Una casualidad hace 6 años hizo que este hombre cambie su actitud hacia Israel y ahora su destino esta atado al mismo. Es ese tiempo fundó la empresa de inversión “Yafo Capital”, que conecta a los inversores chinos con nuevas empresas israelíes.
Más de 100 empresarios chinos llegaron a Israel para participar en la conferencia «Go4Israel», cuyo objetivo era fomentar las inversiones y la cooperación entre los inversores israelíes y los de los mercados emergentes.
La conferencia, organizada por la Cámara de Inversiones Cukierman, contó con la presencia, entre otros, de un joven empresario chino llamado Benjamin Peng.
El caminaba por los pasillos de su hotel con la kipá puesta y una sonrisa. «Yo soy un sionista chino», declaró.
Durante años, a Peng no le gustaba Israel, pero en un encuentro casual con tres mujeres israelíes que estaban en un viaje luego de haber culminado el servicio militar obligatorio, cambió su actitud.
Más tarde, cambió su nombre chino de nacimiento a Benjamín. Hace tres años que Peng llegó a Israel y ya lo ha visitado ya en siete ocasiones, donde estableció la empresa de inversión china «Yafo Capital» junto con dos socios chinos. Incluso le propuso matrimonio a su novia en el Kotel de Jerusalem, historia que se publicó en varios diarios del mundo.
“Nuestra firma de inversión se encuentra en Shanghai y tiene como objetivo invertir en tecnologías israelíes y conectar a los inversores chinos con la creación de empresas en Israel. Yafo es un lugar histórico, y su nombre es un eslabón importante en el extranjero; esta ciudad se convertirá en un atractivo turístico para el pueblo chino y para todo el mundo en el futuro”, aseguró.
«Incluso antes de que yo funde mi empresa, trabajé como asesor de inversionistas chinos haciendo acuerdos con empresas israelíes, y sugerí que mis socios, que no sabían del potencial de Israel, visiten el país. En estos días, nuestra firma se ha unido y hemos creado “Cukierman-Yafo Capital”, que localiza a los inversionistas chinos para las empresas israelíes, con un énfasis en la alta tecnología», continuaba.
Cuando se le preguntó acerca de lo que le gusta de Israel, respondió sin vacilar: «Me siento como en mi casa, sobre todo cuando estoy en Jerusalem. No tengo una explicación lógica para ello. Sólo recuerdo que cuando llegué aquí por primera vez, sentí algo especial. También me gusta la gente de Israel. Ellos nunca se han negado a ayudarme o responderme una pregunta. Al parecer es mi destino”.
La alegría y felicidad de Peng, se pueden resumir en lo que es, un “Chionista”.
Traducción: Radio Jai
El caminaba por los pasillos de su hotel con la kipá puesta y una sonrisa. “Yo soy un sionista chino”, declaró….. aah bueno, y lo dejaron seguir caminando por el hotel o le pusieron un chaleco de fuerza, lo encerraron en un manicomio y arrojaron la llave ???