Días atrás miré en el canal 2 de la televisión israelí otra de las fuertes y emotivas notas de mi querido colega Henrique Cymerman sobre la terrible pesadilla de los yazidíes, muchas de cuyas mujeres y niños fueron tomados prisioneros por el Estado Islámico cuando irrumpió el año pasado a los montes de Sinjar y de allí en varias ocasiones más. La figura central de su nota era Lisa Miara, una israelí de origen británico que por diferentes circunstancias -originalmente personales- comenzó a involucrarse en el tema de la ayuda a víctimas del terrorismo.
Lisa fundó la Asociación «Springs of Hope»por la cual llegó finalmente a Irak , se fue acercando al tema del sufrimiento allí a raíz del terrorismo y, más concretamente, a la situación de los yazidíes. Con fondos que gente le donó, pudo financiar operativos de rescate de mujeres y niños en el norte de Irak, aunque todo se complica cuando ya son llevados al mercado de esclavos en Raqaa , capital del Estado Islámico en Siria, ya que allí para lograr sacarlos tendría que comprarlos y ello equivaldría en la práctica a dar dinero a una organización terrorista.
Ahora se concentra en ayudar para el duro proceso de reinserción de los liberados , incluyendo algunos casos de quienes lograron escapar solos de las garras de DAESH. , en la sociedad yazidí, otro desafío de por sí complejo.
Pedí a Henrique Cymerman los datos de Lisa para contactarla, que él me proporcionó enseguida. Al día siguiente estuve dos horas sentada con Lisa en un café en el centro de Jerusalem, escuchando su historia, los testimonios que ella oyó directamente de la gente que estuvo en manos de DAESH…Y de noche, casi no pude dormir.
Es la crueldad a un nivel cada vez más sofisticado y terrible.
;Mujeres mantenidas durante 20 días en un pozo, sin luz, casi sin agua y comida..deshidratadas y luego obligados a tomar orina.
Una mujer a la que no violaron, pero a la que «untaban» todos los días con el excremento de los hombres de DAESH.
Una mujer que logró salvarse con sus hijos y contó que vio cómo uno de estos salvajes mató golpeando contra el piso a los hijos de otra yazidí, les arrancó los ojos y se los dio a los hijos de ella, de la que cuenta, de 10 meses y 2 años, para que jueguen, y cuando lloraban y no querían, los golpeaban.
Escribo y lloro de horror…
El mercado de esclavas sexuales, es sólo una pequeña parte de lo que está pasando allí.
Un mismo hilo conductor pasa entre ese espanto y el camión que embistió a civiles en Francia anoche..No es lucha por nada, es guerra contra la libertad y la vida normal. Contra la condición humana de la que estos bestias no son parte.
Es importante que seamos consciente de que para el Islam radical, Occidente y su vida son lo opuesto de su enfoque. Pero para captar la dimensión total del mal, es clave comprender que esto comenzó con la muerte sembrada en su propia casa, en las zonas donde gobierna y avanza, aunque ahora esté sufriendo golpes en el campo de batalla.
Son dos puntas que van de la mano.
Termino de hacer estos apuntes, los releo..y siento que no logré manifestar lo que me hierve en el alma y la mente…porque las palabras no alcanzan.
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