Naftali Bennet, el Ministro de Educación de Israel: Un meteoro politico religioso y sionista.

Un Bacari suelto en Israel.

Todo comenzó con una carta que le envié al primer ministro Netanyahu y que me contestó organizándome un encuentro con el Ministro de Absorción, Zeev Elkin quien tenia a su cargo las oficinas de «asuntos de Jerusalem y la Diáspora». La reunión estaba programada para la semana pasada y quien pasó a tener el mando en esas oficinas es el ministro de Educación Naftali Bennet, por ende, la reunión tuvo lugar en su despacho en Jerusalem. En la foto, la carta que me mandan de su despacho, explicandome al principio que ellos no son los que me pueden ayudar, luego me envian otra carta invitandome. (mi carta a Netanyahu y su respuesta estan publicadas en español en la pagina, la carta de la foto mas tarde la voy a traducir en los comentarios)

Demás está decir que no me alegró mucho la idea; el ministro y yo, ideológicamente estamos en polos opuestos,; es más, yo trabajo para otro partido político y para dos mujeres -Sheli Iejimovich y Stav Shafir- que si se enteran que estuve con él, no me hablan nunca más (por eso tampoco me saqué fotos, ja ja ja) Pero como el asunto a tratar se refiere a los judíos de la diáspora opté por ir y conversar con él, tratar el contenido de la carta y volverme a casa (a la página) con respuestas.

Debo admitir que me quedé con la boca abierta. Conocí a una persona súper cálida y muy lúcida; un joven hijo de inmigrantes americanos de San Francisco que usa kipáh tejida, vive en el centro del país pero está completamente identificado con los colonos que viven en los territorios conquistados. Su partido político –La casa Judía- nació específicamente para ellos pero tienen intenciones de abarcar gente no religiosa; es más, la miembro número dos de ese partido es la actual ministro de justicia, también joven como él, sin experiencia pero llena de motivación. Ella no es religiosa, pero ideológicamente es de derecha (para mi punto de vista extremista), me refiero a Ayelet Shaked.

Me quedé con la boca abierta, asombrado por las cosas que esta persona está haciendo hace ya más de un año por el tema acerca del cual escribí, y nunca escuché nada: Los judíos de la diáspora.
Yo leo muchos diarios, miro muchos noticieros y desde que tenemos esta página, pongo énfasis en el tema de los judios de la Galut, los no judíos que aman a Israel o fans del pueblo judío en general. Jamás, pero jamás leí o escuche una línea en el último año sobre el tema y su trabajo en esa oficina.

Me fui del despacho super feliz, asombrado por el trabajo de este ministro y convencido de que se trata de la persona indicada para mover el tema; una persona que toda su juventud trabajo en Hi Tec, vendió decenas de empresas Start Up y se hizo millonaria; un multimillonario que podía haber optado por vivir como un rey pero decidió meterse en la política para mejorar la situación del pais, para aportar su motivación y avanzó como un meteoro; sionista 100% neto. Es una persona mágica, carismática, que no paró de llamarme «ají» (hermano mío) cada vez que terminaba una oración, que me palmeó 5 ó 6 veces la espalda, y no dudó en recordarme que él está en ese despacho por la gente que lo votó, pero también por gente como yo que paga impuestos; que él está a mi disposición y que yo soy su jefe.

Las oficinas de «Asuntos de Jerusalem y de la Diáspora», Bennet las exigió en las negociaciones para entrar en el gobierno de Netanyahu durante las últimas elecciones, y también las anteriores. No son oficinas atractivas, no tienen mucho presupuesto y no resultan muy interesantes para el periodismo. Los políticos quieren tener influencia y por lo general exigen ministerios con grandes presupuestos o de mucha repercusión mediática.
Es verdad, mi carta exigía un trato diferente para aquellos judíos que quieren venir a vivir a Israel pero les falta un empujón. Aquellas familias que se merecen un trato diferencial por el simple hecho de no necesitar venir a vivir, sino que es su deseo.

En la carta le recriminé a Bibi el trabajo que lleva a cabo la Agencia Judía junto a su líder, Natan Sharansky, y propuse que se abriera un ministerio de la diáspora o algo por el estilo, para reforzar la débil tarea de la Sojnut.
De la charla con el ministro, -que duró más de 1 hora- salí sin respuestas, pero con la sensación de que se está trabajando y duro, en otro sentido del que yo propuse pero de manera muy operativa y con esperanzas de grandes logros.

En cuando tenga un rato libre me voy a sentar a escribir el protocolo de la charla; anoté muchas cosas positivas. Sólo les adelanto que en medio de la charla, trajo a una persona llamada Dvir Kahane para que me explicara detalladamente todo lo que hay detrás de la iniciativa que tuvo hace un año.

