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| domingo diciembre 22, 2024

Obama prohíbe los términos Jihad e Islam


WASHINGTON – Los asesores del presidente Barack Obama eliminarán términos religiosos, como «extremismo islámico», del documento central que esboza la estrategia de seguridad nacional de USA y utilizarán el documento reescrito, para enfatizar que Estados Unidos no considera a las naciones musulmanas a través del lente del terrorismo, dijeron funcionarios de contra terrorismo. El cambio es un importante viraje en la Estrategia Nacional de Seguridad, un documento que, anteriormente, trazaba la Doctrina Bush de guerra preventiva y que, actualmente, dispone: «La lucha contra el radicalismo islámico es el gran conflicto ideológico de los primeros años del siglo 21».

Los funcionarios describieron los cambios con la condición de anonimato, porque el documento todavía estaba siendo escrito, y la Casa Blanca no lo discutirá. Pero rescribir el documento de estrategia, será el último ejemplo de Obama, poniendo su sello en la política exterior de USA, al igual que sus promesas de desmantelar las armas nucleares y limitar las situaciones en las que pueden ser usadas.

Las revisiones son parte de un esfuerzo mayor, acerca del cual la Casa Blanca habla abiertamente, uno que trata de cambiar no sólo cómo Estados Unidos conversa con las naciones musulmanas, sino también acerca de qué les habla, desde el cuidado de la salud y la ciencia hasta creación de empresas y educación.

Ese alejamiento del terrorismo se ha estado desarrollando desde hace un año, desde que Obama fue a El Cairo, Egipto, y prometió un «nuevo comienzo» en las relaciones entre Estados Unidos y el mundo musulmán. La Casa Blanca cree que la administración anterior, basaba esa relación, exclusivamente en la lucha contra el terrorismo y en ganar la guerra de las ideas.

«Uno toma un país donde la inmensa mayoría no va a convertirse en terrorista, entra y dice ‘Estamos construyendo un hospital para ustedes, de modo que no se conviertan en terroristas’. Eso no tiene mucho sentido», dijo el funcionario del Consejo Nacional de Seguridad, Pradeep Ramamurthy.

Ramamurthy conduce la Junta de Administración de Compromiso Global, un equipo de cuatro personas del Consejo de Seguridad Nacional que Obama puso en marcha en mayo pasado, con poca fanfarria y una vaga misión de usar diplomacia y divulgación «en la búsqueda de una serie de objetivos de seguridad nacional». Desde entonces, la división ha ayudado, no sólo a cambiar el vocabulario de la lucha antiterrorista, sino también ha dado forma a la manera en que el país invierte en negocios musulmanes, estudios sobre calentamiento global, apoyo la investigación científica y combate de la poliomielitis.

Antes de que los diplomáticos vayan al extranjero, tienen noticias de Ramamurthy o de su segunda, Jenny Urizar. Cuando funcionarios de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica regresaron de Indonesia, el Consejo de Seguridad Nacional obtuvo un resumen de las oportunidades de investigación sobre calentamiento global. Ramamurthy mantiene una base de datos de entrevistas realizadas por 50 embajadas de USA de todo el mundo. Y líderes de negocios de más de 40 países irán a Washington este mes, para una «cumbre empresarial» para empresas musulmanas.

«¿Quiere pensar acerca de USA como la nación que lucha contra el terrorismo, o como la nación con la que quiere hacer negocios?» dijo Ramamurthy.

Para enviar ese mensaje, los redactores de los discursos de Obama se han inspirado en una fuente insólita: el ex presidente Ronald Reagan. Al visitar China comunista, en 1984, Reagan habló, en la Universidad Fudan de Shanghai, sobre educación, exploración espacial e investigación científica. Se refirió a la libertad. Nunca mencionó el comunismo o la democracia.

Al igual que Reagan en China, Obama en El Cairo sólo hizo referencias al pasar sobre terrorismo. En lugar de ello, se centró en la cooperación. Anunció que Estados Unidos se uniría con la Organización de la Conferencia Islámica, un organismo multinacional con sede en Arabia Saudita, para luchar juntos contra la polio. Estados Unidos y la OCI habían trabajado juntos antes, pero nunca con ese enfoque.

