En el laboratorio de Genética Molecular de la Facultad de Medicina en la Universidad de Tel Aviv, se ha hecho historia. El equipo encabezado por la Dra. Carmit Levy (42), que contó con la estrecha colaboración desde un principio del Centro de Investigación del Cáncer en Heidelberg (DKFZ) de Alemania, logró descifrar el mecanismo por el cual el melanoma, uno de los tipos de cáncer más agresivos, avanza y se convierte así en mortal.
«Hay que pensar a lo grande y saber soñar»
Aunque el proceso hacia la cura llevará años, aquí claramente se ha abierto la puerta al hallazgo de los medicamentos que frenarán las metastasis que terminan matando al paciente. El equipo no sólo comprendió qué pasa con el melanoma tras su aparición en la epidermis y cómo se infiltra hacia la capa inferior de la piel, la dermis, desde la cual los vasos sanguíneos trasladan células cancerígenas a otros órganos, sino que también descubrió sustancias capaces de frenar el proceso.
Y en el centro de este esfuerzo, con una singular combinación de seguridad y sencillez, de firmeza y humildad, está Carmit Levy, al frente del laboratorio . Enamorada de la ciencia y de la investigación. Categórica sobre lo importante de lo logrado, y no menos, sobre lo mucho que hay aún por hacer.
Carmit, en los últimos días has estado en el centro de la atención de todos los medios de Israel y el logro que alcanzó el equipo que encabezas, ha hecho titulares en varias partes del mundo. ¿ Esto significa que hay acá una gran responsabilidad?
Sin duda, así lo siento. Esta es una enorme responsabilidad.
Y todo este «ruido» ¿es justificado?
Creo que no, porque la distancia entre el descubrimiento y el avance dramático que logramos y el momento en que haya un remedio que cure el melanoma, es de años. Hay que tomar eso en cuenta. Eso requiere tiempo, presupuestos que hoy todavía no hay. Pero es cierto que los titulares en los diarios se basan en algo que realmente es un gran avance. No en vano recibimos la legitimización de que publiquen nuestra investigación en la revista científica «Nature Cell Biology», que también nos puso en la tapa y en los temas más destacados.
Y «Nature» no publica cualquier cosa, aunque los investigadores aseguren que es revolucionaria.
Por supuesto. Eso es cierto. Simplemente destaco que entre esto y el hallar la cura al melanoma, hay todavía un largo camino por recorrer.
Pero esto nada quita a lo dramático de lo logrado ¿verdad?
Es cierto. Me gusta mucho lograr entender las cosas, descifrar los problemas, los mecanismos . Aquí logramos entender algo que antes no se había comprendido ni investigado. Y esto, sí, aunque todavía nos lleve años poder llegar a remedios y curas, ha sido dramático, sin duda alguna.
Por lo que he leído antes de venir aquí al laboratorio, tú has explicado que lo mortal del melanoma no es la etapa en la que aparece, en la epidermis, sino cuando desde la dermis, que está abajo, se expande hacia otros órganos creando metastasis. Para eso, necesita los vasos sanguíneos que hay en la dermis y que no tiene la epidermis, para transportar las células. Y me pregunto por qué nadie hasta ahora investigó cómo es que de la epidermis, logra bajar ….
No puedo responder , no sé por qué no se lo ha investigado hasta ahora. Sabíamos que el melanoma aparece en efecto en la epidermis, la va llenando toda y luego entra a la dermis, llegando así a la sangre. Aparecen células, suben dentro de la epidermis toda, y bajan a la dermis. Así todo el tiempo. No se sabía cómo bajan a la dermis. Eso lo investigamos nosotros.
Cuando a una persona le aparece el melanoma y se hace una biopsia, lo que se fija el patólogo es si pasó a la capa de abajo. Y si pasó, se comienza un tratamiento agresivo, se sacan las linfas , porque se comprende que al haber pasado a la capa inferior, ya hay potencial de formación de metastasis.
Pero nosotros vimos que ya antes de que el melanoma pase a la capa de abajo, a la dermis, cuando aún está en la epidermis arriba, algo empieza a cambiar abajo.Se lo ve distinto, lleno de puntos. Cambia el color de la dermis cuando el melanoma aún está arriba, sólo en la epidermis. Y lo que descubrimos es que cuando la melanoma aún está arriba , la dermis, abajo, se llena de vesículas.
