Los judíos se ven muy débiles en estos días. La creciente histeria en nuestra comunidad como reacción a los comentarios antisemitas y antiisraelíes de personas como la representante Ilhan Omar, si me preguntas, ha ido demasiado lejos. Entiendo que debemos enfrentar la enfermedad del antisemitismo, pero no debemos parecer frágiles y rengos al hacerlo.
Convertir a Ilhan Omar en una fuerza todopoderosa que amenaza a los judíos e Israel es el camino equivocado. Debemos condenar cuando tenemos que hacerlo, pero cuanto más ruidosos e histéricos nos volvemos, más elevamos a las personas como Omar a una especie de estatus de culto.
Las acciones de Omar representan un rasguño en la piel del éxito judío, y ella lo sabe. Puedes seguir hablando de cómo ella es una «amenaza creciente» para los judíos, pero Omar lo sabe mejor. Ella sabe que los judíos lo han hecho a lo grande en este país, que un siglo de trabajo increíblemente duro y recursos los ha convertido en una de las historias de mayor éxito en la historia de Estados Unidos.
En el Medio Oriente, los avances de Israel en comparación con sus vecinos árabes y musulmanes son casi embarazosos. Omar también debe saber eso. Puede twittear todo lo que quiera sobre Israel «hipnotizando al mundo», pero sabe en el fondo que los verdaderos hipnotizadores fueron hechos por dictadores árabes que enseñan el odio a los judíos a desviar la atención de sus faltas criminales para ayudar a su gente.
Y aquí es donde los que se critican a sí mismos como Omar realmente me pierden: ¿Qué han hecho para ayudar a su gente? Son realmente buenos para atacar al estado judío, pero ¿Cuándo comenzarán a ayudar a las víctimas oprimidas árabes y musulmanas de Medio Oriente?
Los millones de horas y dólares dedicados al movimiento de Boicot, Desinversión, Sanciones (BDS) contra Israel en la última década han ayudado a los palestinos. En todo caso, les ha hecho daño al perpetuar un estado de victimización crónica.
Es la opinión general a lo largo del espectro ideológico que ni los palestinos ni los israelíes están listos y capaces ahora mismo para «terminar con la ocupación», independientemente de quién esté en el poder en ambos lados. Esto no debe usarse como una excusa para no ayudar a los palestinos y promover programas reales y concretos que ayuden a la economía palestina y a mejorar las condiciones de vida.
Pero al concentrarse tan decididamente en Israel y los judíos, ya sea el «poder de lobby» en los Estados Unidos o el «poder de Israel» en el Medio Oriente, las personas como Omar no hacen nada para ayudar a los palestinos. Me avergüenzo de ellos.
Es hora que los llamemos. Los ataques antisemitas han fallado al mundo árabe. El movimiento BDS ha fallado a los palestinos.
No hay nada malo, por supuesto, con una crítica vigorosa de las políticas israelíes, pero, como lo ha demostrado la historia, cuando haces todo lo que haces, no haces nada para promover el bienestar de tu pueblo.
Si Ilhan Omar es serio en cuanto a ayudar a las víctimas oprimidas árabes y musulmanas de Medio Oriente, incluso en su país de Somalia, tiene muchos objetivos no judíos para perseguir. Si ella es seria en ayudar a los palestinos, además de criticar a Israel, puede perseguir a los regímenes corruptos en Ramallah y Gaza, que siguen fallando a su gente.
Al descuidar hacer eso, los críticos obsesionados con los judíos como Omar son los que son débiles y rengos.
*Traducido para Porisrael.org por Dori Lustron
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