La Jihad Palestina contra Israel

 [El pasado octubre, el Presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, se reunió en Qatar con Khaled Mashaal y otro líder de Hamas, Ismail Haniyeh, como parte de su acercamiento con el movimiento islamista. En la foto: Abbas (derecha) se reúne con Khaled Mashaal en Qatar el 20 de julio de 2014, en un intento previo de reconciliación. (Fuente de la imagen: Folleto de la Oficina del Presidente de la AP/Thaer Ghanem)]

 

Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld

• «No reconoceremos a Israel porque inevitablemente desaparecerá y no retrocederemos en la opción de la lucha armada hasta la liberación de toda Palestina». – Khalil Al-Haya, funcionario de alto rango de Hamas.

• El abandono de Gaza por Israel en 2005 llevó, al año siguiente, al voto palestino a favor de Hamas. También explica por qué muchos palestinos continúan apoyando a Hamas – porque todavía creen que la violencia es la manera de derrotar a Israel.

• Hamas cree que Israel no tiene derecho a defenderse contra cohetes y ataques terroristas. Incluso considera a la autodefensa de Israel como un «acto de terrorismo».

• En otra señal que expone los preparativos actuales de Hamas para atacar a Israel, el movimiento organizó, la semana pasada, un simulacro con munición real en el norte de la Franja de Gaza.

• «Lo que se ha logrado hasta ahora es una pequeña jihad, y todavía nos espera la gran jihad» – El Presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas. Abbas está convencido de que su «jihad diplomática» contra Israel no es menos eficaz que la jihad terrorista de Hamas.

• Sin embargo, incluso si Abbas logra alcanzar la reconciliación con Hamas, esta medida no debe ser vista como signo de pragmatismo por parte del movimiento islamista. Bajo ninguna circunstancia Hamas renunciará a su política de destrucción de Israel y su reemplazo por un estado islamista.

• Desde el punto de vista de Abbas, el terrorismo de Hamas sólo aumentará la presión sobre Israel para que capitule. En esto Abbas tiene un aliado en Hamas: multiplicar las jihads para forzar a Israel a arrodillarse.

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El movimiento islamista palestino Hamas, que actualmente celebra el 29º aniversario de su fundación, no pierde ninguna oportunidad de transmitir su declarada razón de ser: librar la jihad (guerra santa) para alcanzar su objetivo de destruir a Israel. Aquellos que alegan que Hamas está avanzando hacia el pragmatismo y la moderación deberían tenerlo en cuenta.

La semana pasada, decenas de miles de palestinos salieron a las calles de la Franja de Gaza para participar en manifestaciones que conmemoraban el aniversario de la fundación de Hamas. Como en años anteriores, las manifestaciones se celebraron bajo el lema de la jihad y la «resistencia armada» hasta la liberación de toda Palestina, desde el río Jordán hasta el mar Mediterráneo. Otro mensaje que resultó claro en las manifestaciones: Hamas nunca reconocerá el derecho de Israel a existir.

Las manifestaciones de este año, una vez más, también sirvieron como recordatorio de la enorme popularidad que Hamas sigue teniendo entre los palestinos, no sólo en la Franja de Gaza, sino también en la Margen Occidental, donde los partidarios del movimiento islamista celebraron la ocasión, aunque en menor escala y con un perfil más bajo, por temor a la Autoridad Palestina (AP) y a las fuerzas de seguridad israelíes.

Khalil Al-Haya, un funcionario de alto rango de Hamas, esbozó, en un discurso ante sus partidarios en la Franja de Gaza, la estrategia de su movimiento, a saber, continuar con la lucha hasta la eliminación de Israel. «No reconoceremos a Israel porque inevitablemente desaparecerá», declaró.

«Y no retrocederemos en la opción de la lucha armada hasta la liberación de toda Palestina. Desde su creación, Hamas ha sido – y seguirá siendo – un movimiento islámico palestino nacional y de resistencia cuyo objetivo es liberar a Palestina y enfrentar al proyecto israelí. La liberación de la Franja de Gaza es sólo el primer paso hacia la liberación de Palestina – toda Palestina. No hay futuro para la entidad israelí en nuestra patria».

Cuando los líderes de Hamas hablan de la «liberación» de la Franja de Gaza, se refieren a la total retirada unilateral israelí de esa zona en 2005. Hamas y muchos palestinos nunca han considerado la retirada total de la Franja de Gaza como un gesto por parte de Israel. Tampoco han considerado la retirada como una señal de que Israel ya no está interesado en controlar las vidas de casi dos millones de palestinos que viven en la Franja de Gaza.

