Parecería que Mahmud Abbas, el líder de los palestinos, no tiene claro que para que Israel acepte un país para su pueblo en Cisjordania, previamente tiene que haber paz en la región. Habrá paz en la región solamente cuando el extremismo musulmán reconozca que Israel tiene el derecho de existir en el lugar del Medio Oriente que actualmente ocupa, y deje de fanatizar a su hijos inculcándoles odio mortal a los judíos. De esta manera, Israel no se sentirá obstaculizado en ceder territorios para que un país palestino con fronteras comunes pueda surgir, porque ya no existirá peligro alguno para su seguridad. Es por eso que antes de sentarse a hablar con los israelíes para concretar un acuerdo que posibilite sus fines, Mahmud Abbas debería procurar que las organizaciones terroristas y países árabes que los sustentan, dejen de considerar a Israel como país enemigo.
Pero el líder de los palestinos jamás dio indicios de querer ver a sus correligionarios en relaciones amistosas con Israel. Nunca dio señales en ese sentido, porque es muy probable que Mahmud Abbas está en completo acuerdo con ellos. Alimenta dicha probabilidad su poca disposición a reanudar la conversaciones de paz, sus aplausos a los asesinos palestinos liberados de las cárceles israelies, su abstención a condenar los crímenes de los terroristas y su incitación al odio y a la violencia contra Israel a base de mentiras, mentiras que el antisemitismo internacional asimila a pesar de las demostrables verdades que presenta Israel.
Resumiendo, la creación de un país para el pueblo palestino no traerá paz al Oriente Medio mientras el fanatismo musulmán persista en su macabra intención de aniquilar a Israel. Por el contrario, el nuevo y débil país podrá se fagocitado por hordas terroristas para simplificar su tarea de arrojar a los israelíes al mar. Mahmud Abbas lo sabe desde que recibió la dolorosa lección en Gaza, cuando Hamas expulsó violentamente a Fatah en el año 2007. Mahmud Abbas también sabe, que Israel no dará ni un paso a favor de un futuro país para los palestinos mientras dure el peligro a su existencia. Sin embargo, nunca ha hecho nada para que Israel se sienta seguro y pueda negociar los territorios que administra.
Mahmud Abbas no es el hombre indicado a colaborar por la paz en el Medio Oriente. No es un genuino combatiente por la paz. Es un político palestino que lucha por conseguir un país para su pueblo con medidas unilaterales sin la intervención de Israel, cuyo futuro no le molestaría si fuera nefasto.
Natanya, Israel.
Que se puede esperar de este individuo, que preside la Autonomia Palestina sin llamar a elecciones ya desde hace mucho tiemo.
Un discipulo de Arafat que al igual que su idolo se enriquece robando las donaciondes internacionales que no son para su bolsillo ni para el de su familia ni para enriquecer al resto de la «dirigencia» de Fatah, (en medio de esta intifada el hijo de Abbas dio una millonaria festichola en Dubbai, pagada por los paises donantes). Asi como Arafat murio billonario asi es el futuro de Abbas, y por que no de los dirigentes de Hamas tambien, que para no ser menos, tambien roban de las donaciones y son millonarios. Claro que los imbeciles gobernantes de los paises donantes JAMAS controlaron ni exigieron control de a donde va a parar el dinero que envian a los «pobrecitos palestinos». Por si no lo sabian Abbas estudio en una universidad de la ex URSS, y su tesis al finalizar el curso fue la negacion del Holocausto. Este ladron no es ni sera un puente para llevar la paz a la region.