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| jueves noviembre 21, 2024

Fracaso de la función del velo


La función del hiyab ha fracasado, sólo ha servido para agredir sexualmente a las mujeres no musulmanas

El objetivo del hiyab- del velo islámico- ha fracasado estrepitosamente. Los eruditos del Islam afirman que la mujer musulmana debe cubrirse la cabeza para distinguirse de las no-musulmanes y poder ser identificada como creyente respetable, comprometida y devota y para protegerse de las miradas e insolencias de los hombres, así como sus comentarios y intenciones mal sanas. De esta forma será respetada y valorada por toda la sociedad. El velo, y su obligatoriedad en la mujer es un rasgo distintivo del Islam, como narra el hadiz transmitido por Ibn Majah: “El Profeta Muhammad (s.a.s) dijo: Ciertamente cada religión tiene una característica en particular y la característica del Islam es la Hayá (modestia, timidez, recato).” Añaden los líderes religiosos musulmanes: “Éste es el asunto esencial: se prescribe la modestia para proteger a las mujeres de ser molestadas o, más sencillamente, la modestia es una protección.”

Todos estos eruditos del Islam consideran que todos los hombres son unos lascivos y que el velo les frena los impulsos sexuales y la lascivia “) que todo hombre cometerá inevitablemente. Los hadices transmitidos por Bujari y Muslim explican: “Mahoma dijo: Alá ha escrito una porción de Zina (fornicación o adulterio) que todo hombre cometerá inevitablemente. El Zina de los ojos es mirar a las mujeres, el Zina de la lengua es hablar, el corazón anhela y desea, y luego las partes privadas lo confirman o lo niegan.” [Transmitido por Bujari, Muslim y otros].

El Cairo es considerada la capital árabe del acoso sexual. Casi la mitad de las egipcias declara sufrir agresiones sexuales a diario. Los devotos musulmanes culpabilizan a la manera de vestir de las víctimas, pero el 72% usaba ‘hiyab’. Según un estudio publicado en 2010 por el Centro Egipcio por los Derechos de las Mujeres (CEDM) y el UNFPA, un fondo de la ONU, casi la mitad de las egipcias declara sufrir el acoso sexual de forma diaria, y hasta un 83% lo ha experimentado alguna vez en su vida. La cifra asciende hasta el 98% en el caso de las mujeres extranjeras que viven en la capital egipcia. A pesar de que no existe un estudio comparativo, numerosas mujeres que han vivido en varios países de la región sostienen que El Cairo es la ciudad donde está lacra es más aguda. Un estudio realizado por la fundación Reuters determinó a finales de 2013 que Egipto es el peor país árabe para ser mujer. En él tuvieron en cuenta factores como la violencia, la mutilación genital, su papel dentro de la sociedad o la inexistencia de algunos derechos. Las calles egipcias son desde hace una década testigo mudo de un acoso sistemático. Las mujeres sufren inoportunos roces, miradas lascivas, comentarios obscenos o continuas llamadas telefónicas de desconocidos. Un estudio publicado por ONU Mujeres en 2013 desveló que el 99,3% de las encuestadas habían padecido acoso, en los casos, figuran “violación sexual masiva y agresiones sexuales con herramientas afiladas”.

 

Las agresiones sexuales son muy habituales en el mundo musulmán, pero apenas se denuncian

En países musulmanes del Medio Oriente, el sexo fuera del matrimonio es ilegal. Las mujeres que denuncian violación o violencia sexual corren el riesgo de ser acusadas de “relaciones ilícitas”.

El riesgo para la mujer víctima de violación sexualreside en la concepción musulmana de la violación sexual debido a las restricciones islámica respecto a la validad del testimonio femenino. En un juicio sobre temas relativos a temas económicos, el testimonio de una mujer vale la mitad que el de un hombre, Corán 2:282: Llamad, para que sirvan de testigos, a dos de vuestros hombres; si no los hay, elegid a un hombre y a dos mujeres de entre quienes os plazcan como testigos, de tal modo que si una yerra, la otra subsane su error.

