Mientras la sociedad israelí, sus autoridades y opinión pública en general, condenaban categóricamente el terrible atentado mortal contra una familia palestina en la aldea Duma , mientras la conmoción se apoderaba de todo israelí medianamente normal, independientemente de su tendencia política y de su condición de religioso o laico-por el atentado en sí y porque los servicios de seguridad estiman que los responsables habrían sido judíos-, algo alrededor mostraba que hay cosas que no cambian.
En medio del estupor que provoca el pensar que elementos extremistas judíos hayan sido capaces realmente de un horror así, y sin olvidar ni por un momento que es imperioso ubicar y castigar a los responsables, sea cual sea su identidad-también si realmente se confirma que eran judíos-, es ineludible recordar que mientras tanto, Israel aún libra otra guerra contra el terrorismo.
Se trata de la guerra que le impusieron sus enemigos desde siempre. Una guerra en la que se atacan también soldados, pero en la que los blancos principales y preferidos, los más buscados, siempre fueron los civiles israelíes.
Un repaso muy general a algunas de las noticias registradas en los días que sucedieron al ataque en Duma, lo vuelven a confirmar. Pero cabe recordar que se dan siempre, y que por más que sean presentadas como «venganza» (como si eso fuera legítimo), no precisan excusa.
El 4 de agosto al anochecer, un palestino lanzó una botella incendiaria hacia un coche israelí en el que viajaba una pareja, por la zona de Bet Hanina, al norte de Jerusalem. Inbar Azrak, de 27 años, resultó herida con quemaduras en el 15% de su cuerpo.
Dos días después, un palestino que conducía un auto con matrícula israelí por la zona del cruce Sinjil al norte de Ramallah, embistió un grupo de soldados , hirió a tres, dos de ellos de gravedad. «Damos la bienvenida al valiente ataque llevado a cabo contra los sionistas», dijo rato después un comunicado de Hamas. «Exigimos a nuestro pueblo en Cisjordania que lleve a cabo más ataques, a fin de dar una lección a la ocupación».
Claro…Hamas presenta un ataque contra soldados en territorio en disputa, como ataque legítimo y autodefensa. Lo que no menciona jamás es a los civiles que ellos y otros terroristas siempre buscaron en sus atentados en restaurantes, ómnibus, paradas públicas y otros sitios repletos de gente en diferentes partes de Israel.
Al día siguiente, el 7 de agosto, fue disparado desde la Franja de Gaza un cohete que aterrizó en un campo abierto en la zona de Kisufim, en el Consejo Regional Eshkol. No era por cierto el primer cohete lanzado desde Gaza en lo que va del mes. Varios de ellos aterrizaron, por mal cálculo o falla técnica, dentro del propio territorio de Gaza. Cabe suponer que si cobran víctimas o dejan a algún palestino herido, Hamas no se apresurará en reportarlo, sea quien sea quien lo lanzó.
El lunes de esta semana, 10 de agosto, un israelí , Yehuda Ben Moyal, fue apuñalado mientras cargaba nafta en la estación de la carretera 443 entre Modiin y Jerusalem.
Al día siguiente, recibimos en nuestra casilla de correo electrónico un comunicado que el Servicio de Seguridad de Israel difundía a la prensa, relevando que A´adel Shahada Shaer, un miembro de Hamas dedicado al cavado de túneles desde la Franja de Gaza hacia territorio israelí, había sido arrestado.
Fue aprehendido en un operativo conjunto del Shin Bet y la Policía y según se informó, confesó haber estado intensamente involucrado en la planificación de túneles del terror , revelando entre otras cosas datos sobre la construcción de un túnel que conecta la zona de Rafah al sur de la Franja de Gaza, con la terminal israelí de Kerem Shalom, por la que pasan diariamente cientos de camiones de Israel a Gaza, con mercadería para la población palestina. También dio información sobre una nueva carretera que Hamas está construyendo adyacente a la frontera con Israel en Gaza, que pensaba utilizar para lanzar ataques sorpresa contra Israel.
A´adel Shahada Shaer reveló además que Hamas abusa de los materiales introducidos a la Franja para la reconstrucción de lo destruido durante la guerra, y lo deriva a la infraestructura del terrorismo. Según arrojó la investigación de este miembro de Hamas, varios de sus operativos usan sus casas para almacenar armas y explosivos, con lo cual ponen en peligro a numerosos civiles.
Realmente, nada nuevo bajo el sol…
Tampoco en actitudes que aunque no son cruentas ni violentas físicamente, transmiten un mensaje letal.
Como el que recientemente volvió a dar la Autoridad Palestina, al denominar una plaza pública en memoria de un terrorista que asesinó civiles israelíes. El monumento está en la ciudad de Nablus, y allí lleva el nombre de Naif Abu Sharakh, que cometió un atentado suicida el 5 de enero del 2003 en Tel Aviv, en el que mató a 23 personas y dejó a decenas heridas. Era miembro de los Batallones Mártires de Al Aksa. «Líder de los mártires, Naif Abu Sharakh, comandante de las Brigadas Mártires de Al Aksa, líder de quienes buscan el martirologio», dice el memorial en su honor.
Un monumento muy similar existe en Ramallah, sede de la Autoridad Palestina, en honor a Dalal Mughrabi, la terrorista que mató a 37 civiles israelíes en un atentado en un ómnibus.
En relación al monumento en Nablus, el programa televisivo de Al Fatah (no de Hamas, sino de Fatah) invitó a la madre del terrorista en cuya memoria se lo erigió, recalcó que «dio dos hijos por la tierra» y la calificó de «madre orgullosa».
Hay no pocos problemas que resolver y actitudes que cambiar del lado israelí, para que se pueda solucionar el conflicto. No son sólo los palestinos los que tienen que dar pasos importantes. Pero de nada servirán los cambios de un lado, si del otro la actitud es la aquí descripta.
Lamentablemente, nada nuevo bajo el sol.
En Israel, el pueblo se salía de sí para dejar en claro el repudio a la atrocidad en la aldea Duma, muy especialmente en caso que realmente haya sido obra de judíos, lo cual de todos modos podrá confirmarse recién cuando haya detenidos.
Del otro lado, lamentablemente, el mensaje es otro.
Si eso no cambia, de nada servirán eventuales acuerdos de paz que se puedan firmar.
La AP representa «la mano que mece la cuna» en todo este proceso de violencia desatado contra Israel, al amparar implicitamente la comision de hechos violentos, cuando no incentivarlos activamente a traves de los conductos de los que dispone …Poco o nada se sabe en Europa, acerca de los actos de violencia perpetrados ultimamente por árabes palestinos contra civiles israelies, a los que hace aqui referencia Ana Jerozolimski, ya que siguiendo su habitual modo de proceder, los médios afines (la casi totalidad de los tales) se encargaron de ocultar o desvirtuar los hechos, responsabilizando a la victima israeli, de la agresion sufrida (¿¿!!??)
Miserable e indignante resulta a todas luces semejante proceder, en connivencia con un terrorismo al que siguen calificando de «movimiento de defensa» ante la segun ellos; «ocupacion israeli»… nada nuevo pues, como señala la articulista, nada desde luego que invite a albergar un atisbo de esperanza respecto al futuro que nos aguarda ..