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| martes diciembre 24, 2024

Israel, sionismo y el Mundo Árabe


 

 

ANTECEDENTES

1Con motivo de la presentación del libro «Sionismo en el discurso árabe» publicado por la Universidad de Manchester, 200 páginas, un numeroso y destacado público participó de una jornada de análisis y debate público.

El texto ofrece una original tesis de cómo estudiar y entender el conflicto árabe-israelí. Analizando cientos de textos escritos por pensadores islamistas y liberales árabes desde fines del siglo 19 hasta la «Primavera árabe» del 2011, el libro demuestra que la tarea sionista cumplió la doble función de enemigo y mentor. Tanto unos como los otros, islamistas y liberales, reconocieron que ven en Israel un modelo a implementar en sus propias sociedades. Se revelan fascinantes puntos de vista sobre variados aspectos del Sionismo: desde el Primer Congreso Sionista de 1897 a la Primera Guerra del Líbano en 1982, desde la resolución de construir Tel Aviv en 1906 hasta la participación femenina en el Ejército de Israel.

El libro se convierte así en una fuente esencial para entender las diferentes versiones en cuanto al Sionismo e Israel: en sus capítulos se analizan al islamismo y al liberalismo en el mundo árabe; las perspectivas mutuas y las interpretaciones propias durante la 2ª. Guerra Mundial; como las ideas del Congreso de Basilea se convierten en ideal para los musulmanes; cómo se formulan las contradicciones conceptuales de los liberales árabes en su lucha contra los regímenes despóticos de sus propios países y sus conflictos con la entidad soberana sionista; la intromisión de Occidente en Oriente Medio manifestada por el progreso y los alcances de Israel y su población.

Se trata de una versión actualizada del libro publicado en 2013 en hebreo «Mi Enemigo, mi Guía: Israel y el Sionismo según las concepciones de los islamistas y los liberales árabes«. Ese libro proponía una tesis comparativa moderna en cuanto a Israel y los procesos de paz y normalización con sus vecinos árabes, destacando el aporte del establecimiento del Estado de Israel en el desarrollo conceptual de las corrientes ideológicas de la sociedad árabe.

2En líneas generales, indicaba que Israel es visto como un enemigo que plantea que en la lucha contra él se consagren revoluciones: para los islamistas, la conversión del Islam como marco único y total  para todas las expresiones de la vida; para los liberales, la revolución requerida deberá reivindicar democracias basadas en las libertades individuales.

Por un lado ven a Israel como modelo a emular, cada uno según sus objetivos específicos, su visión de mundo, sus criterios en cuanto al modernismo y a los intereses políticos y pragmáticos prioritarios. En líneas generales, «Mi Enemigo, Mi Guía» consideraba fundamental conocer como el régimen, la cultura, la ciencia y la sociedad de Israel se perfilan en las interpretaciones de los pensadores e intelectuales árabes, como el odio al enemigo se convirtió en admiración política y social.

REFLEXIONES DE LOS  AUTORES

Prof. Oriyah Shavit – de la Escuela de Lengua Árabe e Islam de la Universidad de Tel Aviv, experto investigador 3de religión y política en el mundo árabe y de las minorías musulmanas en Occidente.

En su presentación destacó el mérito que el libro fuera publicado por la prestigiosa Universidad de Manchester, establecida en 1824 y que es hoy la mayor universidad del Reino Unido por cantidad de alumnos: 39,000. Las brisas de intolerancia hacia Israel, los repetidos intentos de deslegitimación y negación, no fueron efectivos  en esta oportunidad, lo que conserva las esperanzas que aún es factible el pluralismo en el mundo académico – en particular el británico.

Se destacó en especial el extraordinario aporte de Israel Gal, que desde los años 70 del siglo pasado hasta su fallecimiento en 2011, estableció y dirigió en UTA el Archivo Periodístico Árabe más completo del mundo: 25 millones de páginas periodísticas publicadas desde el año 1877.

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¿Cuán profundo es el odio árabe hacia el Estado de Israel? ¿A qué se debe que este conflicto aún no encontró solución? ¿Cuán arraigada es la posición de no llegar a ningún entendimiento con el estado sionista? ¿Acaso en esta zona las agujas del reloj de la paz funcionan en sentido opuesto?

