El Marketing del Dolor.

Ahed Tamimi en Conferencia de Prensa en España.

Es común entre los grupos antisemitas establecer una línea de comparación entre el Holocausto (Shoá) y el conflicto Palestino-Israelí. Sus ideas (si es que podemos llamarles así) se trifurcan en las siguientes vertientes:

-En primer lugar consideran que el argumento más sólido para desprestigiar e inclusive poner en entredicho la legitimidad del Estado de Israel es equiparar al sionismo con el nazismo, como si de dos corrientes ideológicas hermanas se tratase, nada más contradictorio y lejano de la realidad, pero aún así es considerado medular;

-En segundo lugar, como si ya lo anterior no fuera risible, sostienen que el Holocausto fue planeado por el sionismo, es decir, que esta hecatombe sin parangón fue construida desde las simientes judías, para tratar de exterminar A LOS JUDÍOS;

-Y en tercer lugar, siguiendo la misma línea lógica del segundo punto, sostienen que el Holocausto fue la excusa que utilizó el sionismo ante el liderazgo mundial para justificar su creación.

Es bajo esta última premisa que la activista palestina Ahed Tamimi esbozó recientemente en su gira por Europa que “estamos (los palestinos) pagando el precio del Holocausto en Europa, porque nosotros no tenemos culpa y estamos pagando nosotros”.

Es totalmente cierto que los palestinos no tuvieron ninguna responsabilidad directa con los acontecimientos ocurridos en Europa entre 1933 y 1945, pero a Tamimi se le olvidan tres  elementos  coyunturales en la ecuación que alterarían el resultado de víctimas y victimarios:

• -Para empezar, el Sionismo no creó el Estado de Israel, el Sionismo es la esencia del Estado pero no su creador, ni siquiera movió un ápice de voluntad para diseñar las nuevas fronteras que iban a resguardar la nación recién fundada por votación en las Naciones Unidas , a Tamimi se le olvida que el flojo liderazgo Árabe de la época rechazó la primera oportunidad que tuvo para fundar un Estado con fronteras legítimas y seguras, pero no fue la última. A Tamimi también se le olvida que fueron los mismos ejercito árabes los que decidieron tomar como botín de guerra los territorios que quedaron después de la guerra de independencia de 1948, y que no sería hasta ya entrada la década de los 70 que se empezaría hablar de “Los Palestinos” como grupo nacional.

• -El segundo punto a considerar es la participación activa del liderazgo Árabe de la época con los nazis, específicamente el de su líder más visible y representativo el Muftí Amin Al-Husayni junto con nada menos que Hitler, de este último no hay que dar muchos detalles. Al-Husayni logró entrevistarse con Adolf Hitler en noviembre de 1941 y, según investigaciones del profesor Bernard Lewis, Husayni habría tratado de convencerlo para que el exterminio de judíos se extendiera a los territorios que la Francia de Vichy y la Italia fascista controlaban en el norte de África, también que la Luftwaffe bombardeara Tel Aviv, ciudad habitada casi en su totalidad por judíos. Ahed debería ser más cuidadosa cuando trata de equiparar el Holocausto con la situación actual del conflicto, porque si alguien usó el Holocausto a su conveniencia fueron precisamente sus primeros líderes.

• -Y en tercer lugar, el Holocausto nunca fue una excusa para fundar el Estado de Israel, por el contrario, Israel se fundó muy a pesar del dolor del Holocausto. Los antecedentes se remontan al Primer Congreso Sionista en 1897 y a los esfuerzos de distintas personalidades judías de la época que desesperadamente buscaban ayuda debido a la persecución y a los crecientes nacionalismos que amenazaban a la judería europea, casi sin resultados. Estos esfuerzos nunca buscaron la creación de un Estado para propiciar la desaparición de otro, por el contrario, todas las vías buscaban la división de la tierra para dos pueblos que allí convivían. Tamimi, nunca toma en cuenta en sus declaraciones que en la Palestina Británica siempre hubo población judía y árabe cohabitando la región.

El Mufti con Hitler

Pero siguiendo con lo mencionado anteriormente, para sorpresa de nadie, la invención de historias es la tónica entre las filas palestinas, por eso no nos sorprenden las recientes  declaraciones de Tamimi, lo que si llega a inquietar es que estas «teorías» cada día son recibidas y abrazadas por grupos de jóvenes universitarios, sectores de la prensa y partidos políticos que toman como base fundamental el antisemitismo, o, como le llaman en su forma «políticamente correcta», el antisionismo, -que no es más que el mismo odio pero con distinto nombre- para llevar a cabo sus políticas antiisraelíes. Resulta más fácil abrazar una idea que un hecho concreto, la idea solo necesita de un líder carismático y de seguidores enajenados con los postulados de su caudillo. Es a partir de estos ideales que se gestan nuevas organizaciones que luchan por la supuesta liberación de Palestina (secuestrada por su mismo liderazgo), pero en su gran mayoría, por no decir que todas las ocasiones, no es la lucha por la liberación de un pueblo lo que les motiva, sino la desaparición de otro; que lo diga Ahed Tamimi, que detrás de su discurso de dolor, se encuentra la promoción del B.D.S (Boicot, Desinversión y Sanciones) que promueve el boicot y la desaparición de Israel.

Junior Aguirre