Según Naciones Unidas, a finales de 2015 había en el mundo 65,3 millones de personas refugiadas, desplazadas o solicitando asilo, cifra aún más impactante si se tiene en cuenta que representa un aumento de 5’8 millones con respecto a 2014. Al decir de la ONU, es la primera vez en la historia que hay más de 60 millones de personas en una de estas situaciones.
De esos 65,3 millones, 21,3 serían refugiados (entre los que habría 5,2 millones de palestinos, cifra harto controvertida y que comprende a gente que no sería considerada refugiada de no ser tenida por palestina); 40,8, desplazados y 3,2, solicitantes de asilo.
Más de la mitad de los refugiados procede de sólo tres países, los tres del Gran Oriente Medio: Siria (4,9 millones), Afganistán (2,3 millones) y Somalia (1,1 millones). Significativamente, la propio ONU excluye de su conteo a los por ella considerados refugiados palestinos, que serían de largo el grupo principal.
Ninguno de los cinco países que más refugiados acogen es occidental, y cuatro de ellos están en el Gran Oriente Medio: Turquía (2,5 millones), Pakistán (1,6), Líbano (1,1), Irán (1) y Etiopía (700.000).
La mitad de los refugiados tiene menos de 18 años.
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