Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
Sucede una y otra vez. La semana pasada en el Mercado Sarona, el sábado en Orlando, y exactamente hace 75 años, en junio de 1941, durante la fiesta de Shavuot, en Bagdad, Irak, cuando una turba realizó un pogromo contra los judíos. Unos 180 judíos fueron asesinados en el «Farhud», la versión iraquí de la Kristallnacht. Eso no es un error. Fue una noche de derramamiento de sangre precedida por propaganda nazi dirigida por el embajador alemán en Bagdad, Dr. Fritz Grobba.
En aquellos días, Irak era en un país independiente. La influencia de Grobba en la élite local era grande. Entre otras cosas, envió delegaciones a Berlín, compró un diario y se esforzó por publicar en el mismo el Mein Kampf de Hitler por entregas. El odio a los judíos no era por el sionismo. En esa época la mayoría de los judíos de Irak no eran sionistas. Eran, precisamente, igual que los judíos de Alemania, parte de la columna vertebral de la economía, el desarrollo y el progreso. Durante esos años, Grobba aseguró un goteo constante y virulento de propaganda nazi antisemita. El goteo funcionó: El gobierno tomó una serie de medidas contra los judíos, y su situación empeoró.
Más tarde, después de haber difundido exitosamente el engañoso complot de Al-Aqsa a través de Palestina y después de meterse en problemas con las autoridades del Mandato Británico, el Mufti de Jerusalén, Haj Amin al-Husseini, llegó a Bagdad y añadió más leña al fuego. Dos meses antes de la Farhud, tuvo lugar un golpe de estado pro-nazi en Irak, encabezado por Rashid Ali al-Gaylani. La Segunda Guerra Mundial estaba en su apogeo, y los británicos avanzaban sobre Bagdad. Al-Gaylani y el muftí, los mayores incitadores, huyeron a Berlín, donde fueron recibidos como héroes. Los dos dejaron la masacre de los judíos de Bagdad a la incitada multitud local.
Los deudos de San Francisco después del tiroteo Orlando (Foto: AFP)
Ciertos judíos antisionistas tratan de cultivar la leyenda de los pogromos de Farhud como el resultado de los temores árabes hacia la empresa sionista. Estas personas han hecho de la justificación de antisemitismo árabe y el terrorismo la obra de su vida. Quieren ver esa revolución como una especie de oposición al colonialismo y al sionismo. Han pasado setenta y cinco años, y el ataque terrorista en el Mercado Sarona también está recibiendo justificaciones. Algunos están tratando de decirnos que no es incitación, es oposición a la ocupación.
Mientras sean marginales – que así sea. Tales alucinantes fenómenos siempre han existido. Pero la semana pasada, el propio Alcalde de Tel Aviv, Ron Huldai, trató de explicar que Israel era el culpable del ataque de Sarona. Hasta que no sucedan ataques más grandes, agregó, los israelíes no entenderán. ¿Qué no entenderán? Que hay que poner fin a la ocupación.
[Deudos en Tel Aviv después del ataque en el Mercado Sarona (Foto: Reuters)]
Huldai «transformó» a los asesinos que llegaron a Tel Aviv en pacifistas. Ellos no sabían que lo eran, pero Huldai lo sabe. Sí, Israel les ofreció a los palestinos un estado; sí, ellos rechazaron la oferta de Barak en Camp, el acuerdo de Clinton en 2000, y dos borradores de John Kerry en 2014, pero Huldai culpa a Israel. Huldai, no los repugnantes antisionistas usuales a cuyas chillonas voces nos hemos acostumbrado.
Esta vez, es la persona que es un candidato potencial para el liderazgo del Partido Laborista. Podemos suponer que el alcalde de Orlando no le dirá a la gente de su ciudad que lo merecían, y que es a causa de la ocupación estadounidense en Irak. Tampoco les dirá que los estadounidenses merecen un ataque mucho más grave para que puedan comprender los motivos de los atacantes.
[El Alcalde de Tel Aviv Ron Huldai]
Setenta y cinco años separan el ataque en Bagdad de los ataques en Sarona y Orlando. Entonces no ocurrió por libertad y liberación, y hoy no ocurrió para promover la libertad y la liberación. Entonces y ahora, fueron crímenes de odio asesino.
Cuando oí acerca de Huldai, debo admitir, sentí una punzada en el corazón. Los palestinos merecen la libertad y la autodeterminación. El actual gobierno es malo para Israel, y debemos reemplazarlo. Pero cuando Huldai y otros como él, que entienden y justifican el terrorismo, son la alternativa, entonces la derecha se mantendrá en el poder para siempre.
Pero a este tipo lo eligieron los mismos israelíes judíos.
Y ahora que dicen??