Lawrence Salomon
Financial Post
Nationalpost.com
11 de junio de 2011
Durante los primeros 25 años después de su fundación en 1948, Israel fue repetidamente atacado por los grandes ejércitos de sus vecinos árabes. Cada vez, Israel prevaleció en el campo de batalla, sólo para que sus triunfos fueran revertidos por las potencias occidentales, que temían perder el acceso a los campos petrolíferos árabes.
El temor era y es legítimo: las naciones árabes han amenazado, a menudo, con usar su «arma petrolera» contra países que apoyan a Israel y, dos veces, cumplieron su amenaza a través de paralizantes embargos de petróleo de la OPEP.
Pero ese miedo, que hasta hoy constriñe a Israel, podría terminar pronto. El viejo orden energético en Medio Oriente se está desmoronando, con Irán y Siria que han dejado el redil occidental, y otros, entre ellos Arabia Saudita, el mayor de todos ellos, en peligro de hacerlo también. Al mismo tiempo, un nuevo orden energético está surgiendo para darle a Occidente algo de temple. En este nuevo orden, Israel es un actor importante.
El nuevo orden energético se fundamenta en la roca – el esquisto, que contiene vastas reservas de energía en depósitos de todo el mundo. Uno de los mayores depósitos – 250 mil millones de barriles de petróleo en la cuenca Shfela de Israel, comparable a las reservas totales de Arabia Saudita de 260 millones de barriles de petróleo – ha estado hasta ahora sin explotar, en parte porque la tecnología necesaria ha sido cara, sobre todo porque las empresas multinacionales petroleras, que poseen la tecnología, tienen el temor de ofender a los musulmanes.
«Ninguna de las grandes compañías petroleras están dispuestas a hacer negocios en Israel porque no quieren que se les corte el suministro de petróleo de Medio Oriente», explica Howard Jonas, CEO de IDT, la compañía de EE.UU. que posee la concesión de Shfela a través de su filial, Israeli Energy Initiatives. Jonas, un ardiente sionista, considera al depósito de Shfela sólo un principio, «Creemos que bajo Israel hay más petróleo que bajo Arabia Saudita. Puede haber tanto como medio billón de barriles».
Debido a que las multinacionales petroleras han temido desarrollar Shfela, uno de los más grandes desarrollos petrolíferos del mundo está siendo emprendido por una increíble tropa. La IDT de Jonas es una compañía de telecomunicaciones y medios de comunicación orientada al consumidor y es, relativamente, una recién llegada al mundo de la industria pesada del desarrollo energético. Participan en este moderno Zionist Project de IDT Lord Jacob Rothschild, un banquero y filántropo septuagenario, cuyos antepasados ??ayudaron a financiar los asentamientos sionistas en Palestina desde mediados de la década de los años 1800; Michael Steinhardt, un septuagenario sionista y filántropo, inversor de fondos de cobertura, y Rupert Murdoch, el octogenario presidente de News Corp. que se opone sin concesiones, en sus palabras, a la «permanente guerra contra los judíos» por parte de los terroristas musulmanes, por la izquierda occidental en general, y por «la mayoría de los políticos de élite» de Europa en particular.
Donde otros se habrían jubilado hace mucho tiempo, estos hombres de negocios-filántropos se han unido a la batalla del lado de Israel. Aunque están en el negocio por dinero, también están decididos a liberar al mundo de la dependencia del petróleo árabe, proporcionándole a Israel un arma petrolera propia. La tecnología de la compañía de petróleo de esquisto «podría transformar las perspectivas del futuro de Israel, de Medio Oriente y de nuestros aliados en todo el mundo», dice Lord Rothschild.
Para ganar esta guerra, Israeli Energy Initiatives ha alistado a algunos de los viejos soldados más inteligentes de la industria energética – aquí un ex presidente de Mobil Oil (Eugene Renna), ahí un ex presidente de Occidental Oil Shale (Allan Sass), más allá un ex presidente de Halliburton (Dick Cheney). Pero el comandante de campo para la operación, y la persona que, en sus mentes, los conducirá a la victoria final, es Harold Vinegar, un veterano sacado de su retiro y enviado a la refriega. Vinegar, una leyenda en ese campo, había sido jefe científico de Shell Oil y, con unas 240 patentes a su nombre, durante más de 32 años en Shell, revolucionó la industria del petróleo de esquisto.