Por las que pasa el melanoma para abajo….
Exactamente. Y eso, nadie lo vio e investigó hasta ahora, hasta que lo hicimos nosotros.
O sea que simplemente se sabía que el melanoma baja hacia adentro, no se había investigado cómo y por qué.
No se había escrito nada sobre el mecanismo por el cual el melanoma baja a la dermis. Fuimos los primeros. Según nuestro artículo, esas pequeñas vesículas son las que permiten que el melanoma baje a la dermis. Pero hay diversos factores y llevará aún años saber todo. En el artículo anterior nos concentramos en lo que pasa en la epidermis cuando aparece el melanoma, en la interacción entre el melanoma y las células que lo rodean.Pero ahora vimos que hay algo que ocurre también en la dermis y eso fue lo que investigamos.
El descubrimiento de esas vesículas ¿es suficiente para explicar cómo baja el melanoma a la dermis?
Sí, es suficiente. La aparición de esas vesículas es lo que provoca los cambios en la dermis.
¿Y es categórico?
Sí, categórico totalmente. Lo vimos en muchas biopsias de pacientes, en experimentos de laboratorio. No hay duda al respecto. Si no, no habríamos pasado la revisación de la revista científica que publicó nuestra investigación y que es extremadamente rigurosa.
¿Viviremos para ver el fruto de tu investigación plasmado en remedios, en una cura del melanoma?
Espero que sí. Nosotros somos científicos que tenemos ahora el conocimiento necesario para irrumpir hacia un medicamento, una cura, pero la próxima etapa es colaborar con una compañía farmacológica que se especializa en lo necesario para esto…Usamos dos sustancias que logran frenar el proceso. Abrimos una puerta , mostramos esas sustancias, y ahora hay que pasar a la segunda etapa de cómo aplicarlas, cuál es la toxicidad. Esas sustancias frenan las vesículas , los cambios en la dermis, todo eso….El potencial que tenemos aquí es enorme.
CURIOSIDAD Y DEDICACIÓN
¿Hace cuánto que te dedicas a la investigación del melanoma?
Yo estoy en esto hace ya 17años. Pero en esta investigación puntual, hace cinco. Siempre desde este laboratorio que dirijo, de Genética Molecular.
Esto requiere una dedicación especial ¿verdad?
Yo no soy especial. Todo aquel que dirige un laboratorio, es gente que trabajó muy duro, que publicó artículos especiales tanto en su Doctorado, como yo, como en su post doctorado. Hay acá gente de variadas universidades de diferentes partes del mundo. También gente que hizo el Doctorado en Israel, luego hizo el post doctorado en el exterior y volvió a Israel con sus conocimientos. También yo en lo personal lo hice así , volví de Harvard a Tel Aviv y estoy feliz de haberlo hecho. Hay acá gente maravillosa, de altísimo nivel, gente sin ego, que sabe colaborar de modo fantástico.
Cuando estábamos en toda la corrida alocada antes de la publicación, de «Nature» pidieron que les mostremos vesículas de determinado tamaño. Yo llamé a un amigo del Tejnion , Avi Schroeder ,ingeniero, que estaba en camino a un paseo, le dije que preciso vesículas de 50 nanometros, me dijo que no hay problema , llamó a uno de sus estudiantes, Asaf ,y dos días después tenía en mis manos vesículas rojas fluorescentes, impresionante.
En otro momento necesitaba una fotografía de microscopia electrónica, llamé a una amiga, Yael Friedman que estaba en camino a recoger a su hijo de algún lado, le dije qué preciso- y era en medio de la fiesta de Pesaj-, ella estaba enferma pero llegó igual al laboratorio, lo hizo y todo salió como pensaba. Y sus fotografías aparecen en el artículo.
Esta es la oportunidad para decir algo que me resulta muy importante destacar: esto es un trabajo de equipo. Es cierto que yo encabezo la investigación y que lidero el grupo, pero hay que recalcar que ha sido un trabajo de equipo con gente que ha trabajado muy duro, 25 personas en total, de diversas disciplinas y de distintos países. Cada uno aportó algo para que podamos llegar a este logro. Y al frente, Israel, con nuestro equipo.
