De visita en Israel, el referente opositor sirio, Dr. Kamal-al-Labwani, brindó una conferencia de prensa donde detalló la situación de su país como consecuencia de la guerra civil, y solicit mayor ayuda humanitaria por parte de la comunidad internacional. «Necesitamos ayuda», imploró.
El conflicto bélico en Siria parece no tener fin, y tiempos difíciles requieren medidas extraordinarias. Al-Labwani, un doctor devenido en figura central de la oposición contra el gobierno del dictador Bashar al Assad, fue recibido en un evento organizado por el Jerusalem Press Club, en el barrio de Mishkenot Sha’ananim.
Pasó años encarcelado como preso político y, desde su liberación, dedicó su vida en ayudar a sus conciudadanos, recaudando fondos, buscando alternativas, consultando a figuras públicas en el exterior, que permitan aliviar en algo la precaria realidad de miles de personas.
Con la ayuda de Moti Kahana, un hombre de negocios israelí-estadounidense, al-Labwani lidera los esfuerzos para crear una «zona segura» en el sudoeste sirio que le brinde refugio a los miles de desplazados.
«Trabajaremos de forma no gubernamental y buscamos crear una zona segura para ayudar a los civiles sirios. Esperamos que las sociedad internacional nos ayude», explicó al-Labwani aInfobae, al describir los objetivos de su proyecto.
Asimismo, el activista opositor advirtió respecto a la participación del Hezbollah, la organización terrorista chiita-libanesa, en el conflicto sirio. «Vienen solo a destruir. Pelean contra los civiles sirios», aseguró.
Preguntado sobre la sensación de la población local sobre AlAssad, al-Labwani prefirió evitar una respuesta directa y se limitó a decir: «Solamente queremos dejar de pelear ente nosotros».
Teatro de operaciones
Durante las últimas semanas, reportes de las agencias de noticias internacionales aseguran que la contienda viró en favor del mandatario Al Assad y sus generales, ya que cuentan con cobertura aérea rusa y asistencia terrestre iraní.
La ciudad de Alepo, que hasta hace semanas era considerado el principal bastión de resistencia fue severamente castigada, y las tropas leales a Al Assad están cercando el lugar.
Como consecuencia, miles de personas se amontonaron en la frontera con Turquía en busca de refugio, pero hasta el momento, el país gobernando por Recep Tayyip Erdogan se negó, y permanece con sus puertas cerradas.
El miércoles, un coche bomba explotó en las cercanías del parlamento turco y mató a 28 personas, hiriendo a otras 61. «Que permita a los sirios pasar por las fronteras», exigió al-Labwani al gobierno de Erdogan.
Ese mismo día, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó que aviones de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) atacaron un puesto militar al sur de Damasco. Detallaron que al menos tres misiles impactaron sobre el objetivo.
El régimen de AlAssad lo negó, y desde el gobierno del premier israelí Benjamín Netanyahu no emitieron sonido al respecto.
Si bien es de público conocimiento que heridos sirios ingresan a Israel para recibir atención médica, al-Labwani y Kahana quisieran que el trabajo en este sentido continúe y se incremente.
«Pedimos que permitan el ingreso de más ayuda humanitaria y que dejen entrar a mas heridos en Israel», sostuvo Kahana, quien vestía un pin con la bandera de la resistencia siria y la de Estados Unidos sobre su chaqueta gris.
Irán, por su parte, continúa su presencia con tropas propias y coordina a los miembros del Hezbollah financiados por el Ayatollah persa Alí Jamenei.
Mientras tanto, Estados Unidos y Europa tratan de imponer un cese al fuego a tiempo que continúan con los ataques contra el Estado Islámico.
El último intento para culminar con las hostilidades en suelo sirio ocurrió días atrás en Munich, Alemania, y fue auspiciado por el gobierno estadounidense con su canciller John Kerry a la cabeza, más la participación de una delegación oficial rusa junto con otras potencias. Pero el supuesto acuerdo fracasó, y mientras tanto los refugiados buscan llegar a un lugar seguro en una Europa que no está dispuesta a abrir sus fronteras indistintamente.
Durante la charla en Jerusalén, Al-labwani y Kahana exigieron la intervención de los países latinoamericanos, a quienes pidieron enviar un mensaje. Consideran que los mandatarios de la región deberían tener un rol más importante en el actual conflicto.
«Vayan a Siria, reciban refugiados y comiencen a hacer diplomacia. O vengan a Israel y nosotros los haremos entrar», propuso Kahana.
En cinco años de Guerra civil, las cifras de muertos varían entre 150.000 y cerca de medio millón de personas.
http://www.infobae.com/2016/02/18/1791164-lider-la-oposicion-siria-hezbollah-solo-viene-destruir
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