Por el contrario, Hamas y muchos palestinos siguen considerando a la retirada israelí de la Franja de Gaza como una señal de debilidad. De hecho, esta desconexión es la razón por la que Hamas ganó las elecciones parlamentarias palestinas en 2006, cuando se arrogó el crédito por expulsar a Israel de la Franja de Gaza por medio de atentados suicidas y cohetes. En aquel entonces, este abandono de la tierra por parte de Israel impulsó el voto palestino para Hamas. También explica por qué muchos palestinos continúan apoyando a Hamas – porque todavía creen que la violencia es la manera de derrotar a Israel.

Muchos palestinos consideran a las concesiones, gestos y movimientos unilaterales israelíes como prueba de capitulación, en lugar de señales positivas que atestiguan las intenciones pacíficas de Israel. Estas «concesiones para la paz» por parte de Israel aumentan aún más el apetito de los palestinos para lanzar ataques armados contra Israel. Hoy en día, muchos palestinos están convencidos de que pueden lograr más a través de puñaladas, ataques vehiculares y disparos que sentándose con Israel a la mesa de negociaciones.

El líder de Hamas, Khaled Mashaal, con base en Qatar, usó el aniversario como una oportunidad para recordarles, a todos, los objetivos reales de su movimiento. Hablando en la red de TV Al-Jazeera, que sirve como una plataforma para la organización de la Hermandad Musulmana (Hamas es una rama de la Hermandad Musulmana), Mashaal dijo:

«Estamos avanzando con nuestra resistencia para lograr nuestro proyecto nacional… Anhelamos liberar Palestina y limpiar la mezquita Al-Aqsa y protegerla de la división y demolición. También buscamos el regreso de los refugiados a su patria y la liberación de nuestros prisioneros de las cárceles israelíes».

Cuando habla de «limpiar» la Mezquita Al-Aqsa, el líder de Hamas se refiere a las visitas judías al Monte del Templo. Hamas y la Autoridad Palestina han estado explotando estas visitas para incitar a su pueblo contra Israel. Afirman que los visitantes judíos «profanan» el lugar sagrado y no se les debe permitir poner los pies allí. Estas palabras reflejan las usadas por el presidente Mahmoud Abbas, quien dijo que los palestinos no permitirán que los judíos «contaminen con sus sucios pies» la Mezquita de Al-Aqsa (aunque ningún judío ha entrado en la mezquita misma).

Mashaal, quien en los últimos años ha estado viviendo como un rey en Qatar (el país que es el principal patrocinador de la Hermandad Musulmana), enfatizó que Hamas «no ha cambiado su estrategia de liberar Palestina». También dijo que «la acción militar sigue siendo la columna vertebral de la liberación». Hamas, añadió, «Continúa creyendo en la liberación total de Palestina y que la jihad y la resistencia son los únicos medios para expulsar a la ocupación y liberar a Palestina y a la bendita Mezquita Al-Aqsa». Según Mashaal, Hamas sigue dependiendo de los países árabes e islámicos, incluido Irán, para el apoyo militar, financiero y político para lograr su objetivo de destruir a Israel.

El ala armada de Hamas, Ezaddin Al-Qassam, en esta ocasión se jactó de que 22 de sus hombres habían muerto desde principios de 2016, mientras se preparaban para la próxima guerra con Israel. La mayoría de los hombres de Hamas murieron cuando se derrumbaron los túneles en los que trabajaban. Hamas continúa construyendo nuevos túneles y renovando los que fueron destruidos durante la última guerra con Israel en 2014. Hamas dice que, en el futuro, quiere usar estos túneles para infiltrarse en Israel y matar o secuestrar a civiles o soldados israelíes.

Irónicamente, Aunque Hamas persigue sus esfuerzos 24 horas al día para prepararse para la guerra contra Israel, sus líderes no dudan en representarse a sí mismos como víctimas y advierten sobre los supuestos planes israelíes de lanzar una «nueva agresión» contra los palestinos. Hamas cree que Israel no tiene derecho a defenderse contra cohetes y ataques terroristas. Incluso considera la autodefensa de Israel como un «acto de terrorismo».

Tomemos, por ejemplo, la reciente evaluación del portavoz de Hamas Fawzi Barhoum. Atacando la ayuda de EE.UU. a Israel, Barhoum dijo que la ayuda militar y financiera estadounidense a Israel constituye «apoyo oficial al terrorismo».

