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Moshe instruye al pueblo de Israel para designar jueces y policías en cada ciudad; «Justicia, justicia perseguirás», les ordena, y deben administrarla sin corrupción ni favoritismo. Los crímenes deben ser investigados meticulosamente y la evidencia examinada a fondo. Un mínimo de dos testigos verosímiles es requerido para condena y castigo.
En cada generación, dice Moshe, habrá personas encargadas de interpretar y aplicar las leyes de la Torá. «De acuerdo a la ley que ellos te enseñarán, y el juicio que te instruirán, harás; no te desviarás de lo que te dirán, ni a la derecha ni a la izquierda».
Shoftím (jueces) también incluye las prohibiciones contra idolatría y brujería, las leyes que gobiernan la denominación de un rey; y las indicaciones para la creación de «ciudades de refugio» para el asesino no intencional. También son explicadas varias de las leyes de la guerra; la excepción de la batalla de quien recién se casó, construyó una casa, plantó un viñedo o es «temeroso y de corazón suave»; la exigencia de ofrecer la paz antes de atacar una ciudad; la prohibición de destrucción injustificada de algo valioso, ejemplificada por la ley que prohíbe cortar árboles frutales durante el sitio de una ciudad.
La parashá concluye con la ley de Eglá Arufá, el procedimiento especial a seguir cuando una persona es asesinada por un asesino desconocido y su cuerpo es encontrado en el campo, que resalta la responsabilidad de la comunidad y sus líderes, no sólo por lo que hacen, sino también por lo que podrían haber prevenido que ocurra.
LOS LIDERES SON RESPONSABLES
- Todos los ancianos de la ciudad más cercana al cadáver se lavarán las manos sobre la becerra decapitada en el arroyo.
- [Los ancianos] hablarán y dirán: “Nuestras manos no han derramado esta sangre, y nuestros ojos no la han presenciado”.
- [Entonces los sacerdotes dirán:] “Perdona a Tu pueblo, a quienes Tú, Dios, has librado. No permitas [que la culpa por] la sangre inocente permanezca con Tu pueblo Israel”. De este modo, la sangre será expiada.
¿Podemos pensar que los líderes de la comunidad son responsables de un asesinato o cómplices del mismo?
Acá, en realidad, se refiere a algo más profundo. Muchas veces, lamentablemente, un judío aparece muerto espiritualmente en el campo, lejos de la comunidad, ¿Quiénes son responsables de esa muerte? Los dirigentes de la comunidad, que no supieron darle abrigo, no supieron protegerlo, lo dejaron librado a sus propias fuerzas. Ellos son responsables de esa “muerte” y por ella deben expiar y suplicar el perdón Divino.
Este es un llamado de atención a todos los dirigentes de nuestro pueblo. ¡¡¡CUIDADO!!! ¡¡¡QUE NO APAREZCA EL CADAVER DE NUESTRO HERMANO ESPIRITUALMENTE MUERTO EN EL CAMPO PORQUE USTEDES NO SUPIERON CUMPLIR CON SU TAREA!!!
Un juez imparcial
Por Naftali Silberberg
La parashá de esta semana, Shoftim, siempre es leída en el primer shabat del mes de Elul. Como nada ocurre por accidente, esta parashá debe tener alguna enseñanza importante para implementar en este mes tan auspicioso.
Shoftim significa “jueces”. La Torá nos ordena designar una jerarquía de jueces en cada ciudad y provincia. A nivel literal, este mandamiento se refiere a los jueces que resuelven las cuestiones civiles, penales y religiosas. En un nivel más profundo, sin embargo, este mandamiento, así como sus detalles, tiene un gran significado para cada uno de nosotros y nuestras vidas personales.
Examinemos uno de los detalles de esta ley:
No pervertirás la justicia, no mostrarás favoritismo y no aceptarás el soborno…
Una vez que la Torá ya prohíbe la perversión de la justicia, ¿cuál es la necesidad de prohibir el soborno? ¿Acaso el soborno no es la manera más obvia de pervertir la justicia? Rashi, el prominente comentarista de la Biblia, explica que la Torá prohíbe el soborno, ¡inclusive si el que lo da lo hace con la condición de que el juez imparta un veredicto justo! Pues tan pronto como el juez es “sobornado”, está tentado de actuar en favor de dicha parte y no será capaz de emitir una decisión objetiva. Como continúa el versículo: …porque el soborno enceguece los ojos del sabio. Tan pronto como existe una afinidad entre un juez y uno de los litigantes, este no está capacitado para presidir el caso.
Durante el mes de Elul, cada persona debe juzgar sus acciones y los logros del año anterior. Sin embargo, todos estamos “sobornados” de cierta manera por nuestro amor propio y somos incapaces de hacer una evaluación completamente justa. Por lo tanto, cada persona debe nombrar a un «juez», un mentor espiritual imparcial que pueda emitir una opinión objetiva.
Además, el conocimiento de que al final de cada semana o cada mes tendrá que hablar de sus logros espirituales con otro es a menudo suficiente para colocar a una persona en el camino de la mejoría. Como dijo Rabí Iojanán ben Zakai a sus discípulos: «Si ustedes solo temieran a Di-s tanto como temen a sus semejantes…”. (www.es.chabad.org)
EN MEMORIA DE JAIM TZVI BEN MOSHE IOSEF HALEVI WINICKI Z´´L
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