Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
La mina que se plantó en la cuneta del camino en las laderas del Monte Dov destinada a patrullas de las FDI fue, probablemente, parte de una operación para vengar el asesinato de Samir Kuntar. Kuntar fue asesinado en un ataque aéreo hace dos semanas en un suburbio de Damasco, y el líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, ha afirmado en repetidas ocasiones que Israel estaba detrás del mismo.
Podría estar en lo cierto. Después de todo, el terrorista druso, que fue liberado de una prisión israelí, ha vuelto a su mala senda en la frontera con Siria al servicio de Hezbollah e Irán, e Israel tenía buenas razones para creer que estaba a punto de lanzar ataques contra las comunidades israelíes en los Altos del Golán.
Desde el asesinato, Nasrallah ha jurado tomar venganza contra Israel en tres discursos diferentes. El ataque del lunes fue probablemente su forma de ajustar cuentas. Por si acaso, de ese modo otros en Medio Oriente ven que Nasrallah cumple sus promesas, Hezbollah se atribuyó la responsabilidad por el ataque y anunció que los explosivos en el Monte Dov fueron plantados por las «Brigadas Samir Kuntar».
Sin embargo, es demasiado pronto para declarar esto como el final de esta ronda de asesinato, venganza y represalia tras represalia entre las FDI y Hezbollah. No hubo bajas entre nuestras tropas en este ataque, y es por eso que Nasrallah podría decidir que las cuentas sobre Kuntar siguen sin estar saldadas. Todavía hay una posibilidad de que Hezbollah podría tratar de lanzar más ataques contra Israel en la frontera norte, y en particular en el Monte Dov.
Las precauciones tomadas en el último par de semanas en la frontera norte y en las laderas de Monte Hermón deben, por lo tanto, permanecer en vigor. Además, es perfectamente razonable suponer que bajo la cobertura de la tormenta que cayó sobre la zona en los últimos días, Hezbollah plantó aún más explosivos y quizás incluso lanzadores antitanque listos para emboscar a tropas de las FDI en otros lugares a lo largo de la frontera norte. Es por ello que la División de Galilea, que es responsable de la zona donde fue colocada la bomba, bloqueó algunas de los caminos.
Esta ronda podría también no haber sido efectuada en lo que se refiere a Israel, lo que significa que los soldados de las FDI y los agricultores que trabajan cerca de la valla fronteriza deberían ser particularmente cauteloso y permanecer en alerta máxima.
Cuando se hizo evidente para Israel que Nasrallah intentaba cumplir sus amenazas – y esta vez las predicciones de Inteligencia Militar fueron correctas y exactas – el primer ministro, el ministro de defensa y el jefe del personal de las FDI, así como fuentes de seguridad que hablaron con los medios de comunicación, todos se apresuraron a subrayar que Israel responderá con fuerza a cualquier tipo de ataque de venganza cometido por Hezbollah.
Hace un año, Hezbollah realizó un ataque de venganza después que la FAI, según fuentes extranjeras, bombardeó una patrulla compuesta por comandantes de Hezbollah, del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Iraní y del Ejército Sirio, que estaban explorando el área para una serie de ataques terroristas que planeaban contra Israel. Jihad Mughniyeh y un general iraní murieron en el ataque aéreo. Hezbollah se vengó 11 días después disparando misiles antitanque contra una patrulla Givati en su camino desde el Monte Dov a la aliente de Galilea.
Dos combatientes de las FDI murieron entonces, pero Israel optó por la moderación para evitar una mayor escalada. Puede ser que alguien en el establishment de defensa pensó, a posteriori, que esto había sido un error. Así que esta vez los jefes de estado y las FDI anunciaron con antelación y de una manera que no deja lugar a duda, que si Hezbollah lanza un ataque de venganza, la represalia israelí sería severa y destructiva.
El mensaje fue totalmente entendido, no sólo por Hezbollah, sino probablemente también por Teherán y por los jefes de grandes comunidades en el Líbano. Esto llevó a Hezbollah a ser presionado por Irán, Rusia (a través del régimen sirio) y dentro del Líbano para que no actúe o que se conforme con una venganza simbólica.