La poliomielitis es endémica en tres países musulmanes – Nigeria, Pakistán y Afganistán -, pero algunos líderes musulmanes han sido suspicaces respecto de los esfuerzos de vacunación, que creían que eran parte de una campaña de esterilización de la CIA. El año pasado, la OCI y eruditos religiosos de la Academia de Jurisprudencia Islámica Internacional emitieron una fatwa, o decreto religioso, diciendo que los padres deben vacunar a sus hijos.

«Probablemente, estemos entrando en un nuevo nivel de compromiso entre la OCI y el programa de la polio, por el estímulo proveniente del gobierno de USA», dijo Michael Galway, que trabaja en la erradicación de la poliomielitis de la Fundación Bill y Melinda Gates.

Los Centros para el Control de Enfermedades también comenzaron a trabajar más estrechamente con los líderes islámicos locales en el norte de Nigeria, una red que había sido pasada por alto durante años, dijo John Fitzsimmons, director adjunto de la división de inmunización de CCE.

Aunque los funcionarios de salud son renuentes a asignarle crédito a cualquier acción específica, los nuevos casos de poliomielitis en Nigeria se redujeron de 83 en el primer trimestre del año pasado a sólo uno en lo que va del año, dijo Fitzsimmons.

Encuestas de opinión pública también mostraron una mejora consistente en el sentimiento hacia USA, el año pasado dentro del mundo musulmán aunque, sin embargo, los puntos de vista siguen siendo abrumadoramente negativos.

Obama no inventó el acercarse a los musulmanes. El presidente George W. Bush le proporcionó a la Casa Blanca su primer Corán, organizó su primera cena de Iftar para celebrar el Ramadán, y les dio un fuerte apoyo a las democracias musulmanas como Turquía.

Pero la administración Bush luchaba con su retórica. Los musulmanes lo criticaron por describir la guerra contra el terrorismo como una «cruzada» y por etiquetar a la invasión de Afganistán «Operación Justicia Infinita» – palabras que fueron percibidas como religiosas. Regularmente identificaba a los enemigos de Estados Unidos como «extremistas islámicos» y «jihadistas radicales».

Karen Hughes, una confidente de Bush, quien sirvió como su principal diplomático en el mundo musulmán en su segundo mandato, instó a la Casa Blanca a detenerse.

«Recomendé que, a mi juicio, es desafortunado por la forma en que es oído. Deberíamos evitar el lenguaje de la religión», dijo Hughes. «Cada vez que oyen ‘extremismo islámico, Jihad Islámica, fundamentalismo islámico’, lo perciben como una especie de ataque a su fe. Esa es la visión del mundo que Osama bin Laden quiere que tengan».

Hughes y Juan Zárate, ex asesor de seguridad nacional de Bush, dijeron que los esfuerzos de Obama se construyen sobre el trabajo de base de su segundo mandato, cuando algo de la retórica se suavizó. Pero para entonces, dijo Zárate, fue eclipsada por el centro de detención de la Bahía de Guantánamo, los abusos en la prisión de Abu Ghraib y la prolongada guerra de Irak.

La postura en política exterior de Obama no está exenta de riesgos políticos. A pesar de que Obama incrementa los ataques aéreos contra terroristas en el extranjero, ha demostrado ser vulnerable a las críticas Republicanas en temas de seguridad interior, tales como el fallido atentado aéreo de Navidad y el anunciado, y luego retirado, plan para enjuiciar al cerebro del 11/9, Khalid Sheikh Mohammed, en Nueva York.

Peter Feaver, un científico de la Universidad de Duke y ex asesor político de Bush, es escéptico respecto de los esfuerzos de compromiso de Obama. «No parece haber creado mucho en forma de beneficio estratégico» en el proceso de paz en Medio Oriente o en las negociaciones sobre las ambiciones nucleares de Irán, dijo.

Obama corre el riesgo político de parecer que adopta una retórica políticamente correcta en el extranjero, mientras que parece no tener oído musical en temas de seguridad nacional dentro del país, dijo Feaver.

La Casa Blanca rechaza esas críticas. En junio, Obama viajará a Indonesia, el país musulmán más populoso, y se espera que vuelva a repetir muchos de los temas de su discurso en El Cairo.

«Esta es la orientación a largo plazo que tenemos que seguir», dijo Ramamurthy.

http://www.jpost.com/International/Article.aspx?id=172576

Traducción para porisrael.org : José Blumenfeld

 
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