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| lunes diciembre 23, 2024

Hamas, condenado desde adentro, por un desertor.


Suhaib Yousef, una deserción al máximo nivel. (Captura de pantalla de Canal 12, tv israelí)

Y no un desertor cualquiera. Quien sacó a la luz parte de la dinámica interna en la organización, acusándola de ser «una organización terrorista racista, un peligro para el pueblo palestino», además de corrupta, es hijo de uno de sus propios jefes. Concretamente, Suhaib Yousef, hijo de uno de los co-fundadores de Hamas en Cisjordania, el Sheikh Hassan Yousef.

Ya antes de entrar en el contenido, cabe recordar un dato apasionante: uno de los hermanos de Suhaib, Musab, dio el mismo paso que él ya años atrás. Abandonó la organización, escapó a Estados Unidos con ayuda de Israel, se convirtió al Cristianismo y explica desde entonces por qué lo hizo, y por qué Israel se tiene que defender. Musab fue inclusive durante casi una década, agente de Israel y la información que transmitió desde adentro, ayudó a frustrar numerosos atentados. De allí le surgió el apodo «el príncipe verde».

Suhaib, de 38 años, fue miembro del brazo armado de Hamas hasta hace un mes. Asegura que nunca traicionó a Hamas ni fue agente de Israel. Pero no pudo más y sintió que tiene la obligación de contar la verdad sobre lo que pasa dentro de Hamas y a qué dedica sus recursos.
Tenía un cargo de Inteligencia en la comandancia de la organización en Turquía, encubierta como una institución civil. Decidió desconectarse totalmente, abandonar la organización y apartarse de lo que considera es un gran engaño nocivo para su pueblo. Tomó en secreto un avión a un país del sudeste asiático no identificado públicamente y se contactó con Ohad Hemo, cronista de asuntos palestinos del canal 12 de la televisión israelí para contarle la verdad.

Lo citó en la lejana ciudad a la que había viajado, a la que Ohad Hemo se trasladó sin tener certeza acerca de lo que iba a encontrar.
«Yo nací en Hamas. Crecí en la organización», dice Suhaib. En su caso, es literal. Por eso tiene lo que contar, desde adentro. Y a fondo. «Decidí contar todo esto para que los palestinos abran los ojos. El problema de Gaza es que Hamas gobierna allí por la fuerza. No el bloqueo. Si Hamas se va, se terminan los problemas de Gaza», afirma Suhaib Yousef.
Suhaib contó que la recolección de información de Inteligencia que hace la representación de Hamas en Turquía, nada tiene que ver con la vida civil sino que es de carácter de seguridad y militar. Afirma que sofisticados equipos, escuchan tanto a figuras en Ramallah (o sea de la Autoridad Palestina), como a Israel y países árabes.

«La información no es utilizada en beneficio del pueblo palestino, sino que sirve una agenda extranjera. Es vendida a Irán a cambio de dinero que les depositan en bancos turcos».

Suhaib asegura que Hamas intenta reclutar niños palestinos en Cisjordania para cometer atentados a fin de matar civiles israelíes.
Condenó también la corrupción y el comportamiento indigno de parte de su gente. Reveló lo que él vio directamente entre los representantes en Turquía. «En Gaza una familia vive con 100 dólares al mes, y ellos van a restaurantes de lujo a comer una porción, por 200 dólares».
Contó que las figuras de Hamas que él vio en el exterior viven en suntuosos departamentos en los barrios más lujosos, envían a sus hijos a escuelas privadas de las élites, tienen guardias privados, acceso a lugares caros de ocio y perciben sueldos mensuales de entre 4 y 5 mil dólares.

Suhaib también increpa a Hamas por alentar a los palestinos a atacar a Israel o chocar con sus tropas en la frontera entre Israel y Gaza, preguntándose retóricamente por qué el jefe de Hamas en Gaza Ismail Haniye no va a tirar piedras o manda a sus hijos a hacerlo.
«Si hay otra vez elecciones, el pueblo no va a elegir a Hamas», se aventura a vaticinar. «Y yo quiero que lo palestinos abran los ojos».
Suhaib fue más allá todavía, exhortando públicamente a su padre Hassan Yousef a abandonar la organización.

Sabe que corre riesgos. «No les tengo miedo», asegura.» Si me quieren convertir en un mártir, shahid, así será».
A decir verdad, para quienes seguimos y estudiamos desde hace mucho las acciones de Hamas, no hay aquí nada sorprendente. Parece propio de una película de Hollywood que un segundo «hijo de Hamas» sea quien cuenta, desde adentro, cómo es realmente la organización que se presenta como «luchadora por los derechos palestinos». Pero el contenido, encaja exactamente en lo que se conocía.
Hamas fue desde el comienzo una organización asesina que buscó a los civiles como su blanco principal, detonando bombas en restaurantes y ómnibus por todo Israel. Claro está que para ello nunca usó a sus propios jefes sino a infelices a los que lavó el cerebro para que se maten matando. También a menores de edad.

Desde junio del 2007, Hamas gobierna Gaza y dedica su recursos a fortalecer su infraestructura armada, no a las necesidades de la población. Sólo en los dos últimos años, Hamas y Jihad Islámico recibieron 100 millones de dólares de Irán. La enorme mayoría fue a los cohetes, túneles y todo lo relacionado al poderío armado de la organización y su manejo corrupto, como el descripto por Suhaib Yousef.
Eso era sabido. Pero ahora no lo dice sólo Israel. Lo dice, nuevamente, un «hijo de Hamas».

 

 

 
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