Un soldado israelí abandona el supermercado Rami Levy donde tuvo lugar el ataque. EFE

Dos menores palestinos han asesinado esta tarde a un joven israelí, de 21 años, y herido de gravedad a otro de 36 años, en el conocido supermercado Rami Levy, al sur de Cisjordania. Continúa de esta forma la llamada «Intifada de los Cuchillos»iniciada hace cinco meses enfrentando más que nunca a los líderes de ambos pueblos.

Los dos palestinos sacaron los cuchillos en la entrada del establecimiento y atacaron a los clientes antes de ser abatidos y heridos por un civil que iba armado. Ayham Ibrahim Subih y Omar Salim Rimawi-ambos de 14 años y de la localidad de Bitunia (Ramala)- se encuentran heridos en un hospital israelí de Jerusalén.

La víctima es el soldado Tuvia Yanai, padre de un bebé. «No dejaremos que acaben con la convivencia en este lugar. No dejaremos que radicales terroristas cambien nuestra política de permitir que judíos y árabes compren y trabajen juntos en este establecimiento», asegura el propietario del supermercado que ha sido escenario de al menos tres ataques parecidos en los últimos meses.

No es la primera vez que detrás de los ataques que se suceden desde octubre se encuentran jóvenes y menores. Según los servicios secretos internos israelíes (Shabak), «el 37% de los autores de los 282 acciones terroristas tienen entre 16 a 20 años». El 74% han tenido lugar en Cisjordania, territorio ocupado por Israel en la guerra del 67.

Según el Instituto Nacional de Seguridad Social israelí , 32 personas han muerto en Israel a raíz de los ataques palestinos desde que el 1 de octubre un comando del grupo islamista Hamas asesinara a un matrimonio israelí en una carretera cerca de una colonia en Cisjordania.

Por parte palestina, la cifra mortal alcanza los 174, dos tercios de ellos atacantes abatidos en sus ataques (mayormente apuñalamientos) por policías, soldados o ciudadanos armados. El resto, en enfrentamientos con soldados israelíes en Cisjordania y la frontera entre Israel y la Franja de Gaza.

El liderazgo palestino y sobre todo los medios de comunicación de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y de Hamas acusan a Israel de «asesinar a sangre fría a adolescentes palestinos».

Denuncian «el gatillo fácil» contra palestinos señalando que en muchos casos el ataque de los jóvenes podría haber acabado con su detención. Una afirmación muy extendida en la calle palestina. De hecho, antes de cometer sus ataques, varios palestinos reconocieron en Facebook que deseaban ser «mártires» para vengarse. Israel, por su parte, replica que sus agentes actúan en defensa propia y de los ciudadanos en los atentados.

Ante una ola de ataques sin precedentes desde la Segunda Intifada (2000-2005), el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se encuentra bajo una ola de críticas internas. Muchos ponen en duda su etiqueta en las elecciones: «Mr Seguridad».

En un encuentro con familiares de víctimas mortales de los ataques, el dirigente israelí ha señalado este jueves: «Desde hace 100 años, luchamos contra el terrorismo. Nosotros luchamos y ganamos y también doblegaremos esta ola de terror».

Según publica hoy el diario israelí ‘Maariv’, 19 familias han enviado una carta a Netanyahu pidiendo «la expulsión de las familias de los terroristas es lo mínimo que el Gobierno israelí debe hacer para frenar esta ola sangrienta de terror».

De momento, la principal medida de castigo-disuasión tomada por el Gobierno de Netanyahu ha sido la demolición de las casas de los autores de los atentados.

Por otro lado, cuatro palestinos han anunciado que iniciarán una huelga de hambre en protesta por su detención en Israel sin conocer los cargos.

El periodista palestino Mohamed al Qiq- al que Shabak considera miembro activo del grupo islamista Hamas- lleva más de 80 días en huelga de hambre.

El Tribunal Supremo israelí suspendió su «detención administrativa» pero no aceptó su petición de traslado a un hospital en Ramala. Al-Qiq se encuentra en un hospital al norte de Israel (sólo acepta beber agua) y sus abogados alertan que puede morir en cualquier momento.