Traducido para PorIsrael.org por Yetty Blum
Con una política oficial del apartheid, el Líbano es el peor país del mundo para los palestinos, pero al cineasta árabe israelí no pueden importarle menos los hechos. Su incitación está dirigida a Israel, porque los propagandistas fomentan el engaño, especialmente el autoengaño.
El desastre de los árabes israelíes se manifiesta en personas como la miembro de la Knesset Hanin Zoabi, el jeque Raed Salah y el cineasta Mohammad Bakri.
Según cada encuesta, la mayoría de los árabes israelíes son ciudadanos leales, algo que debe ser mencionado repetidamente. La mayoría de ellos apoya la solución de dos estados para dos pueblos, reconociendo a Israel-directa e inequívocamente- como un estado judío y democrático; las tasas de voluntariado para la comunidad y el servicio nacional entre los jóvenes árabes israelíes están creciendo, a pesar de la desconfianza del liderazgo político; además, según el Israel Democracy Institute, el 55 % de los árabes de Israel están «orgullosos de ser israelíes».
Esta situación molesta a los propiciadores de conflictos como Bakri, que ha hecho todo lo posible para crear la impresión opuesta. Su película Jenin, ya ha sido oficialmente reconocida como propaganda falsa. Pero una persona como Bakri no se detiene. Ha ido hasta el Líbano para proyectar sus películas, que se hicieron «bajo el gobierno de la ocupación». No es que la gente necesite incitación contra Israel, pero Bakri fue allí para agregar más combustible al fuego del odio.
El mundo árabe tiene, después de todo, un movimiento que apoya la paz y la reconciliación. A la luz de lo que está sucediendo en Siria, Libia, Yemen e Irak, ya debería estar claro que los enemigos no son sionistas, sino más bien los islamistas sunitas o chiíes. Y de todos los diferentes movimientos, Bakri eligió dar una entrevista a un periódico afiliado a Hezbollah, para transmitir los siguientes mensajes: «La normalización con el enemigo sionista es traición».
¿En Líbano de entre todos los sitios? ¿Por qué? Aún si Israel quisiera, y no quiere, no llegaría a un décimo de la opresión y matanza a los que los palestinos han estado sujetos por parte del Líbano o por las fuerzas de Hezbollah en Siria. Porque Líbano una política oficial de apartheid. Los palestinos no tienen derecho a utilizar los servicios de salud del país, no tienen derecho a poseer propiedades y están proscriptos de una larga lista de ocupaciones.
Los descendientes de los palestinos han estado viviendo en el Líbano durante décadas, pero todavía no se les ha concedido la ciudadanía. Para ser más exactos, los cristianos y los chiítas, que llegaron después de la Nakba, recibieron la ciudadanía. Pero a los sunitas, que son la gran mayoría, no les ha sido concedida. Ambos grupos ya no son palestinos; son libaneses a todos los efectos. Pero son libaneses inferiores. Según un informe de 2010, el 56 por ciento de ellos están desempleados, y según un informe de la Agencia de Refugiados de la ONU del año pasado, su situación sólo ha empeorado.
El ex gran mufti del Líbano, el jeque Mohammed Rashid Qabbani, se refirió a los palestinos como «basura no deseada», y los libaneses están a punto de completar la construcción de un muro de separación alrededor del campo de refugiados de Ain al-Hilweh. Porque eso es lo que se debe hacer a esos «hermanos» no deseados, aunque sean miembros de las mismas familias, la misma religión, el mismo idioma y la misma cultura. El resultado es una gran miseria.
De acuerdo con todos los parámetros posibles, la situación de los árabes bajo el dominio israelí, dentro y fuera de la Línea Verde, es mucho mejor que la situación de sus hermanos en el Líbano. Bakri visitó los campos de refugiados cerca de Beirut y vio la pobreza y la miseria allí, pero su incitación estaba dirigida a Israel. Eso es lo que hacen los propagandistas. Ellos fomentan el engaño, especialmente el peor engaño de todos – el auto-engaño.
Bakri llegó al Líbano para asistir al festival de cine de los Días Palestinos, dedicado a él y a su trabajo. Es el peor país del mundo para los palestinos, no como resultado de una crisis temporal, sino como una cuestión de política, pero al infierno con los hechos. Él no fue allí para mejorar la situación de sus hermanos. Entre trabajar por la prosperidad palestina e incitar contra Israel, Bakri -como Hamas- ha elegido la incitación. Eso es lo único que importa, y al diablo con los palestinos.
La Ministro de Cultura Miri Regev se equivoca al exigir una investigación contra Bakri. Eso es exactamente lo que quiere. Así es exactamente cómo se convertirá en un mártir. No hay necesidad de darle ese gusto. Debe ser presentado como el enemigo de los palestinos, porque eso es lo que es.
Bakri en la portada del periódico afiliado a Hezbollah Al-Akhbar. «La normalización con el enemigo sionista es traición»
Que bueno saber de ti, por este medio. No me pierdo ningún artículo de PORISRAEL Yetty Blum