Traduccion para Porisrael.org: Marcelo Piwnica
El líder egipcio espera que Washington deje de criticar a El Cairo por asuntos de los derechos humanos y el Presidente sirio cree que su problema va a ser solucionado una vez que el nuevo presidente norteamericano se una al equipo de Putin.
¿Qué saben realmente?. Los más grandes expertos del mundo árabe y la mayoría de los comentaristas de primer nivel se sentaron durante el fin de semana para explicarle al Presidente-electo Donald Trump la conducta a seguir en los asuntos del Medio Oriente. Algunos dieron un paso adelante y le ofrecieron sus consejos: qué hacer con el ISIS, como manipular al Presidente sirio Bashar Assad. Ellos prepararon posibles escenografías para los asuntos con el petróleo árabe y ubicaron a ‘’los enemigos’’ versus ‘’los buenos muchachos’’.
Hubo un motivo que se repetía a sí mismo en docenas de artículos: Por una mayoría de votos los comentaristas insistieron que Trump no mantuviera su promesa de mudar la Embajada Norteamericana de Tel Aviv a Jerusalén. Otro motivo que fue mencionado por pocos comentaristas era la sonrisa en la cara de Abdel Fattah al-Sisi cuando se enteró de los resultados de las elecciones.
EL Presidente egipcio rompió un record mundial: fue el primer líder en comunicarse con Trump un momento después que ganó. Los funcionarios egipcios dijeron que fue ‘’una buena conversación’’ y que el Presidente egipcio invito al Presidente-electo a visitar El Cairo. Pero el debe prestar atención al hecho que Trump no uso la oportunidad para responder con la misma amabilidad e invitar a su vez a al-Sisi a Washington. El Primer Ministro israelí Benjamín Netanyahu, por otra parte, dice que ya está invitado.
Hay un enorme hueco entre la indiferencia callejera egipcia referente a los resultados de las elecciones norteamericanas y la sonrisa de al-Sisi. Para Trump el seguirá siendo ‘’un tipo fantástico’’ como lo definiera durante su encuentro en Nueva York y que ‘’había buena quimica’’ también. Esto significa que Washington va a dejar de protestar a El Cairo por los asuntos de los derechos humanos. En la otra mano no dice nada, de qué manera se va a involucrar la administración Trump para ayudar a la supervivencia del régimen egipcio.
El mundo árabe no esperaba que Trump ganara las elecciones a pesar que odiaba la conducta del régimen Demócrata saliente. Hillary Clinton, la Secretaria de Estado del Presidente Barack Obama fue culpada por el empuje que ejerció en derrocar a cuatro tiranos árabes, los aliados norteamericanos Zine el-Abidine Ben Ali en Tunez, Hosni Mubarak en Egipto, Ali Abdullah Saleh en Yemen y Muammar Gaddafi en Libia. Washington fue acusado de no tener una pista clara para saber cómo se maneja un estado en el mundo árabe y Obama fue retratado como codiciando los pozos de petróleo de Iraq e Irán a expensas de su alianza con Arabia Saudita.
Mientras tanto, Irán ha enviado a su ministro de relaciones exteriores, Mohammed Javad Zarif, para amenazar a Trump. ‘’Tenemos otras maneras de preservar el acuerdo nuclear’’ anuncio la persona que lideraba el equipo negociador iraní.’’ Otras maneras son el código para los problemas que Irán puede darle a la persona que dijo que el acuerdo nuclear era el ‘’peor acuerdo jamás negociado’’ y juro que acordara con el documento que fue firmado por los Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Gran Bretaña, Alemania y la Unión Europea.
Bashar Assad por su parte está probablemente satisfecho. El estima que el nuevo presidente norteamericano no encontrará el tiempo y no estará interesado en tratar con él. Primero, porque su declaración que la guerra con el ISIS es más importante y segundo porque él espera formar un equipo con el Presidente Vladimir Putin. Si eso ocurre, el problema de Assad va a ser tomado en consideración. Los rebeldes sirios ya muestran signos de presión.
En el lado israelí, la Era Trump abre una ventana de oportunidades, como mínimo hasta mediados de enero. En este periodo, Netanyahu será capaz de cabalgar arriba de su imagen en el mundo árabe como un líder con la puerta abierta al nuevo presidente pues los dos comparten la visión de las amenazas y los intereses.
Del lado norteamericano, la promesa de Trump de restaurar la grandeza de los Estados Unidos debe ser tomada muy en serio. Esto es actualmente donde podemos encontrar una gran sugerencia en relación a la nueva lista de prioridades: Norteamérica primero y los otros pueden esperar en la cola. El conflicto con los palestinos va a ser puesto en el freezer.
Trump va a ayudar a al-Sisi a seguir siendo ‘’un tipo fantástico’’ y los Sauditas pueden ir a su encuentro.
¿Quien realmente ha perdido mucho tiempo? Las mujeres en el mundo árabe. La derrota de Clinton las ha pillado en la mitad del viaje. Trump no hará nada para mejorar su status. Detrás del velo o sin él, no tienen a nadie para acercarse y a nadie para confiar.
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