Ana Jerozolimski
Semanario hebreo. Uruguay
La reciente decisión de la Justicia argentina de llevar a juicio al ex Presidente Carlos Saúl Menem y al Juez Galeano en relación al atentado contra la AMIA, no pasó desapercibida en Israel.
Sus medios la citaron ampliamente y el tema fue comentado a diversos niveles. Aunque la bomba contra la AMIA fue un atentado en territorio argentino, contra una institución argentina, es evidente que también Israel se sintió tocado, tanto por el hecho que se trataba de una organización judía como por la identidad de los responsables, figuras de la República Islámica de Irán, cuyo gobierno fundamentalista es un declarado enemigo del Estado judío.
Comprendiendo este trasfondo, no sorprende que Israel haya comentado oficialmente la decisión de enjuiciar a Menem, por boca de su representante en las Naciones Unidas, el embajador Ron Prosor, quien elogió a Argentina por dar nuevos ímpetus a la investigación del atentado.
«Pienso que están infundiendo nuevas energías”, declaró Prosor. «En el pasado, no hubo una real motivación para revisar [los hechos] pero veo que hoy esto es diferente y hay que destacarlo”.
En Israel viven hoy algunos argentinos cuyas vidas resultaron afectadas por el atentado. Entre ellos está Bernardo Rojman (85), que llegó al país hace seis años y se instaló en la ciudad de Ashdod, en el sur. Era el mozo de la DAIA y se salvó “por esas cosas del destino”, tal cual nos comenta.
“Yo le iba a llevar un té a Verónica Goldenberg, la joven recepcionista, de sólo 20 años….subí al quinto piso a la cafetería, pensando que también le daría una torta de manzana…pero antes de alcanzar a volver, fue la explosión. Verónica murió…y con ella muchos compañeros más. Por poco, yo me iba con ella….”.
Bernardo no reacciona con alegría a la noticia sobre el enjuiciamiento a Menem y Galeano…”porque nadie devolverá la vida a los muertos ni cambiará la situación de sus familias”. Pero ello no quita, cierta satisfacción. “Me parece bien que los juzguen, bien juzgados…aunque dudo de todo esto. Se descubre esto después de muchos años…”. Y agrega, aunque salvando las distancias: “A Eichmann (lugarteniente de Hitler) también lo juzgaron después de muchos años y tuvo su castigo…me parece bien. No pueden quedar impunes”.
Repite que a los muertos, no los revivirá…y recuerda como se sentía él mismo aquella mañana ..Dado que no sufrió heridas físicas y logró salir del edificio caminando, hasta su casa, se topó con el sorprendido alivio de familiares y conocidos que le decían “Bernardo, qué suerte que estás vivo”, a lo cual hoy nos comenta: “Pero yo, no sabía si estaba vivo o muerto..”.
Desde lejos, su única hija, Fabiana Schvartz (43), que en aquel entonces estudiaba en la Universidad Hebrea de Jerusalem, se enteró del atentado cuando un tío la llamó a calmarla diciéndole que “tu papá está bien”, sin que comprenda todavía de qué le hablaban. Hoy, casi 18 años después, sostiene que “por un lado, es una satisfacción que se trate de hacer justicia”. Piensa un segundo y agrega: “Pero por otro, uno dice cuántos años perdidos sin llegar a nada…en vueltas, cuestiones burocráticas y en tejes y manejes que no llevaron a nada, porque al fin y al cabo..no hay nadie preso por esta cuestión”…
Preguntamos si en resumen, es bueno o no que Menem vaya a juicio: “Me parece bueno que se intente algo..aunque sea tarde”, responde sin titubear.
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