Farchi trabajando con niños que fueron afectados por un tifón en Filipinas en 2013. Cortesía.
El método del experto en traumas Moshe Farchi resalta la importancia de la comunicación cognitiva para motivar a una persona afectada a actuar
Cuando alguien se ve en la necesidad de ayudar a una persona que ha sufrido un trauma sicológico, la mayoría, instintivamente, tiende a hacer contacto físico con ella, ya sea tomándola de la mano o abrazándola, para tratar de tranquilizarla.
Esa actitud, aunque bienintencionada, no es útil, según el trabajador social clínico y médico voluntario Moshe Farchi. Su método, que es contrario a lo intuitivo, fue adoptado recientemente como modelo de primeros auxilios sicológicos por el Ministerio de Salud de Israel y se usará en todo el país.
Farchi dirige el departamento de Estudios del Estrés, Trauma y Resiliencia en Tel-Hai College, en la Alta Galilea,y también enseña el método en otros países.
Mientras prestaba servicio en las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) como oficial de salud mental en la reserva, cargo que ocupó durante los últimos diez años, se dio cuenta de que los métodos usados para ayudar a soldados traumatizados en el campo de batalla no eran eficaces. Comenzó, entonces, a buscar estudios que muestran las razones científicas de ese fracaso.
Así pues, decidió crear un modelo de primeros auxilios sicológicos basado en investigaciones recientes que cualquier persona que tenga que lidiar con un caso de ese tipo, ya sea profesional de la salud mental o no, pueda poner en práctica fácilmente.
“Quería aportar algo que todos pudiera hacer”, dijo Farchi a ISRAEL21c.
El modelo tiene cinco componentes —desafío, comunicación cognitiva, control, compromiso y continuidad— y busca motivar, mental y físicamente, a la persona traumatizada.
La motivación puede lograrse mediante la asignación de tareas, o pidiéndole que salga a caminar o que tome decisiones. A menudo, la persona no ha sido afectada directamente, pero ha sido testigo o parte de una situación aterradora.
Incluso las personas que sufren un trauma sicológico pueden tomar pequeñas decisiones para que sientan que están en control de la situación, explicó Farchi. Se les puede ofrecer un trago de agua o pedirles, por ejemplo, que le indique a los equipos de primeros auxilios donde colocarse.
El éxito del modelo está documentado. Por ejemplo, en el verano de 2014, los residentes de una ciudad israelí en la frontera con Gaza que estaban traumatizados por el lanzamiento de proyectiles desde allá no desarrollaron trastorno por estrés postraumático si habían recibido tratamiento según el método de Farchi.
De la pasividad a la acción en 90 segundos
El fundamento científico de este enfoque se encuentra en docenas de estudios que demuestran que la zona de las emociones del cerebro, la amígdala, tiene una relación inestable con el centro de las acciones lógicas, la corteza prefrontal.
“Activar la amígdala al calmar emocionalmente a la persona hace que la corteza prefrontal reduzca su función, y viceversa”, dijo Farchi. “Necesitamos reducir el dominio de la amígdala, por lo que en realidad deberíamos dirigirnos a las personas traumatizadas de forma cognitiva, y no emocionalmente”.
La comunicación emocional (decirle a una persona, “por supuesto que estás asustado”) sólo refuerza su sensación de impotencia, mientras que la comunicación cognitiva transfiere su atención de las emociones a las acciones.
“En lugar de reforzar la sensación de miedo, motivamos a la persona. Podríamos pedirle: ‘¿Cuántas personas hay a tu alrededor? ¿Puedes contarlas? ¿Cuántas están recostadas?’ Se necesitan unos 90 segundos para llevarla de la pasividad a una situación en la que pueda ser útil para ella misma y los demás”, dijo Farchi.
Desde 2013, el modelo de Farchi ha sido enseñado a todos los soldados de las FDI. En noviembre de 2013, el trabajador social encabezó una delegación de Tel-Hai College que viajó a Filipinas a asistir a las víctimas de un tifón. La misión estuvo coordinada con las organizaciones humanitarias israelíes Brit Olam y Natan.
“Las personas que viven un incidente traumático están muy confundidas y no pueden sincronizar el evento en orden lógico, lo que significa que el punto final del mismo tampoco lo sincronizan”, dijo.
Agregó: “Esto significa que el incidente no termina cuando sufrimos un trauma y es por eso que los recuerdos regresan. Dos estudios demostraron que el tiempo que tenemos para resincronizar los eventos no es de más de seis horas antes de que la memoria se estabilice. Debido a ello, deberíamos ayudar a las víctimas a sincronizar el incidente y hacer énfasis que la amenaza principal ha terminado”.
Después de un atentado suicida en mayo en Manchester, Gran Bretaña, Farchi viajó de inmediato a esa ciudad para dar seminarios sobre el método y regresó poco después para capacitar a instructores de personal de primeros auxilios.
Ha estado dos veces en Argentina para entrenar a bomberos, y ha enseñado su método en Haití y en Alemania, donde estuvo como miembro del equipo sicosocial de la organización Natan.
Todos los equipos de Israel de primera respuesta, incluidos miembros de emergencias médicas, bomberos y policías, están aprendiendo el método. El Ministerio de Educación comenzará a enseñarlo a los estudiantes de secundaria. El entrenamiento demora sólo dos horas.
“Espero que en los próximos dos o tres años toda la población sepa cómo hacerlo”, dijo.
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