN

Durante todo el tiempo que Moshé y Aaron ejercieron su liderazgo, cumplieron sin cuestionamientos las órdenes de Di-s, sin apartarse un ápice de ellas. Sin embargo en nuestra parashá vemos que cuando Di-s les ordena hablar con la piedra… ¡Moshé la golpea! Y por ello tanto él como Aaron son sentenciados a morir en el desierto, al igual que la generación que saliera de Egipto.

Muchas explicaciones han dado nuestros Sabios sobre este episodio, pero hay un Midrash que, teniendo en cuenta la personalidad y conducta de Moshé y Aaron con respecto al pueblo, se ajusta más a la realidad: Moshé y Aaron sabían que en el futuro los muertos resucitarían y aquellos que yacían fuera de la Tierra de Israel entrarían a ella con sus líderes a la cabeza. Si ellos entraban a Israel dejarían a esa generación sin líderes que la encabezaran en el Día de la Resurrección. Por ello decidieron sacrificarse por la Generación del Desierto para no privarla de sus guías naturales en el futuro.

Pero aquí surge una pregunta: ¿Por qué, posteriormente, Moshé pidió entrar a la Tierra Prometida? Simplemente su pedido se puede sintetizar con estas palabras: “Señor del Universo, se que grandes sufrimientos aguardan a Tu pueblo en el futuro. Por favor, ahórrale esas desgracias, envía al Redentor final y déjame entrar encabezando a aquellos que yacen en el desierto a la Tierra de Israel”.

¿Cuántos líderes de nuestra generación están dispuestos a sacrificarse de esta manera por su pueblo?

Donde hay una Intención, hay una Razón

¿Por qué la fe es apasionante para unos e irrelevante para otros?

Por Yossy Goldman

¿Por qué ciertas personas encuentran satisfacción en el Judaísmo, mientras otras lo encuentran sumamente aburrido? ¿Por qué la fe es apasionante para unos e irrelevante para otros; un deleite para un tipo y una pesada carga para otro? Alguien no se imagina yendo a trabajar sin ponerse primero tefilin y otro no ha visto sus tefilin desde su Bar Mitzvá hace 40 años. Una mujer no ve el momento de ir a la sinagoga y la otra, de irse. ¿Por qué?

Esta semana leemos sobre la gran mitzvá de fe: la Vaca Roja. Es un precepto cuya razón todavía sigue siendo un misterio. Debo admitir, que tomar las cenizas de una vaca roja y esparcirlas sobre una persona para que pueda lograr purificación espiritual es, de hecho, bastante increíble.

Según el Midrash, el Omnipotente le prometió a Moisés que Le revelaría el significado secreto de esta mitzvá, pero sólo luego de que Moisés la aceptara, desde el principio, como un decreto Divino. Si la acepta primero desde la fe, luego vendría la comprensión racional.

La verdad es que hay respuestas prácticamente para cada pregunta que puede tener la gente sobre Judaísmo. Los escépticos inteligentes que me encuentro, a menudo se asombran de que lo que ellos habían siempre catalogado como un ritual vacío es realmente filosóficamente profundo y de un gran significado simbólico. Pero el escéptico tiene que estar listo para escuchar. Uno puede escuchar la explicación racional más elocuente, pero si no está mentalmente preparado para aceptar que esto puede que valga la pena, es posible que ni se impresione. Una vez que dejamos de resistirnos y aceptamos que tiene validez, de repente, el Judaísmo cobra todo el sentido del mundo.

Es un hecho psicológico que nosotros podemos aprehender lo que sinceramente deseamos entender. Pero si hay algo en que no tenemos interés, entonces nos toparemos regularmente con bloqueos mentales. El sexto Rebe de Lubavitch, Rabí Iosef Itzjak Schneerson, dice que esto explica el por qué algunos excelentes hombres de negocios pueden sentarse a una clase de Talmud y lidiar para entender principios básicos de razonamiento rabínico. ¿Por qué será que la misma persona que puede preparar los planes más inteligentes en la sala de juntas, no logra seguir la lógica en una clase de Talmud? La respuesta, dice el Rebe, es que este hombre de negocios realmente no está interesado en el tema. ¡Pero si fuera la mitad de importante para él, como lo es ganar dinero, ¡hasta podría volverse un Rosh Ieshiva (director de una ieshivá)!

Así, del mismo modo que Di-s le dijo a Moisés que llegaría a comprender el significado de la Vaca Roja, sólo luego de aceptarlo, hoy en día, aquéllos que genuinamente desean entender el Judaísmo tendrán éxito, sólo si primero «compran» el producto en algún nivel.

Cuando estaba estudiando en la Ieshivá, siempre trataba de asistir al Encuentro Anual de Fin de Semana de Jabad con estudiantes universitarios. Estos encuentros se organizaban para exponer a los estudiantes judíos al judaísmo durante un Shabat, donde había conferencias de rabinos y académicos religiosos. Cierta vez, un hombre joven le gritó al disertante: «¡¿Cómo pretende que me ponga tefilin si no creo en Di-s?!» El orador serenamente contestó: «Primero póngase tefilin y le prometo que descubrirá que realmente cree en Di-s.»

Todos tenemos fe en Di-s dentro de nosotros. Solo necesita ser revelada. Puede sonar ilógico, pero si empezamos a observar una mitzvá, encontramos que nuestra fe la llevará a cabo y empezará a florecer. Una y otra vez se ha demostrado que esto es una verdad. Si no estamos interesados, ninguna respuesta será lo suficientemente buena. Si buscamos la verdad auténticamente y somos objetivos, habrá abundantes y significativas respuestas. (www.es.chabad.org)

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