[El Presidente Donald Trump firma una orden ejecutiva que restringe la inmigración, 27 de enero de 2017. (Fuente de la imagen: captura de pantalla de Reuters)]
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
La entrevistadora parecía sorprendida al saber que no tengo ningún amigo árabe o musulmán que esté protestando contra la prohibición del Presidente Trump y que muchos inmigrantes de origen islámico apoyan la prohibición y están hartos y avergonzados por lo que hacen los jihadistas.
La lección que Estados Unidos necesita saber es que Occidente no les está haciendo un favor a los musulmanes tratándolos constantemente como niños que deben ser protegidos de la realidad. Están ávidos por la verdad: que su sistema educativo y la prédica de las mezquitas están llenos de incitación, son abominables, llenos de odio y el fundamento sobre el cual se construye la violenta jihad.
Los musulmanes necesitan saber que el mundo tiene realmente una preocupación justificable y legítima sobre el Islam y las acciones realizadas por los musulmanes en el nombre del Islam.
Los musulmanes necesitan mirarse en el espejo y ver el mundo desde el punto de vista de sus víctimas. En cambio, Occidente está sacrificando su cultura, sus valores, sus leyes, su orgullo e incluso su amor propio.
Puede ser que sea la compasión lo que lleva a Occidente a acoger a millones de refugiados musulmanes, pero es una compasión imprudente. ¿Los occidentales cuestionan la motivación de las teocracias islámicas en cuanto a por qué las naciones árabes ultra ricas nos están enviando a sus refugiados pero no aceptan a ninguno?
Se necesita urgentemente algo de «amor duro» para que los musulmanes estén motivados a cambiar y reformarse.
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Esta mañana temprano me llamó una estación de radio árabe de Medio Oriente pidiendo mi opinión sobre la prohibición del Presidente Trump acerca de los refugiados y ciudadanos de siete naciones musulmanas. La presentadora de la radio, que parecía enojada por la prohibición, era una árabe cristiana. Se sorprendió al escuchar que yo apoyaba la prohibición y que pensaba que debería haber tenido lugar el día después del 11-S.
Luego me preguntó si conocía a algún activista árabe-estadounidense que estaba en contra de la prohibición, porque quería entrevistar a alguien en contra de la prohibición. Parecía sorprendida al saber que no tengo ningún amigo árabe o musulmán que esté protestando por la prohibición, y que muchos inmigrantes de origen islámico y de Medio Oriente apoyan la prohibición y están hartos y avergonzados por lo que están haciendo los jihadistas.
Dijo que todo lo que ve en CNN y otros canales son disturbios que muestran a casi todos los estadounidenses apoyando a musulmanes y en contra de Trump. Estoy molesta por el éxito de la propaganda izquierdista en todo Oriente Medio. Me trae recuerdos de la vida de adoctrinamiento en el odio y de la desinformación bajo la que viví durante la mayor parte de mi vida.
¿Qué harían los países musulmanes con Occidente, pregunté, si 19 terroristas estadounidenses lanzaran aviones contra capitales árabes, sus gobiernos y sus cuarteles generales militares? ¿Qué pensaría ella que harían los árabes si todas las semanas, o algo así, terroristas estadounidenses llevaran a cabo matanzas sincronizadas por todo el mundo musulmán, matando a musulmanes, volándolos con cocinas a presión caseras, atropellando a multitudes con camiones? Hubo silencio.
Entonces comenzó a calmarse y dijo que por supuesto está en contra del terrorismo, «pero». Le pregunté: «¿Ves lo que la jihad le hizo a tu comunidad cristiana en Medio Oriente?» Se quedó en silencio un minuto, entonces se me ocurrió que podría tener miedo de continuar la conversación porque sus jefes eran probablemente musulmanes.
Estaba segura de que iba a colgarme, pero para mi sorpresa me pidió que esperara. Entonces volvió, en vivo desde el estudio, y comenzó a entrevistarme y a hacer las mismas preguntas al aire. Abrí mi corazón en árabe para los oyentes árabes.
La lección aquí es que los árabes están hambrientos de escuchar la verdad; esta estación árabe, en lugar de rechazar estas ideas, terminó poniéndolas al aire. La lección que Estados Unidos necesita aprender es que Occidente no les está haciendo un favor a los musulmanes (especialmente a los reformistas) tratándolos constantemente como niños que deben ser protegidos de la realidad.
Los musulmanes necesitan saber que el mundo tiene realmente una preocupación justificable y legítima sobre el Islam y las acciones realizadas por los musulmanes en el nombre del Islam. Los musulmanes necesitan mirarse en el espejo y ver el mundo desde el punto de vista de sus víctimas. En cambio, Occidente está sacrificando su cultura, sus valores, sus leyes, su orgullo e incluso su amor propio. La cultura musulmana necesita una llamada de atención para decirles que, si continúa la cultura de la jihad, tarde o temprano las naciones no musulmanas cerrarán sus puertas a cualquier tipo de inmigración musulmana. Ese también será un fuerte mensaje para los musulmanes que ya están en Occidente y que todavía creen en la jihad.
El pueblo musulmán está ávidos por la verdad: que su sistema educativo y la prédica de las mezquitas están llenos de incitación, son abominables, llenos de odio y el fundamento sobre el cual se construye la violenta jihad. El mandamiento islámico de hacer la jihad sacrifica a hombres, mujeres y niños musulmanes para matar y ser muertos.
Mientras Occidente continúe su apaciguamiento de la jihad islámica, el Islam nunca se reformará y Occidente perderá. Hasta ahora, Occidente ha continuado extendiéndole una cuerda salvavidas a la religión del Islam; una religión para la cual el enemigo número uno es la verdad, y que lucha por suprimir la verdad.
Puede ser que sea la compasión lo que lleva a Occidente a acoger a millones de refugiados musulmanes, pero es una compasión imprudente. ¿Por qué Arabia Saudita no acoge a refugiados temporalmente hasta que las cosas se estabilicen en Siria e Irak? ¿Los occidentales cuestionan la motivación de las teocracias islámicas en cuanto a por qué las naciones árabes ultra ricas nos están enviando a sus refugiados pero no aceptan a ninguno?
¿Quién se beneficia realmente de la política de apaciguamiento, de la aceptación de las teocracias afectadas por la Sharia y su educación jihadista llena de odio? Se necesita urgentemente algo de «amor duro» para que los musulmanes estén motivados a cambiar y reformarse.
***Nonie Darwish, nacida y criada en Egipto, es la autora de «Completamente Diferente, Por Qué Elegí los Valores Bíblicos sobre los Valores Islámicos»
https://www.gatestoneinstitute.org/9869/immigration-ban-radical-islam
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