Está la Dra. Shani Dror de mi laboratorio que ha dirigido toda la investigación.
Aproximadamente un año después de iniciada la investigación , participó en ella activamente el Cancer Research Center de Heidelberg en Alemania, con Jörg D. Hoheisel y Laureen Sander. Laureen vino unas veces a nuestro laboratorio, aprendió aquí los métodos de investigación del melanoma , volvió con eso a Heidelberg, y allí ellos hicieron todo el análisis de la manifestación de los genes (gene expression analysis), nos devolvieron el material, realmente siempre con una intensa cooperación entre las dos partes. Nosotros los visitamos a ellos varias veces en su laboratorio.
También trabajaron con nosotros médicos del Hospital Sheba (la Dra. Shoshi Grinberger) y de Wolfson (el Dr. Ronen Brener) , ingenieros del Tejnion, gente de la Universidad Hebrea de Jerusalem que trabajó con un microcospio electrónico especial.
La financiación fue del Ministerio de Ciencia de Israel y del Centro Alemán de Investigación del Cáncer (DKFZ) de Heidelberg.
Tengo por ejemplo un buen amigo en París, en el Gustave Roussy, al que me dirigí porque tenía que aislar pequeñas vesículas y él, con un amigo, me ayudó. También hay franceses en esta historia. También de Boston. Todo junto, para presentar una historia completa y descifrar un mecanismo que antes no era conocido, y con ello abrir una puerta a las opciones de tratamiento futuro.
PASIÓN Y CURIOSIDAD
¿Qué te atrajo a dedicarte a este campo, a la investigación científica?
A mí me gusta la ciencia, y me gusta investigar .En toda disciplina hay muchas cosas aún desconocidas, muchas cosas interesantes. En el área del cáncer hay muchas cosas por descubrir y es importante que haya gente buena que se dedique a ello, que haya gente de nivel en la academia. Es interesante, dinámico, aunque el trabajo es muy duro. Mis estudiantes aquí trabajan mucho, se esfuerzan realmente …Ahora parece que hay mucha gloria, pero el esfuerzo es grande. Hay que seguir adelante, probar otra vez, una y otra vez, leer, dedicarse, no desesperar…y ver el cuadro completo.
Y yo, como quien lidera el grupo, debo ver dónde ayudar, también me pongo guantes y hago los experimentos .No tengo distancia con los demás, es un trabajo en equipo, a todo nivel. Y el liderazgo es también a todo nivel, emocional, profesional, personal, de excelencia, de empujar fuerte hacia arriba, no transar en términos de calidad.
En tu elección del tema del melanoma ¿incidió el hecho que es uno de los tipos más agresivos de cáncer?
Sí, el cáncer en general me daba mucha curiosidad. Y el melanoma en especial, más que nada en un país como Israel, entre otros, donde hay tanta exposición al sol.
EL MOTOR
Carmit ¿qué te formó, qué llevó a que seas hoy lo que eres?
No suelo entrar en cosas personales , sólo te puedo decir que soy de Jerusalem, que nací en un hogar que siempre apoyó mucho, dio mucho calor y alentó la creatividad. Mi padre es músico. Todos nosotros tocamos algún instrumento.Y yo toqué violín durante siete años. Quizás el haber tenido que practicar tres horas por día, aportó a mi disciplina.
El empuje de la casa siempre fue clave. Ahora mis padres están muy orgullosos. Todos me felicitan.
¿Ya de chica creías que llegarías a esto?
No es que tenía claro de chica que sería científica. Mi doctorado es en Bioquímica. Me gusta mucho estudiar e investigar, así que eso me empujó. Quiero alcanzar logros, soy muy curiosa, y sé que si caigo, eso no es motivo para sentirme frustrada. Hay que levantarse y volver a empezar.
ISRAEL , AL FRENTE
¿Es justificada en tu opinión la percepción de Israel como país de avanzada en la investigación científica?
