Yitzjak Navon, quinto presidente de Israel, falleció este fin de semana en la ciudad donde nació, creció y desarrolló su rica e intensa actividad política y cultural. Navon fue miembro del Parlamento, ministro de Educación y Cultura y presidente de Israel, y también se destacó como escritor y dramaturgo, y símbolo de la cultura sefaradí y el acercamiento entre todas las expresiones culturales de Israel.
Este mediodía, Yitzjak Navon fue sepultado en la Parcela de los Grandes de la Nación, en el cementerio nacional del Monte Herzl, donde desde 1993 reposan los restos de su primera mujer, Ofira Navón.
La ceremonia fue conducida por el cantante Yehoram Gaon, amigo personal de Yitzjak Navon y a quien apoyó y acompañó en su labor en pro de la cultura sefaradí. Gaon relató que se considera un “hijo por elección” de Navon, desde que su propio padre falleciera. “Fue mi padre por elección, admiración y amor”, dijo Gaon, quien destacó las cualidades del ex presidente, la profundida de su sabiduría y al mismo tiempo su sencillez.
En primer lugar dirigió la palabra el presidente de Israel, Reuven Rivlin, quien recordó momentos que compartió con Navon. “Recuerdo que estabas orgullosos de los frutos que plantaron e hicieron crecer las generaciones más jóvenes, que portan la bandera y trasnmiten la antorcha. Durante años fuiste secretario de David Ben Gurion y él creía que el sionismo y el renacimiento de la nación comenzaron con la Segunda Aliá (inmigración a Israel), pero tú sabías que sus raíces son mucho más antiguas. Y en aquella noche que compartimos recordé Yitzjak, cómo solías decirme que para ustedes, los integrantes de la familia Rivlin en Jerusalem son nuevos inmigrantes. Junto a tí, un amante de Israel y de las personas, era un gran orgullo ser un nuevo inmigrante”.
Rivlin concluyó diciendo: “Llegaste a la Residencia Presidencial como presidente y saliste desde allí hoy como presidente de Israel. La Residencia que te honró y fue honrada con tu presencia. Tu personalidad única, la forma como expandías, rompías límites y establecías desafíos al cargo de presidente fueron y serán, para los presidentes del pasado, el presente y el futuro una guía y un ejemplo personal. Las decenas de años durante los cuales estuviste en el centro de la actividad pública, social y política, las resumiste con muchísima modestia. ´Yo espero – dijiste – que con mi quehacer público pude dejar una pequeña piedra en la construcción de esta Nación, en la conformación de su unidad y su carácter, y espero haber cumplido mis funciones con lealtad y fe, como corresponde a un emisario público´. Nó sólo una piedra colocaste, Yitzjak, muchísimas piedras, piedras fundamentales y piedras de construcción”.
La familia de Yitzjak Navon sonrió entre lágrimas cuando el presidente Reuven Rivlin finalizó sus palabras recitando una plegaria en ladino, en homenaje a su memoria.
Tras las palabras del presidente, el primer ministro Binyamin Netanyahu recordó que Yitzjak Navon se interesaba mucho por las investigaciones de su padre, el historiador Bentzion Netanyahu, sobre la Inquisición y el judaísmo español. Netanyahu destacó en sus palabras el amor de Yitzjak Navon por Israel y en especial por Jerusalem. “Él conocía sus barrios como la palma de su mano, amaba a sus habitantes y escribió sobre ellos con gran talento, humor, ingenio y gracia”.
Netanyahu añadió que “Navon creía que la base para nuestra existencia se encuentra primero y ante todo en nuestras relaciones internas, y en virtud de este principio actuó durante toda su vida. Él trabajó por derribar las barreras entre todos los integrantes de nuestro pueblo. Su amor por el pueblo provenía de lo profundo de su corazón y el pueblo le devolvió amor”.
También el ex presidente Shimon Peres, amigo y compañero de Yitzjak Navon de largos años de lucha y labor pública y política. «Mi amigo, como un hermano para mí, Navon fue el quinto presidente de Israel, amado por su pueblo”. Peres destacó el carácter amable de Navon y su cercanía con la gente, sin protocolos, sus cualidades de autor, dramaturgo y hombre de la cultura. “Todos los días de su vida persiguió la paz. Fuimos amigos de corazón y alma. Servimos juntos a la Nación durante medio siglo. Yitzjak le dio a Ben Gurión algunos excelentes consejos, que él aceptó de buen grado”.
“Él iluminó el rostro de nuestro pueblo todo, presidente del pueblo, no sólo del Estado. Él era tan amado porque siempre fue fiel a sus ideas, a su camino. El camino de la paz entre los hombres, la reducción de las brechas sociales y educación en el amor por Israel. Cuando era necesario, no temía expresar su opinión y exigir la investigación de la verdad. Mi buen hermano, ya te extraño. Estoy seguro de que nosotros y nuestros hijos seguiremos andando, hasta que lleguemos a destino. Ya te extraño”.
La esposa de Yitzjak Navon, Miri Shafir Navon, dijo a continuación: “Creías con todo tu corazón que la paz es posible. No pudiste ver tu sueño convertido en realidad, éste se fue alejando. Pero nunca perdiste la esperanza. Yo espero que surjan nuevos líderes, jóvenes que te vean como un ejemplo y que sepan seguir por tu camino. Que le hablen al pueblo como uno de ellos, y siempre con la verdad. Gracias por una maravillosa relación y un gran amor. Gracias a lo que construimos juntos, tu familia se convirtió en mi familia y la mía en tuya. Tú te despides de nosotros y dejas una familia plena de amor, y también un pueblo entero que te ama, y te extraña. Y tú, mi amor, míranos desde arriba para que puedas ver cómo construimos la paz”.
Mas allá de sus aciertos o errores, permanecerá de él el recuerdo de un hombre cultivado e inquieto, cercano a sus origenes sefaradies, y vinculado a esa España de sus antepasados,
(originarios de Zaragoza) que tanto amaba …
Descanse en paz / Zi jronó íbrajá