Todo lo que hablamos me permitieron publicarlo; ya no es secreto. Se trata de una ONG que fundaron el invierno pasado. La experiencia del ministro de educación como generador de start ups lo llevó a copiar el modelo de trabajo en esta oficina y es así como levantó esta ONG, salió a buscar fondos y logró conseguir mil millones de shekels (un tercio lo consiguió del presupuesto nacional y el resto de filántropos o «inversores» como los llama él).

La ONG cuenta con 25 empleados, en estos momentos se están construyendo las oficinas y el CEO es la persona que me explicó acerca del contenido: Dvir Kahane, una persona religiosa que nació y aún vive en «la ciudad de David» en Jerusalem, que no tenía noción acerca de la diáspora, pero me dio la impresión de ser un experto.
La idea de esta ONG comenzó el año pasado durante los enfrentamientos de Ucrania, me contó el Ministro Bennet. «Nos llegó información sobre refugiados judíos que dejaron sus casas y no sabíamos bien como actuar; por un lado veíamos judíos sin casas en una temperatura de -20 grados, pero por otro lado no queríamos intervenir en el conflicto contra Rusia. La solución la dio la oficina de la diáspora, que por intermedio del Joint y Habad mandaron 2 millones de shekel a las comunidades locales que les brindaron a los refugiados judíos comida, techos y medicación.»

«Decidí levantar este proyecto que si bien no contesta a tus preguntas ni soluciona tus pedidos, quiero que escuches y lo fomentes entre las diferentes comunidades judías del mundo. Me gustaría además saber qué piensan.

Luego de tres años de diálogos, discusiones y hasta peleas con la Agencia Judía formamos esta empresa para acercar a los judíos de la diáspora a Israel y fortalecer la identidad judía en ellos. Acercar no en el sentido físico como tú lo reclamas en tu carta sino en el espiritual. El asunto físico sigue y seguirá siendo bajo la autoridad de la Agencia Judía.»

Su posición hacia los judíos de la diaspora, el pueblo judío, la alia y un proyecto monumental que ya salió en camino, son los temas que me enseñó en la reunión y su intención es que cada uno de ustedes los estudie, y comparta junto con él y su oficina cualquier inquietud. Para eso me invitó. Para abrirles, justamente a ustedes, una puerta … Un genio el Ministro !
Para terminar este relato quiero contarles un poco de realidad del país. Hoy los que atacamos fuimos los judíos, ciudadanos comunes que estamos buscando venganza. Miren que casualidad con este «Shabat Bereshit» que comienza en un rato en Israel.

Anoche una multitud en la ciudad de Afula atrapó a un terrorista que había atacado a personas; mientras trataban de lincharlo llegó la policía y al no poder defender al terrorista sacaron gases lacrimógenos y los arrojaron entre toda la gente que estaba sacando su bronca dandole golpes al criminal. La policía consiguió neutralizar la violencia y llevó al terrorista al hospital, ya que estaba gravemente herido, con todo el cuerpo roto como consecuencia de las patadas y las puñaladas. De haberlo asesinado, aunque nosotros estamos acostumbrados a decir que los árabes mueren y solo los judios son asesinados, la policía hubiese atrapado a los culpables y les hubiese llevado a juicio. Aplicarían la ley. Hoy un judío acuchilló a cuatro beduinos y hubo otros intentos de linchar árabes en diferentes zonas del pais.Esa ley que aplicarían es la misma ley de Dios.

Esta semana comenzamos a leer la Toráh desde el principio; el título de la parashá es Bereshit, el comienzo. Al rato que Dios crea el mundo, una de las primeras cosas que ocurren es un asesinato. Caín busca por medio de un montón de métodos matar a su hermano, por odio, celos y otras razones. Intenta de varias maneras, acuérdense que en esos días no existían cuchillos o hachas, ni revólveres, ni siquiera destornilladores como los que usó ayer el terrorista en Tel Aviv. Hasta que lo consigue y lo asesina. Dios tiene que pensar en un castigo y sin dudar, decide dejarlo con vida. Podría decidir que su castigo fuera morir por haberle quitado la vida a otra persona pero no, Dios quiere mostrarle, mostrarnos más tarde a nosotros, que la mejor manera de aprender la lección «no matarás» es dejando a la víctima con vida, no haciéndole lo que pretendías que ella no hiciera. Suena más a un castigo para el testigo del asesinato que para el asesino, pero esa es la elección de Dios y a los policías de ayer no les quedaba otra chance. Esta vez no discutan conmigo sino con «el de arriba» ja ja ja

Shabat Shalom para todos y cuídense mucho de robos y asesinatos en sus respectivos países, las cosas por allí no están nada seguras !