La verdad acerca de 'Palestina'

La narrativa revisionista árabe del conflicto de Medio Oriente se basa en el engaño en lugar de los hechos

Dan Calic

Ynetnews

Publicado: 15.12.11 / Israel Opinion

«No me pregunte nada de nada de nada, sólo podría decirle la verdad». El icónico autor de canciones, Bob Dylan, escribió esta letra a mediados de los años 1960. A la luz de los recientes comentarios del candidato presidencial Newt Gingrich, en relación con los «palestinos», el señor Gingrich podría sentirse inclinado a invocar la letra de Dylan para aquellos que se opusieron a sus comentarios.

Cuando se trata del conflicto de Medio Oriente, parece que la «verdad» depende de quién está hablando.

Una simple explicación de los hechos podría ayudar mucho para identificar cuál es la exacta versión de la «verdad».

Cuando se trata de la narrativa árabe y el nombre de «Palestina» y «palestinos», hay más que suficiente «verdad» que puede probarse que no es cierta. Por ejemplo, si se pregunta qué y dónde está «Palestina», prácticamente todos los enemigos de Israel, incluido Mahmoud Abbas, dirán que incluye toda el área terrestre que el resto del mundo llama Israel.

De hecho, «Palestina» se refiere a un sector costero de tierra en la zona de la actual Franja de Gaza, que estuvo habitada por los antiguos filisteos, que no eran nativos de Israel o de la región. La mayoría de los estudiosos creen que emigraron de Grecia o de Creta. Los antiguos filisteos eran enemigos de Israel. El bíblico gigante Goliat, a quien el rey David mató, fue un filisteo.

El nombre «Palestina» se deriva del nombre latino «Philistia». Llegó a ser conocido como tal después de la fracasada rebelión judía liderada por Bar Kojba en el año 135 dC.

Entonces el emperador romano Adriano, en un esfuerzo por borrar todo símbolo de la presencia judía, cambió el nombre del Reino de Judea a Philistia. Hizo ésto, específicamente, para insultar a los judíos, ya que los filisteos eran sus enemigos.

Para el registro, no hay ni ha habido nunca una nación soberana llamada Palestina.

La verdad sistemáticamente sacrificada

En fecha tan reciente como la de la Guerra de los Seis Días, no había ninguna gente específica conocida como «palestinos».

Walid Shoebat, un ex terrorista musulmán que, en aquel tiempo, vivía en la zona que se conoce como la «Margen Occidental» (otro término inventado), dijo: «¿cómo puedo ir a la cama como jordano, un día, y despertarme al día siguiente como un palestino?» Se está refiriendo al día antes y al día después del inicio de la Guerra de los Seis Días.

Entonces, ¿de dónde viene el nombre «Palestina»? Muchos dirán que el campeón de esta reconstrucción de la imagen árabe es el fallecido Yasser Arafat. Fundó la Organización para la Liberación de «Palestina», de la OLP, en 1964, y comenzó a utilizar el término «Palestina» con el objeto de legitimar su esfuerzo por retratar a los «desplazados» árabes de la Guerra de Independencia de 1948 como únicos, con una etnicidad y una cultura propias. Su esfuerzo fue motivado por la deliberada negativa de los países árabes vecinos para absorberlos. Es esta gente la que, finalmente, llegó a ser conocida como «refugiados palestinos».

Otra razón para inventar el término está bien descrita por el entonces miembro del Comité Ejecutivo de la OLP, Muhsein Zahir. En una entrevista de 1977, dijo: «El pueblo palestino no existe. La creación de un estado palestino es sólo un medio para continuar nuestra lucha contra el estado de Israel, para nuestra unidad árabe. En realidad no hay diferencia entre jordanos, sirios y libaneses. Sólo por nuestras razones políticas y tácticas, hablamos hoy de la existencia de un pueblo palestino, ya que los intereses nacionales árabes exigen que postulemos la existencia de un ‘pueblo palestino’ distinto, para oponer al sionismo».

Así que cuando el señor Gingrich dice que los palestinos son un «pueblo inventado», parece claro que está basando sus comentarios sobre hechos que, irónicamente, son apoyados por los propios «palestinos». No es de extrañar que haya sido atacado por decir la verdad, sobre todo por el mundo árabe. Sin embargo, otros aspirantes presidenciales republicanos también lo atacaron. ¿Por qué?

Parece que el conflicto de Medio Oriente es un entorno donde la «verdad» es sistemáticamente sacrificada en nombre de la diplomacia. Sin embargo, ¿Adónde nos ha llevado la diplomacia? Parece que la diplomacia, simplemente, les ha dado a los árabes la oportunidad de seguir reinventando la «verdad», con el fin de mantener su agenda de odio y de deslegitimación de Israel.

Sugiero que es por esta razón que el señor Gingrich se sintió obligado a decir basta y basta, es hora de decir la verdad. Sus comentarios me parecen crudamente refrescantes, y debieron haber sido hechos hace tiempo. Por lo menos, sus sobrias palabras pueden servir como un muy necesario recordatorio de que, cuando se trata de la narrativa revisionista árabe, los hechos no parecen alterar su agenda. Tal vez sea hora de que el resto del mundo comience a tomar nota de quién está diciendo y quién no está diciendo la verdad.

«No me preguntes nada de nada…”

http://www.ynetnews.com/articles/0,7340,L-4162104,00.html

Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld

Difusion: www.porisrael.org