Este es, efectivamente, el mensaje de Hamas al nuevo gobierno de EEUU: Dejen de apoyar a Israel con armas y dinero porque eso dificulta nuestro objetivo de destruir a Israel. En otro signo que expone los preparativos actuales de Hamas para atacar a Israel, el movimiento organizó la semana pasada un simulacro con munición real en el norte de la Franja de Gaza. El simulacro consistió, entre otras cosas, en una incursión en una zona civil poblada. Hamas dijo que el ejercicio fue el fruto de 380 horas de continuo entrenamiento militar de sus «Unidades Especiales».

La retórica y las acciones de Hamas no dejan lugar a dudas sobre sus intenciones. Veintinueve años después de su fundación, un desafiante Hamas sigue creyendo que Israel puede y debe ser destruido. El sueño de eliminar a Israel sigue vivo entre muchos palestinos, como lo demuestran las masivas concurrencias a las manifestaciones de Hamas.

Hamas y la Autoridad Palestina, sin embargo, están a los besos cuando se trata de Israel. El discurso de Hamas sobre la jihad contra Israel está en línea con el discurso de Abbas ante el VII Congreso de Fatah, que se reunió hace dos semanas en Ramallah. «Lo que se ha logrado hasta ahora es una pequeña jihad, y todavía nos espera la gran jihad», declaró Abbas.

Según los asesores de Abbas, el presidente de la AP se refería a un tipo diferente de jihad, que se relaciona con sus actuales esfuerzos en el ámbito internacional para aislar y deslegitimar a Israel, obligándolo a hacer concesiones de gran alcance a los palestinos. La guerra diplomática de Abbas contra Israel comenzó hace varios años, con los esfuerzos de la AP para unirse a instituciones internacionales y buscar el reconocimiento unilateral de un estado palestino en la ONU. Su objetivo final es que la comunidad internacional ejerza presión sobre Israel para que se retire completamente a las líneas anteriores a 1967. Abbas quiere establecer un estado palestino con la ayuda de la comunidad internacional, y no a través de negociaciones directas con Israel. Está convencido de que su «jihad diplomática» contra Israel no es menos eficaz que la jihad terrorista de Hamas.

Esta expresión de Abbas de «pequeña» y «gran» jihad llega en un momento en que Abbas y Hamas están cortejándose. Algunos informes sugieren que Abbas envió recientemente mensajes conciliatorios a Hamas, con otra propuesta para poner fin a la disputa entre las dos partes. Él y Khaled Mashaal tienen contactos telefónicos regulares, ambos expresando el deseo de poner fin al conflicto entre ellos. Los informes sugieren, incluso, que los dos partidos rivales pueden estar preparándose para reanudar sus conversaciones de «reconciliación» en Doha, bajo los auspicios de Qatar. En octubre pasado, Abbas se reunió en Doha con Mashaal y otro líder de Hamas, Ismail Haniyeh, como parte de su acercamiento con el movimiento islamista. Se dijo que la reunión se celebró en un ambiente cordial, y algunos analistas políticos palestinos apuntan a un calentamiento de las relaciones entre las dos partes.

Sin embargo, incluso si Abbas logra alcanzar la reconciliación con Hamas, esta medida no debe ser vista como signo de pragmatismo por parte del movimiento islamista. Bajo ninguna circunstancia Hamas renunciará a su política de destrucción de Israel y su reemplazo por un estado islamista. Las propias palabras del movimiento en su aniversario, proporcionan la mejor prueba de esta intención. A su favor, los líderes de Hamas son honestos acerca de su compromiso con la destrucción de Israel.  Por cierto, Abbas no intentará convencer a Hamas de que abandone este objetivo fundamental. Así que, en lo que respecta a Hamas, la reconciliación significa que será Abbas quien se acercará más al movimiento islamista y no al revés.

De hecho, Mahmoud Abbas parece creer que las jihads de Hamas y las suyas se complementan. Por lo tanto, Hamas continuará con su mortífera jihad, mientras que Abbas seguirá con su «jihad diplomática» contra Israel. Desde su punto de vista, el terrorismo de Hamas sólo aumentará la presión sobre Israel para que capitule. Aquí Abbas tiene un aliado en Hamas: multiplicar las jihads para forzar a Israel a arrodillarse.

Khaled Abu Toameh, un galardonado periodista, tiene su sede en Jerusalén

https://www.gatestoneinstitute.org/9548/palestinian-jihads