Es indudable que aquí se hace mucho y que en Israel hay investigaciones increíbles. Lo veo directamente aquí en la Universidad de Tel Aviv. En la Facultad de Medicina en la que yo estoy, se logran grandes cosas. También en la de Nanotecnología hay cosas fuera de lo común. El Dr. Tel Dvir está desarrollando un corazón biónico .En Psicología hay expertos que hacen cosas increíbles en post-trauma. Ina Slutzky, una investigadora joven, investiga enfermedades de degeneración neurológica y un artículo suyo también ha salido en «Nature».
En diversas áreas, el tema que quieras, hay en Israel gente que va a la vanguardia.
Imagino que para lograr buenas respuestas, lo clave es saber plantear las preguntas adecuadas.
Por supuesto. Cuando llega un estudiante , recibe una pregunta de investigación en un proyecto y se empieza a avanzar. Es como ir pelando capa por capa. No se sabe adónde se llegará. Uno recibe una pregunta y no sabe qué pasará en la búsqueda de la respuesta. Yo no sabía por qué el melanoma penetra la capa inferior de la piel, hice el planteamiento de la pregunta y empecé a investigar.Y eso es lo lindo en la ciencia .Cada uno tiene su pregunta y va investigando, profesionalizándose en ella.
El gran secreto es saber plantear la pregunta correcta. Y eso se puede hacer luego de haber leído mucho, ya que recién después de conocer muy bien el tema, uno puede darse cuenta de qué es lo que falta. O sea, saber qué preguntar, es un arte.
Entiendo que todo es un proceso muy complejo pero…¿existe un momento en el que estás trabajando, analizando lo que ves en el microscopio, y de repente dices «¡lo encontré!»?
Por supuesto. Siempre hay algo que te hace saltar, momentos en los que uno capta lo que ve. En nuestro artículo anterior descubrimos cuál es el detonante de la infiltración del melanoma hacia abajo. Yo había estado haciendo un experimento inicial de expresión genética y entendí lo que veía, recuerdo que era viernes y corrí por el corredor y le dije a Tami, que trabaja conmigo «lo tenemos, lo tenemos». Es cuando llegas a un punto en el que te das cuenta de que tienes lo que buscabas.
También con el artículo de ahora, fue todo un proceso . Primero no sabíamos qué le pasa a la dermis , qué cambios experimentaba. Shani hizo un experimento en el que se armaba una película larga al fotografiar a las células, para ver si se mueven o no. O sea, se coloca la cámara y se ve luego qué pasó con las células. Vinimos al laboratorio después del fin de semana y vimos que las células se habían movido. Y ahí entendimos que estamos por buen camino. Esos son grandes momentos.
CLAVE SOÑAR
En investigación científica hay que ser muy preciso y exacto, pero de fondo tiene que haber algo, me imagino, un poco loco quizás….un gran sueño .
Sin ninguna duda. Aquí, la Universidad de Tel Aviv, el lugar en el que elegí investigar, que permite hacerlo, permite soñar a lo grande y ser creativo.
Pero no soy especial en esto. Todos aquellos, tanto en Israel como en el resto del mundo, que tienen un laboratorio, deben ser medio locos .Para liderar algo así, hay que tener algunas características especiales. Realmente hay que saber pensar a lo grande y tener grandes sueños , no temerle a eso. El trabajo es muy intenso y tiene que haber un empuje muy fuerte. No sé si la palabra es «locura», pero sí hay que tener una gran pasión por lo que se hace para poder empujar todo esto hacia adelante.
Pero tu sueño no es solamente realizarte como científica, si cabe el término, poder decir que lo lograste, sino saber que hiciste algo que aporta al mundo, que ayuda a cambiarlo para bien..¿no es así?
Por supuesto. Creo que también tú en tu trabajo quieres hacer algo significativo .No sé si todos quieren cambiar al mundo, pero sí sentir que aportan algo que vale. Ahora, inclusive con esta entrevista, tú misma lo estás haciendo, llevando a mucha gente una historia que puede dar esperanza, que tiene un significado profundo. Todos queremos hacer cosas importantes.
¿Cuál es el próximo paso? ¿Con qué más nos sorprenderás?
Tendrán que esperar. Tenemos aquí varias cosas impresionantes que investigar. Lo dejamos para la próxima entrevista, dentro de uno o dos años.
Aquí estaré. Gracias mil Carmit. Y éxitos.
Gracias a ti.
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