INTENCIONES Y PROPORCIONES – Cuando Israel se defiende de enemigos que insisten en atacarlo, curiosamente siempre surge la queja de que exagera y responde sin guardar las proporciones. El problema es realmente de proporcionalidad en las intenciones. Israel peca por no tener la intención de destruir a sus enemigos. Israel no quiere destruir a ningún estado palestino y casualmente no existe ningún estado palestino, porque los palestinos no tuvieron tiempo para ocuparse de una insignificancia semejante y en cambio insistieron en destruir al estado judío. Por lo demás, Israel no puede guardar la adecuada proporción porque es un estado normal. Para copiar a los palestinos debería dividirse en dos mini-estados que viven peleando entre sí. Por lo demás, nadie ha encontrado una fórmula dorada para ser ecuánime con asesinos ansiosos de sangre. El día que alguien descubra la forma para defenderse en forma proporcional de sus ansiosos candidatos a asesinos probablemente Israel la adopte. Pero el problema es que la única verdadera vocación de los líderes palestinos es destruir a Israel, e Israel carece de todo sentido de proporcionalidad al respecto porque no tiene vocación de destruir nada, ni siquiera a un estado palestino.
MÉTODOS Y PROPORCIONES – El problema que impide a los israelíes comportarse con proporcionalidad con los palestinos es que son incapaces de adaptarse a sus métodos. Decididamente son totalmente ineptos para el terrorismo por falta de vocación. Son incapaces de utilizar niños y civiles como escudos humanos y son incapaces de arrojar bombas contra la población civil. Esta seria limitación ha sido muy bien superada por Hamas. Sin embargo sus generosas exhortaciones a suicidios bien financiados no han tenido el éxito esperado, lo que no impide que hayan tenido una gran aprobación de la opinión pública mundial como víctimas voluntarias de primera categoría.
PAZ Y ARMONÍA Y PROPORCIONES – El mundo asiste deslumbrado a una graciosa epidemia que suele afectar a seres pacíficos y bien intencionados que por generosos impulsos momentáneos atacan y matan a ciudadanos sueltos en las calles de numerosos países invocando a Alá, uno de los dioses más activos en la actualidad y conocido por ser el garante de una religión de paz y armonía. Según sus partidarios, esta labor humanitaria, generosa y desinteresada, demuestra que quienes no son bien vistos por los representantes terrestres de este ser tan indiscutido, deben ser desplazados de su lugar vertical sobre la tierra a un confortable lugar horizontal debajo de ella. Curiosamente entre los candidatos preferenciales a disfrutar de este honor figuran los judíos y los israelíes, quienes han tenido el mal gusto de rechazarlo. ¿ No es este rechazo una falta de proporciones?
FIESTAS DE VIOLACIÓN DE FRONTERAS Y PROPORCIONES –Todos los países del mundo suelen recibir con fiestas y con bailes a los extranjeros indocumentados, sobre todo cuando vienen con intenciones agresivas y hay entre ellos algunos sujetos poco amistosos que extrañamente vienen armados y dicen que quieren destruir al país al que visitan. Hay países que organizan toda clase de fiestas de bienvenida, como bailes, banquetes, encuentros folklóricos u orgías. Nadie se preocupa por minucias como documentos o antecedentes de los visitantes. Realmente solo Israel ha tenido el descaro de rechazar a estos visitantes de Gaza que solo han manifestado el modesto deseo de destruir su país y matar a todos sus habitantes. Más aún, han demostrado su sinceridad en varias guerras. Realmente la inamistosa actitud de Israel ante tan pacíficos y bien-intencionados vecinos carece de toda proporción en un mundo tan idílicamente inocente como el nuestro.
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