Los eruditos islámicos de la ley islámica han restringido aún más la validez del testimonio femenino en los casos de abuso sexual al exigir cuatro testigos. Éstos deben poder aportar otros elementos aparte de la mera testificación de que se ha producido un hecho de fornicación, adulterio o violación; en este último caso, deben haber sido testigos presenciales. Esto tiene su origen en un incidente de la vida de Mahoma, cuando su esposa Aisha fue acusada de infidelidad. La acusación conmocionó especialmente a Mahoma, porque Aisha era su esposa favorita. Pero en este caso, como en muchos otros, Alá acudió en ayuda de su marido y “Profeta”, le reveló la inocencia de Aisha e instituyó la estipulación de los cuatro testigos requeridos para los pecados sexuales: “¿Cómo es que no presentan cuatro testigos para probar su imputación? Pues, ¡si no presentan dichos testigos, son ésos los que, ante Alá, son en verdad mentirosos!” [Corán, 24:13]

Si una mujer soltera es violada –sin testigos- y lo denuncia a un tribunal, es acusada por éste de fornicación -ya que declara haber tenido relaciones sexuales- y no puede demostrar que haya sido violada. Si la mujer violada es casada –y sin testigos- es condenada a muerte por haber tenido relaciones sexuales (ella mismo la ha declarado) pero no tiene los cuatro testigos que atestigüen que fue violada. Debido a esto las mujeres en el mundo musulmán apenas denuncian las violaciones.

Y esto es debido a la inferioridad innata de la mujer –según el Corán 4:34: Los hombres tienen autoridad sobre las mujeres porque Alá los ha hecho superiores a ellas.

Y la mujer es como un campo usado por el hombre según su voluntad, Corán 2:223:

Vuestras mujeres son campo labrado para vosotros. ¡Venid, pues, a vuestro campo como queráis, haciendo preceder algo para vosotros mismos!

Yn caso que la/s mujer/es no obedezca/n a su marido, se le indica a este que la/s golpee, Corán 4:34: ¡Amonestad a aquéllas de quienes temáis que se rebelen, dejadlas solas en el lecho, pegadles! Si os obedecen, no os metáis más con ellas.

Aisha, la más amada de las numerosas esposas de Mahoma, amonestó a las mujeres en forma muy clara: “Oh, mujeres, si conocierais los derechos que vuestros maridos tienen sobre vosotras, entonces cada una de vosotras limpiaría el polvo de los pies de su marido con su cara”.

Amnistía Internacional ha informado  que las trabajadoras domésticas inmigrantes corren un riesgo muy elevado de sufrir abusos sexuales.

En 2012, el Comité contra la Tortura de las Naciones Unidas hizo referencia a «numerosas denuncias de trabajadores migratorios sobre abusos físicos, violencia sexual, violación e intento de violación» en los países musulmanes.

 

NO LLEVAR VELO –HIYAB- ES LA EXCUSA PARA VIOLAR A LAS MUJERES

Ahmed Bin Saad Al Qarni, clérigo saudí, como la gran mayoría de clérigos musulmanes afirma que las mujeres son las culpables de la violación y el acoso: ‘Una mujer que sale de su casa usando maquillaje y perfume es una adúltera’.

Sami Abu-Yusuf, imam de una mezquita salafista de Colonia ha explicado al canal de televisión ruso REN el porqué del Taharrush jamá´i: “los acontecimientos de la víspera de Año Nuevo eran culpa exclusiva de las chicas, porque estaban medio desnudas y usan perfume. No es sorprendente que los hombres quieran atacarlas. Vestirse de esta manera es como echar más petróleo al fuego”.

Eruditos y prestigiosos líderes religiosos del Islam han declarado repetidamente que los musulmanes tienen legitimidad para violar mujeres no-musulmanas para humillarlas, basándose en el Corán y en los hechos de Muhammad y sus Compañeros, el concubinato y la esclavitud son legítimos, así como esclavizar a las mujeres no-musulmanas afirmando que la violación de las mujeres no-musulmanas tiene como fin humillarlas ya que son propiedad de los musulmanes.

Suad Saleh, profesor de Teología musulmana, de la Universidad Al-Azhar, en Egipto, la universidad más importante de teología del mundo musulmán sunnita hablando en la televisión Hayat el 12 de septiembre de 2014 discutió el concepto islámico de “aquellos, quienes son tu propiedad”. El profesor Saleh dijo que los musulmanes que capturan mujeres en una guerra legítima contra sus enemigos las pueden poseer y tener relaciones sexuales con ellas como esclavas. “Con el fin de humillarlas” y “se convierten en propiedad del comandante del ejército musulmán, o de cualquier musulmán, y se pueden tener relaciones sexuales con ellas al igual que se tiene relaciones sexuales con sus esposas.» El video ha estado circulando en los medios sociales en los últimos días, y en este el profesor de Teología musulmanas afirma: “A los propietarios de esclavos: La esclavitud existía antes del Islam. Existió entre todas las naciones y países, no sólo entre los árabes del pre-Islam Cualquiera podía comerciar con los hombres y mujeres nacidos libres. Esto se conoce como la venta de los nacidos libres. Es como la venta de órganos humanos y la trata de seres humanos nacidos libres hoy. Pero cuando el Islam surgió, puso la esclavitud en orden, limitándola a las guerras legítimas entre musulmanes y sus enemigos. Si luchamos contra Israel, que está saqueando la tierra, y es un agresor contra las personas y su fe … Obviamente, es imposible que vamos a luchar contra Israel, a pesar de Surat Al-Isra en el Corán predice esto, y nada está más allá del poder de Alá … Las reclusas de las guerras pertenecen a su propietario. Con el fin de humillarlos y humillarlas, a ser propiedad del comandante del ejército, o de un musulmán, y que pueden tener relaciones sexuales con ellos al igual que tiene relaciones sexuales con sus esposas. […] El Islam dice que una mujer es o bien una esposa o una esclava. La propiedad legítima de los esclavos prisioneros de guerra proviene de la guerra que se libra contra los musulmanes, una guerra para saquear la tierra, una guerra en contra de nuestra fe, y así sucesivamente”.