Varias respuestas a esas inquietudes:

  • Las raíces iniciales del conflicto eran religiosas. Si un sector considera que esta tierra es Tierra Santa propiedad del Wakf musulmán, y si el otro sector considera que ésta es Tierra Prometida por la divinidad, no hay ninguna posibilidad de paz. Las obras divinas no pueden ser alteradas por los mortales.   Sin embargo, en ambos bandos hay sectores religiosos que aceptarían ciertas concesiones territoriales.
  • En ambos bandos hay amplios sectores extremistas. Desde 1992 hubo por lo menos cuatro gobiernos israelíes inspirados por la ideología de que toda Eretz Israel pertenece a los judíos («Eretz Israel Hashleimá»), y sin embargo adelantaron iniciativas que incluían renuncias territoriales. Cuando en 1993 se firmaron los acuerdos de Oslo, Hamás era una organización diminuta y la cuestión palestina estaba manejada por un sector relativamente laico, el Fataj. Y tampoco hubo entendimiento.
  • El conflicto es complejo, los temas en discusión son muchos y apasionados: fronteras, agua, lugares santos, desplazados. Pero hubo regiones en conflicto mucho más complejo, y lograron encontrar puntos de acuerdo. ¿Por qué es tan difícil aquí?

Detengámonos en sólo dos componentes básicos del conflicto:

  1. La dimensión cultural – En los textos de los intelectuales árabes, siempre aparece el temor de que el sector israelí imponga la cultura occidental en la región, lo que significaría un peligro futuro para la cultura árabe. ¿No podríamos renunciar a este aspecto? ¿Son tan vitales las relaciones culturales? Tal vez conviene elaborar soluciones que eludan esta dificultad, que tomen debida cuenta de la sensibilidad árabe al respecto;
  2. La dimensión pragmática – Algunos interpretan que si habrían conversaciones de paz, la paz se lograría….El problema está en que ambas partes no ven ninguna ventaja en renuncias substanciales para lograr un entendimiento perecedero – ambos bandos prefieren dejar las cosas como están. Santifican el «status quo».
  3.  Desde la perspectiva israelí, su situación es ampliamente mejor que la que existía algunos decenios atrás. Con sólo comparar la ciudad de Haifa hoy con el estado actual de Damasco;  Tel Aviv es mucho más cosmopolita que El Cairo. Las principales potenciales occidentales – EE.UU., Alemania, Francia – se inclinan más a favor del lado israelí. Y si comparamos los ejércitos, el de Israel tiene una superioridad arrasadora.

 

Los árabes creyeron que los 600 mil judíos que había aquí al declararse la independencia de Israel, serían fácilmente vencidos y desalojados por los 40 millones de árabes de los países vecinos. La derrota árabe fue humillante. En nuestros días, casi 70 años después, 6 millones de judíos viven rodeados de 300 millones de árabes, y con estas proporciones tal vez sería alcanzable cierta victoria. Por eso también, es preferible darle tiempo al tiempo.

MÁS REFLEXIONES

6Dr. Ofir Winter, politólogo de la Univ. de Tel Aviv y de la Universidad Ariel e investigador destacado del INSS – Instituto para Estudios de la Seguridad Nacional, experto en las relaciones religión y estado en los países árabes y la concepción musulmana contemporánea.

Destacó que el libro gira alrededor de la apreciación que Israel se admira como modelo de emulación. ¿Cómo subsiste tal contradicción: también odio sin límites  y también plena admiración?

7El mundo árabe ve a Israel como parte del mundo occidental que procura subyugar lo que fuera el origen del mundo islámico. El editorial del diario «Falastin» en una publicación de 1914, señala que no hay inconveniente que un judío sea electo como alcalde del sector árabe de Yaffo,  pues «así se podría lograr lo que consiguió la administración sionista de Dizengoff siendo el primer intendente de Tel Aviv». Otro pensador escribió que los sionistas son como una academia, una «mídrasa» para aprender como hacer progresar un país.