Nasrallah probablemente respondió a la presión con más alivio. Es probable que tampoco él quería involucrarse con Israel sobre Samir Kuntar. Por lo tanto, probablemente, decidió instruir a su gente para llevar a cabo una actividad menos grave en cuanto a como suelen ser los ataques terroristas de Hezbollah: una mina en las laderas del Monte Dov.
En este punto también es importante entender que las FDI y Hezbollah trabajan, opuestas entre sí, de acuerdo con un conjunto de reglas que se han consolidado desde la Segunda Guerra del Líbano. Eso explica, entre otras cosas, por qué Hezbollah ha preferido, en los últimos años, operar en la zona del Monte Dov (Jabal Ru’us) en el cordón occidental del Monte Hermón.
Esta zona es conocida por los libaneses – y especialmente por Hezbollah – como las Granjas de Shebaa y es, afirman, territorio libanés soberano. Esto a pesar de que el Monte Dov había estado bajo el gobierno de Siria hasta que Israel tomó el control sobre la zona en la Guerra de los Seis Días. Pero los libaneses afirman que es territorio suyo, siguiendo antiguos mapas del mandato francés.
La percepción de Hezbollah es, pues, que un ataque contra las FDI en la zona del Monte Dov no es como una violación de la soberanía de Israel, sino más bien como una acción legítima en una especie de «patio de juegos» que en realidad pertenece a Líbano. Según Hezbollah, Israel no tiene legitimidad al visualizar la actividad en al Monte Dov como un ataque a su soberanía que justificaría una respuesta militar seria.
Hezbollah estima que no habrá pérdidas
El tipo de ataque – una mina – no es coincidencia. Es razonable estimar que este método fue elegido precisamente porque Hezbollah esperaba que un ataque de esta naturaleza no causará graves daños o pérdidas a las FDI, y por lo tanto no llevará a una escalada.
De hecho, Hezbollah sabe muy bien que las FDI han aprendido, a lo largo de los años, cómo lidiar con explosivos de manera que no cause pérdidas sustanciales entre sus soldados.
Ellos saben que el ejército utiliza vehículos pesados en lugares sospechosos de modo que incluso una gran explosión al lado de ellos no causaría daños o pérdidas significativas.
Y, de hecho, esto es exactamente lo que sucedió el lunes. Las FDI no tuvieron pérdidas; Hezbollah puede afirmar, ya que es rápido en hacerlo, que vengó la muerte de Kuntar; las FDI dispararon su artillería causando daños y lesiones en varios pueblos del sur de Líbano – y todo el mundo puede estar satisfecho de que fue impedida una escalada sin afectar el prestigio de nadie, y que cada lado ha sido disuadido.
Esto puede ser surrealista, pero una realidad tan volátil obliga a que se observen estas extrañas reglas en los «patios de juegos» en nuestras fronteras. No obstante, como se ha mencionado, es importante permanecer alerta. Es muy posible que Hezbollah esté preparando futuras sorpresas para nosotros en la zona, que no deben tomarnos desprevenidos.
No murio nadie ?? No mientan y haganse cargo. No murió en el momento de la explosión pero murió después por las heridas un general de una Unidad de Seguridad e Inteligencia que iba en uno de los 2l Hummer que les volaron por el aire. Lo destacable de este hecho es que Hezbolla les instaló frente a su cara sin que se dieran cuenta una bomba en la ruta entre Zibdin y Kafuat, en una zona con máxima vigilancia, muy cerca del cuartel que tienen sobre la colina de Zibdin rodeado de varias posiciones militares más en Ramza, Kafat, Ruaiset Summak y Abbasiyyah. Una zona en la que tienen un sofisticado sistema de vigilancia electrónica, minada y con alambres de púas, con radares en Yabal al Sheij y con drones sobrevolandola las 24hs. Con todo eso igual la resistencia libanesa se infiltró y les puso una bomba delante de su cara. Una operación admirable.