El erudito egipcio jeque Yusaf al-Qaradawi, fundador de la Unión Mundial de Ulemas Musulmanes​ y cofundador en 1997 de la web IslamOnline.net, de la que es la principal autoridad religiosa y una de las autoridades religiosas más influyentes del mundo musulmán sunnita, declaró al London Telegraph en 2004 ante casos de violaciones grupales de musulmanes contra mujeres no-musulmanas, que ya se estaban produciendo desde los años 1990 que “Las mujeres deberían ser castigadas si estaban vestidas inmodestamente cuando fueron violadas”. Y añadió: “Para que ella sea absuelta de culpa, una mujer violada debe haber demostrado buena conducta”.  

El grupo MuslimStern (La Estrella Musulmana) con más de 20.000 seguidores en Alemania ha acusado a las mujeres alemanas de ser responsables de las agresiones sexuales y violaciones.  Este colectivo musulmán ha pedido al gobierno alemán que prohíba el alcohol en Alemania afirmando que “las mujeres Colonia eran responsables de los ataques de musulmanes” y ha declarado que «el gobierno (alemán) debería prohibir el consumo de alcohol, ya que conduce a los accidentes de tráfico, la violencia y las violaciones, y es extremadamente perjudicial para la salud.

El imam y jeque Muhammad Ayed el 11 de septiembre de 2015, (exactamente 14 años después del atentado del 11-S en Nueva York), en su sermón en la mezquita de Al-Aqsa en Jerusalem, se dirigía a sus fieles diciendo que los países europeos no estaban rodando la alfombra roja para los migrantes porque fueran compasivos, sino porque Europa estaba en extrema necesidad de una nueva fuente de mano de obra: “Europa se ha convertido en vieja y decrépita y necesita refuerzo humano … .ellos no están motivados por la compasión por el Oriente Medio, su gente y sus refugiados”, dijo Ayed, y agregó: “Pronto los vamos a pisotear bajo nuestros pies, Alá que lega. […] En toda Europa, todos sus corazones están entusiasmados por el odio hacia los musulmanes. Desean que estemos muertos, pero como han perdido su fertilidad, es por lo que buscan la fertilidad en medio de nosotros. […] ¡Les daremos la fertilidad. Han perdido su fertilidad, Vamos a procrear hijos de ellas, les daremos fertilidad, vamos a conquistar sus países. Les guste o no, alemanes, americanos, franceses, italianos y todos lo que son como vosotros tomad, acoged a los refugiados. No tardaremos en recogerlos en la Venida del Califato, y os diremos: estos son nuestros hijos, y os enviaremos nuestros ejércitos contra vosotros! ¡Esto ayudará a expandir el Califato!”

 

LOS VIOLADORES ISLAMISTAS LAS PREFIEREN RUBIAS

Debido a esta licencia para violar, allí donde hay más seguidores de esta ideología salafista aumentan las violaciones, como es el caso de los países escandinavos, destacando Suecia como “capital de las violaciones” y Dinamarca.

Esta ideología legitimiza -desde el punto de vista islámico y la Sharia- y anima al Taharrush jamá´i, – palabra árabe que se traduce por “el asalto sexual de mujeres en público por grandes grupos de hombres”-. Este término ganó relieve en el vocabulario europeo en enero de 2016, a raíz de los informes policiales y gubernamentales alemanes en la víspera de Año Nuevo cuando por hordas de millares de jóvenes musulmanes repartidos en grupos organizados agredieron sexualmente contra millares de mujeres alemanas, mayormente en Colonia, en Hamburgo, Munich, así como también muchas otras en Suiza, Austria, Finlandia, Noruega, Suecia, en la Nochevieja de 2015.

