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| sábado noviembre 23, 2024

Cleptocracia palestina: Occidente acepta la corrupción, la gente sufre las consecuencias


 

Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld

La corrupción de la familia Abbas es un tema candente en los territorios, pero no lo es aquí en EE.UU. Tareq Abbas, hijo del presidente de la Autoridad Palestina, es un multimillonario que posee villas en Ammán, un duplex en Beirut y un lujoso apartamento en Londres. Su hermano mayor, Yasser, ha hecho una fortuna, entre otras cosas, con la venta monopólica de cigarrillos estadounidenses en Judea y Samaria, alias Margen Occidental.

Registros filtrados de una firma de abogados panameña muestran que el Presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, y sus dos hijos usaron poder e influencia para controlar los dos consejos económicas palestinos más importantes (Arab Palestinian Investment Company, Palestinian Investment Fund) y construyeron un imperio económico en la Margen Occidental valuado en más de $300 millones. El gobierno autoritario de Abbas ha permitido que el consorcio Falcon, de su familia, domine los mercados comerciales y de trabajo de la Margen Occidental, incluyendo la propiedad de centros comerciales, medios de comunicación, compañías de seguros y distribución de alimentos, cigarrillos, cosméticos y otros artículos de consumo. Falcon toca todos los aspectos de la vida comercial palestina.

Estos documentos, informes de funcionarios de alto rango de Fatah y medios sociales palestinos revelan una extensa corrupción en los niveles más altos – la familia Abbas y una élite palestina que manipula los sistemas políticos y financieros para beneficiarse a expensas del pueblo.

Los Acuerdos de Oslo de 1993 establecieron el autogobierno palestino sobre el 98 por ciento de la población palestina en la Margen Occidental y Gaza. Desde entonces, la AP recibió una ayuda financiera estimada de $25.000 millones de EE.UU. y otros países occidentales, la mayor asistencia per cápita del mundo.

En lugar de crear las instituciones civiles independientes y sólidas necesarias para el buen gobierno, promover la paz con Israel y mejorar la vida de su pueblo, los miles de millones de dólares de ayuda internacional se utilizaron para crear una dictadura corrupta centrada en el enriquecimiento de sus élites, en incitar a su pueblo contra Israel, propugnar el terrorismo y llevar a cabo una masiva campaña internacional para demonizar, deslegitimar y destruir al estado judío. Y a EE.UU. parece no importarle, donando, en 2016, $442 millones del dinero de los contribuyentes.

Actualmente Abbas está en el décimo primer año de su mandato de cuatro años. Gobierna por decreto y las elecciones parlamentarias y presidenciales no están en el horizonte

Una encuesta independiente de mayo de 2016 mostró que el 95,5 por ciento de los palestinos cree que el gobierno de Abbas es corrupto.

La percepción pública de la corrupción generalizada se ve reforzada por el espléndido estilo de vida de los funcionarios de alto rango de la AP, así como por la falta de transparencia y responsabilidad del gobierno palestino.

La legislatura palestina, que anteriormente había proporcionado alguna medida de supervisión, no se ha reunido desde 2007, dejando a Abbas libre para gobernar por decreto y premiar a familiares y compinches con salarios exorbitantes y opulentas villas, en comunidades cerradas subvencionadas, en las afueras de Ramallah.

Hasan Khreishah, miembro del Consejo Legislativo Palestino, comentó: «Desde los Acuerdos de Oslo hemos tenido 228 ministros… Todos reciben salarios altos y vehículos de lujo». El jefe del Fondo de Inversión Palestina gana $420.000 al año, mientras que el trabajador medio gana unos $4.600 anualmente.

La AP no presenta presupuestos para la requerida auditoría, eliminando la supervisión de cómo se gastan más de $4 mil millones cada año. Como parte de su «presupuesto de desarrollo» de 17,9 millones de dólares para el primer trimestre de 2014, los fondos específicamente destinados a proyectos en beneficio de la comunidad palestina, $9,4 millones se presupuestaron para el avión presidencial de Abbas y otros $4,4 millones se presupuestaron para “otros” gastos.

Abbas, recientemente, estableció un nuevo tribunal «constitucional» para supervisar a los tribunales inferiores y lo llenó con sus cómplices del partido político Fatah para mejorar, deliberadamente, su control y manipulación del poder.

La AP  se niega a usar su considerable ayuda internacional para trasladar a más de 100.000 palestinos de los campos de refugiados controlados por los palestinos a locaciones residenciales en los territorios, prefiriendo dejarlos confinados en miserables condiciones.

Muhammad Rashid, asesor económico del ex líder palestino Yasser Arafat, afirma que Abbas se apropió indebidamente de por lo menos $100 millones de las arcas palestinas. Muhammad Dahlan, rival político de Abbas, acusa a Abbas de robar $600 millones de los $1.400 millones de dólares que el Primer Ministro de Arafat, Salam Fayyad, transfirió a Abbas cuando Abbas asumió la presidencia palestina.

Una auditoría de la UE de los años 2008-2012 encontró que 2 mil millones de euros de su ayuda se perdieron por la corrupción y la apropiación indebida der los líderes palestinos.

La negativa de la comunidad internacional de responsabilizar a Abbas y a la AP por el nepotismo y la corrupción llevó a los palestinos gazatíes a los brazos abiertos de Hamas, el grupo terrorista que les prometió reformas.

Hoy, nada ha cambiado. Occidente está obsesionado en crear un estado palestino, no importa cuán corrupto sea. Dada la pérfida dictadura de Abbas, tal estado está condenado al fracaso. Todo indica que el presidente Obama recompensará este comportamiento reprensible con un camino rápido hacia la condición de estado.

¿Por qué la cleptocracia de Abbas es ilegítima a los ojos del pueblo palestino, pero aceptable a los ojos de Obama y Occidente?

Ziva Dahl es miembro senior del Haym Salomon Center. Tiene una Maestría en derecho público y gobierno de la Universidad de Columbia y un A.B. en ciencias políticas del Vassar College.

http://thehill.com/blogs/congress-blog/foreign-policy/306179-palestinian-kleptocracy-west-accepts-corruption-people

 
Comentarios

Falsear la realidad de los hechos, manipular la informacion, coaccionar y chantajear como forma de hacer «politica»incentivar el terrorismo y los actos de violencia, alentar a la intifida, adoctrinar en el ódio, y valerse de una demagógia victimisma, han sido desde siempre, los métodos de actuacion de Abbas y sus secuaces, siguiendo el ideario de su predecesor al frente de Fatah, el tahur Arafat …
corromper a gran escala, y desviar parte de los fondos recibidos tan dadivosamente por parte de la «comunidad internacional» constituye otra de sus señas identitarias, todo ello desde la mas deleznable impunidad, y a coste cero, en términos politicos … !!!Asi cualquiera!!! …

Una muestra mas e que Obama no puede negar sus raices

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