¿En qué radica el éxito de Israel? Muchos pensadores árabes lo atribuyen a que las aspiraciones sionistas tienen raíces religiosas. Esta apreciación se fortaleció con la Guerra de los Seis Días, y sirvió de explicación de la nueva derrota: los corruptos regímenes árabes se alejaron del Islam y se dejaron vencer por los judíos!!! Por lo tanto hay que aprender de los judíos: si ellos vencieron encabezados por la santidad de la Biblia, nosotros debemos fortalecernos poniendo al Corán al frente de nuestras inquietudes; si los judíos utilizan una bandera diseñada con elementos religiosos (talit  +  la estrella de David), nosotros izaremos la bandera del Islam!

Es decir, consideran que no es reaccionario volver a los elementos religiosos, sino que son indispensables para obtener la victoria. Y así como los sionistas, el movimiento religioso musulmán debe ser moderno, debe conservar los valores de identidad iniciales y saber absorber los cambios que caracterizan a la modernidad. Así se podrá vencer.

Por su parte, los sectores liberales procuran adecuar los hechos a sus concepciones. Tal vez las contradicciones israelíes los confundan: ¿cómo es posible que un juez árabe, H. Salim Joubrán, integrante de la Suprema Corte de Israel desde el año 2004, integra el Tribunal que juzga y encarcela a un Presidente israelí? Y además, es presidente del Tribunal Electoral Superior !!!

LOS ÁRABES LIBERALES

Las inquietudes de los árabes liberales son muchas:

¿Acaso Israel es un país laico o un país religioso? Los liberales prefieren definirla país laico, agregando que la identidad judía es muy especial. De esta manera, también un país palestino podría ser islámico… Son muchos los intentos de encontrar justificativos religiosos a problemas políticos.

¿Es Israel una democracia? Muchos consideran que Israel no es una democracia para las minorías que conviven en el estado judío, pero haciendo la comparación con el nivel de vida en los países árabes, los ciudadanos árabes del país sionista gozan de múltiples ventajas. En primer lugar, el régimen israelí no es brutal como suelen ser  los países árabes totalitarios; además, las condiciones en las cárceles de Israel ni se asemejan a las de los países árabes – «las cárceles israelíes son jardines de fresas…».

Otros pensadores liberales insisten en que se deben promover proyectos comunes en todas las áreas – agricultura, ciencias, tecnología – para vencer a Israel hay que desarrollar la preparación científica y tecnológica de la juventud árabe.

Frente a todos esos sectores de opinión, existen capas de opinión de jóvenes liberales, activos en las redes sociales, que aprecian que en la medida que los árabes mejoren sus niveles formales y sus países sean más liberales, podrán alcanzarse entendimientos que eviten las guerras y los derramamientos de sangre. Sin «enamorarse» de Israel, ven en seguir sus ejemplos y experiencias una garantía de progreso.

8El Bund, el Judaísmo Reformista (en sus orígenes), e incluso algunos sectores dentro de la Organización Sionista, elevaron propuestas alternativas  para solucionar «la cuestión judía», en especial las persecuciones en Europa.

Algunos sectores judíos, tanto religiosos como laicos,  catalogaron al plan sionista como «satánico». Con el correr del tiempo y paralelamente a las dramáticas circunstancias que se manifestaban en Europa, muchos cambiaron de opinión (como los reformistas) y otros endurecieron sus críticas y reacciones, en particular de la ortodoxia religiosa.

También hubo países que consideraron negativamente al sionismo, como el Imperio Otomano, la Unión Soviética (que sin embargo se apresuró en reconocer el establecimiento del Estado de Israel en 1948), la República Islámica de Irán, etc.  Desde principios del siglo 21°, podremos encontrar oposición sistemática y declarada al sionismo político en diversos sectores ideológicos y políticos en particular en el mundo árabe, en las izquierdas intelectuales, entre parlamentarios socialistas, etc.

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Lic. Samuel Leillen, 11.4.2016

  • Lic. Samuel Leillen es Estadígrafo, Asesor financiero, Publicista, Conferencista.
  • Miembro Honorario de la Cámara de Comercio Israel América Latina y de CEVI – Cámara de Economía Venezolana Israelí.
  • Miembro de la Comisión de Ética de OLEI – Organización de Latinoamericanos en Israel.

 

 
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