En 2015 en Suecia -cuya población musulmana era entonces del 4,4 por ciento-  más del 85 por ciento de violaciones sexuales eran perpetradas por musulmanes. Actualmente han aumentado ambos porcentajes.

Raymond Ibrahim explica que en la historia del Islam, los devotos de esta religión tienen predilección por las mujeres rubias y de ojos claros, escandinavas, británicas y germanas, lo que ya es descrito en tiempos de Mahoma. Bizancio fue visto por los primeros musulmanes como el imperio “infiel” más poderoso, avanzado y rico, altamente deseado, no muy diferente a las actuales visiones islámicas de Occidente. Y las mujeres bizantinas, o “mujeres blancas y ojos claros”, fueron vistas durante mucho tiempo como la “femme fatale” del Islam, desde una perspectiva carnal, la más deseada, y desde una perspectiva piadosa, la más despreciada de las mujeres. Los musulmanes afirmaban que las mujeres bizantinas (o “cristianas blancas”) eran las “mujeres más descaradas del mundo porque consideran que el sexo es más agradable, y son propensas al adulterio. Y el adulterio es muy habitual y común en las ciudades y mercados de Bizancio, tanto que las monjas de los conventos salen a las fortalezas para ofrecerse a los monjes”.

Los hadices relatan que Mahoma le preguntó a un nuevo converso: ¿Te gustaría las chicas de Banu al-Asfar? [“hijas de amarillo” -referencia al cabello rubio-] como una forma de atraerlo para unirse a la Yihad y cosechar sus recompensas, que, en este caso, incluía la posibilidad de esclavizar y violar a las mujeres rubias bizantinas, no como una discusión idealista sobre la belleza. La típica doncella bizantina que captura la imaginación de literatos y poetas musulmanes a lo largo de la historia del Islam, tenía cabello rubio, ojos azules o verdes, un rostro puro y saludable, pechos encantadores, una cintura delicada y un cuerpo que es como alcanfor o un torrente de luz deslumbrante. Y hoy ese “ideal” musulmán es encarnado en las mujeres del norte de Europa y el Reino Unido.

Todos estos mismos patrones siguen funcionando en la mente de los musulmanes, incluida la idea de que las “mujeres blancas” son naturalmente promiscuas y provocan que hombres musulmanes piadosos las violen.

La web cristiana Shoebat informa que la policía de Austria ha advertido a las mujeres de cabello rubio que se tiñan de negro el pelo para que sean menos atractivas para los violadores musulmanes.

Las jóvenes suecas, noruegas  y también de otros países del norte de Europa, tradicionalmente rubias, han empezado a teñirse el pelo para evitar ser objetivo de los violadores que acechan a las féminas con esas características.

El 84% de los hombres condenados por acoso sexual infantil de niñas blancas en el Reino Unido son asiáticos, y estudio realizado por dos pakistaníes británicos del think tank Quilliam, famoso grupo de expertos contra el extremismo, dice que de estos acosadores, siete de cada diez son de herencia paquistaní-musulmana.

Esta situación ha llevado a que la Ministra de Inmigración de Dinamarca, Inger Stojberg, esté considerando enviar a solicitantes de asilo a campamentos a vivir en una o más de las 300 sus islas deshabitadas en los fríos mares escandinavos.

El velo –hiyab- no sólo ha fracasado en proteger a las mujeres musulmanas de ser agredidas sexualmente por los musulmanes en tierras del Islam, sino que es la excusa islamista para agredir y violar sexualmente a las mujeres occidentales, de sustrato no-musulmán, “por no cubrir sus cabellos”.

El Taharrush jamá´i (el asalto sexual de mujeres en público por grandes grupos de hombres) y las violaciones sexuales no se pueden justificar en la desesperación, ni en el deseo sexual insatisfecho, ni en el alcohol, ni pretendidas alteraciones hormonales, o inadaptaciones culturales, ni en la biología de estos miles de jóvenes musulmanes. Las raíces del Taharrush jamá´i y de las violaciones sexuales yacen sólo y exclusivamente en la educación religiosa islamista de estos jóvenes musulmanes basada en el menosprecio a la mujer en general y en la consideración que la mujer no-musulmana es una esclava sexual potencial.

El problema real reside en el salafismo y el radicalismo chiíta, ideología nihilista, perversa, misógina, hipermachista y supremacista que adoctrina a sus seguidores y que se auto otorga la potestad de decidir quién y quiénes tienen derecho a la vida, qué mujeres puede ser violadas sexualmente y esclavizadas y que países tienen derecho a la existencia y cuales no, como Israel, España -y aquellos que según los fieles más fervientes del Islam profanan tierras que son musulmanas a perpetuidad-, a los que se les niega su derecho a existir.

 

 
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