Antes de que el petróleo conociera a Vinegar, éste era un asunto sucio, una extensa operación minera a cielo abierto que trituraba y calentaba piedra para producir un alquitrán pesado entre montañas de esquisto usado. El alquitrán de bajo valor debía después ser procesado ??y refinado. El resultado final: bajo retorno económico, alto costo ambiental.
Vinegar elevó la línea inferior, haciendo bajar el daño ambiental. Nada de minería a cielo abierto, nada de esquisto usado, nada de manejar alquitrán pesado. En su pionero enfoque, barras calentadas se insertan subterráneamente en el esquisto, liberando gas natural y líquido liviano. El gas natural provee el calor que el proyecto requiere; los líquidos livianos son fácilmente refinados en combustibles de alto valor para jet, diesel y nafta. La nueva línea inferior: petróleo altamente rentable a un costo de alrededor de $35 $40 por barril y un impacto medioambiental muy bajo. El proceso de Vinegar produce menos de la mitad de emisiones de gases de efecto invernadero que los pozos de petróleo convencionales y, a diferencia de la minería a cielo abierto, no consume agua. ¿La superficie de tierra de la que extraerá el petróleo equivalente al de Arabia Saudita? Alrededor de 25 kilómetros cuadrados.
Aunque el proyecto de esquisto israelí está todavía en una fase temprana, su enorme potencial y la reputación de Vinegar ya han comenzado a cambiar las actitudes hacia Israel. «Se nos han acercado todos los grandes», le dijo recientemente Vinegar a la prensa, y por buenas razones. «Israel está muy bien posicionado para la exportación de petróleo» tanto a los mercados europeos como a los asiáticos. Los importantes tienen también otras razones para mirar con nuevos ojos a Israel. Como consecuencia de sus hallazgos de gas natural en la Cuenca Levantina Mediterránea, y sin la ayuda de las grandes empresas petroleras, Israel se está convirtiendo en un importante exportador de gas natural a Europa. Según la Encuesta Geológica de EE.UU., la Cuenca Levantina posee vastas reservas de gas natural, en su mayor parte dentro de la jurisdicción de Israel.
Las actitudes hacia Israel en algunas capitales europeas – aquellas alineadas para recibir gas israelí – ya son más cálidas y el cambio hacia Israel podría convertirse, con el tiempo, en estructural, en Europa y en otros lugares, cuando el petróleo esté en juego – 38 países tienen un estimado de 4,8 billones de barriles de petróleo de esquisto, muchos de los cuales se beneficiarían de la tecnología del petróleo de esquisto que ahora lidera Israel. Ese cambio podría ser acelerado por la primavera árabe, que muchos temen que arrojará a estados árabes pro-occidentales a campos hostiles. Según se informa, Arabia Saudita, por largo tiempo aliado de EE.UU., desconfía mucho de EE.UU. después que abandonó a su, por largo tiempo, aliado egipcio presidente Hosni Mubarak, tanto que ha revertido su relación con Occidente en favor de China.
Antes de 1973, cuando, por primera vez, el mundo árabe castigó a Occidente por su relación con Israel, Israel fue un favorito de la izquierda y de la mayoría del mundo libre. Después del castigo árabe, gran parte del mundo comenzó a ver el mundo a través de los ojos árabes y se volvió contra Israel.
Pero, liberados de la amenaza del castigo árabe, y en un orden mundial energético nuevo, los países occidentales podrían cambiar de nuevo, en su beneficio. Rupert Murdoch expresa bien las mayores esperanzas de sus socios: «Si [nuestro] esfuerzo para desarrollar petróleo de esquisto es exitoso, como creo que lo será, entonces las noticias que se informarán en las próximas décadas reflejarán un mundo más próspero, más democrático y más seguro».
Lawrence Solomon es director ejecutivo de Energía Probe. Éste es el tercer artículo de una serie en curso
http://www.nationalpost.com/todays-paper/Israel+energy/4929729/story.html
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
Difusion: www.porisrael.org
Extraordinaria noticia!!! Qué alegría tener tan buenas perspectivas para Israel… Felicitaciones!!!