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| viernes noviembre 22, 2024

Perverso: Cuando las buenas acciones son peores que no hacer nada


Cuando se envían dos Jumbos de ayuda, se instala un hospital de campo con cientos de médicos y enfermeras, y se encuentra con el desdén, uno sabe que algo no está bien. Aunque la mayoría de las más importantes cadenas de noticias estadounidenses y británicas, informaron extensamente sobre la reacción de Israel al devastador terremoto de Haití, desafortunadamente, se nos recordó cuan arraigados están, realmente, algunos de los odios del mundo contra el estado judío.

Mientras el hecho que, muchos del mundo árabe donaron sólo monedas, o nada en absoluto, el intento de salvar vidas de Israel ha sido catalogado por varios, como un simple ejercicio de propaganda. La triste verdad es que la dura izquierda anti israelí, ha realizado tal trabajo de deshumanización de los israelíes, que la idea de que pudieran estar haciendo buenas acciones es totalmente incomprensible. Es verdad – las acciones de Israel en Haití están creando buena prensa, pero eso es lo que ocurre cuando se hacen cosas buenas.

La afirmación que Israel debería, de algún modo, disculparse por ubicarse positivamente, es absurda, y anclada en el antisemitismo. Como escribe Kevin Myers para el Belfast Telegraph, «Es, quizás, el único pueblo en el mundo para el cual las circunstancias atenuantes son citadas rutinariamente como explicación de sus acciones de caridad».

Aunque no es sorprendente que Press TV, portavoz iraní islamista y antisemita, acuse a los médicos israelíes de usar la emergencia haitiana para cosechar órganos, no debería esperarse leer el encabezado «los doble estándares de Israel sobre Haití», en el diario británico Guardian, excepto, por supuesto, en la comparación entre los esfuerzos de Israel en Haití y los esfuerzos de cualquiera de los vecinos de Israel.

Desafortunadamente, no resulta una sorpresa para aquellos castigados por la parcialidad del artículo del Guardian, por supuesto, en referencia al tratamiento de Israel para con los haitianos y la de aquellos con los que está en guerra.

El compromiso de Israel de salvar vidas en zonas de desastre, no tiene nada que ver con Gaza. Israel ha mostrado su increíble compromiso para la preservación de la vida, en India, Indonesia, Kenya y muchas otras naciones, con o sin guerra con Gaza. Simplemente, no hay comparación entre la respuesta mostrada hacia un pueblo a merced de horrorosos eventos naturales, y un pueblo que está en guerra efectiva con Israel desde su nacimiento.

Es verdaderamente asombroso que parte de la principal prensa británica sea incapaz de diferenciar entre un indefenso pueblo haitiano con desesperada necesidad de ayuda, y el pueblo palestino que llevó al poder a una organización terrorista.

Mientras nadie, en su sano juicio, negaría el extendido sufrimiento del pueblo de Gaza, extraer cualquier equivalencia moral entre la relación de Israel con el mismo, y con aquellos atrapados bajo los escombros en Haití, es verdaderamente perverso. Cuando la actitud hacia Israel está tan ampliamente basada en el antisemitismo y el odio, ¿Qué evidencia hay para creer que las cosas cambiarían con un acuerdo de paz palestino-israelí? Para que la paz sea posible Israel, con toda razón, debe creer que sus concesiones y sacrificios no se encontrarán con otra cosa que odio continuado, que la paz con los palestinos es también la paz con el mundo.

Como están las cosas, Israel es el único país del mundo – salvo uno – que debe justificar el brindar ayuda y salvar vidas. Mientras los israelíes (o, quizás, simplemente los judíos) sean vistos como incapaces de hacer nada bueno, con un sentimiento tan propagado por los medios de comunicación mundiales, Israel no estará en posición de hacer concesiones para la paz.

Nadie le pide al mundo que bese los pies de Israel, por acciones que se corresponden con su propio código moral, pero cuando Israel que, per capita, provee más que ninguna otra nación en el mundo y se encuentra con el desdén, mientras que los peores y más ricos abusadores de los derechos humanos del mundo, no dan nada y se encuentran con el silencio, realmente algo no está correcto.

Traducción para porisrael.org: José Blumenfeld

 
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