Pinchas Inbari
Jerusalem Center for Publics Affairs
16/2/2012
El Presidente de Siria, Bashar Assad, publicó ayer los cambios en la constitución del país sobre cuya base se realizarán las elecciones próximas. No es seguro que las elecciones se lleven a cabo, seguramente no, ni tampoco los cambios propuestos por Assad, transformarán a Siria en un “prodigio de Democracia”, tal como la propaganda siria la exhibe. Pero de todos modos cabe poner la atención en un cambio esencial: el Partido Baath, que fuera la base de la estructura constitucional de Siria durante decenas de años, perderá su status. Ello, extralimita a Siria y significa que la ideología pan-árabe que guió a Siria, cayó en bancarrota. Por medio de la ideología pan-árabe la minoría alawita intenta dar legitimidad a la dictadura que irrumpió en el país.
La pregunta es ¿qué cambiará la ideología pan-árabe? Existen dos posibilidades: el pan-islamismo, tal como ello se personifica en la ideología de los califatos de los movimientos políticos del Islam, es sus diferentes tipos, y en especial, los Hermanos Musulmanes, o la división de Siria en etnias. La mayor diferencia entre el Levante: Siria, Líbano e Irak, y el Norte de África y en especial Libia, es que mientras el Levante se caracteriza por la división de religiones y etnias, el Norte de África se caracteriza por la división en tribus. En el Levante la fuerza de las tribus es grande, pero la historia cargada de sangre de las religiones y etnias, reforzaron en su interior la conquista interna y Líbano, por ejemplo, se caracteriza por una constitución que define con exactitud la división en etnias.
Por el contrario, Israel no debe apurarse y fijar clavos con respecto al futuro de Assad o en quien confiar en la lucha interna de Siria. El principal problema es que en esa etapa, Estados Unidos, a raíz de su política de acercamiento al Islam del presidente Obama, apoya justamente a los Hermanos Musulmanes y activa, a los fines de la cristalización de esa política, a Turquía y Qatar. Debe hallarse el camino para convencer a Washington de variar las líneas de su política y no abandonar la opción del futuro régimen en Siria que caracterizará la división en etnias o la división de Siria según sus etnias. La sustitución del pan-arabismo por pan-islamismo, puede perfilarse como algo equivocado.
Fuente: Jerusalem Center for Publics Affairs
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